Este viernes 10 de junio ofrece una audición gratuita en el Zócalo capitalino el cantautor cubano, Silvio Rodríguez, sin duda un excelso artista que ha acreditado su valor desde el primer momento y grabaciones que presentó, de manera que se puede considerar una auténtica figura en el escenario latinoamericano y con los hispanoparlantes, incluso a nivel mundial.
Muchas generaciones han crecido cantando sus canciones, entre ellas “rabo de nube”, “el unicornio azul” y de la preferencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, “el necio”. Una de sus creaciones, de forma particular ha sido objeto de controversia, su título “ojalá”, la razón de ello se encuentra en ciertas estrofas:
“Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa,
la sonrisa perfecta;
(…)
ojalá cuando menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre,
en todos los minutos, en todas las visiones;
(…)
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti.
A tu viejo gobierno de difuntos y flores
(…)”
Vale decir que Silvio ha dicho que esa canción está dedicada a una mujer con la que tuvo sentimientos de amor e incluso refiere su nombre, Emilia Sánchez, con la que se relacionó cuando cumplió con su servicio militar. Sin embargo, la referencia a la palabra gobierno y el contenido de las estrofas citadas generan la suspicacia de que, en realidad, aducía a la persona de Fidel Castro, a su reiterada presencia en los medios de comunicación, especialmente en la radio y de la amplia difusión de sus discursos mensajes y cobertura personal, hasta el nivel del hartazgo. Sea o no una canción de amor, su parte profunda trasciende ese espacio y su contenido puede ser evocativo en muchas otras dimensiones.
Cabe señalar o preguntar, si ese hábito de impregnar su presencia dentro de los medios de comunicación masiva, propia de Fidel Castro, de Hugo Chávez o de Nicolás Maduro, y que de alguna manera replica el mandatario mexicano, puede ser objeto de la sátira que algunos refieren en esa canción: ojalá se te acabe la mirada constante, la mirada precisa, la palabra perfecta… tu viejo gobierno de difuntos y flores.
La correlación bajo la figura de la sátira, de uno y otros casos, no deviene de una extrapolación injustificada; sino más bien del hecho de utilizar profusamente, en los métodos de los gobiernos antes referidos y de parte de quienes fueron sus titulares, una presencia exhaustiva y una alusión expresa a supuestos adversarios, enemigos, contrarios al régimen o críticos para ser fustigados y desacreditados. La ideología del gobierno, como ideología del Estado y del uso de sus instrumentos; sin duda una innegable tendencia autoritaria.
Silvio Rodríguez en una excepcionalidad distorsionante
La idea de dominar conciencias a base de la publicidad y de la propaganda y de aclientelar, si cabe la expresión, mediante la acción de gobierno, de una política social prendaria y que se usa partidaria. Pero en el caso del ilustre cantautor cubano, su propio hijo, residente en la Florida, muestra una postura resuelta de rechazo al régimen de Cuba, es su crítico, silvito -como se le nombra- es también cantautor, pero del género hip-hop y abierto en su postura contraria al gobierno; Silvio no lo es, pero vive en la excepcionalidad distorsionante que el gobierno de su país abre para unos cuantos privilegiados, y que se convierten en voceros de los méritos de lo que ellos no comparten, ni sufren.
La creatividad y talento de Silvio no están en duda; artísticamente es un grande; pero la discordancia entre su vida y lo que dice su obra le dan otra maestría, la de la retórica, la arenga y la demagogia, blasones con los que es bien acogido por el gobierno; por mi parte, seguiré escuchando a Silvio en ese alud de contradicciones que se permean en sus canciones y en espera que por fin llegue ese Rabo de Nube, barredor de tristezas.