Un audio filtrado de Edgar Oceransky en el que declara su “preferencia” por mujeres adolescentes acompañado de acusaciones por abuso sexual, tuvieron como resultado que, excepcionalmente y no antes visto, el Auditorio Nacional cancelara su concierto y con ello, casi la gira completa se puso en jaque. La razón acompañada al audio es que en el modus operandi, Oceransky conquistaba adolescentes en redes sociales y sostenía encuentros con ellas a lo largo y ancho del país. Así lo comentó una activista, escritora y sobreviviente en charla durante la transmisión nocturna de SDPNoticias en Youtube conmigo.
Intentar justificar las terribles acciones que fueron descritas en el audio que estará citado al final de este texto abona a la cultura de la pedofilia y la impunidad, en la que 5.4 millones de niñas, niños y adolescentes son víctimas de abuso sexual cada año en México. Legitimar las bromas sobre el abuso adolescente y pretender que nunca pasó tan sólo porque nunca fue denunciado implica también solapar y engravecer el número de casos que nunca rompen silencio porque los agresores eran personas en quienes los menores confiaban.
Muchas adolescentes víctimas de estupro han sentido que lo sucedido fue su culpa, en parte porque así ha querido hacerlas sentir el sistema al llamarles “provocadoras” y en parte por el contexto de manipulación en el que ellas creen haber consentido una relación para la que, simplemente, no estaban preparadas.
El caso de Anhele Sánchez representa a un mar de mujeres que han tenido un desarrollo de la adolescencia interrumpido por hombres como Edgar Oceransky: mayores y con herramientas de presión psicológica. No hablamos de asuntos de pareja, hablamos de un fenómeno en el que, por cada mil caso de abuso sexual infantil, apenas 100 se denuncian y tan solo 10 van a juicio.
Ojalá fuera sketch el primer lugar de México en abuso sexual infantil dado por la OCDE. Ojalá también fuera sketch el 98.6 por ciento de cifra negra en casos no denunciados de violencia sexual demostrados en la ENSU durante 2020. Ojalá tampoco fuese cierto que durante la pandemia, el abuso sexual contra adolescentes y niñas se disparó justamente por otros Oceranskys que creen que la menor edad es perfecta para aprovecharse.
Esto no es un sketch, ni libertad de expresión. Esto es una confesión:
“Fui a España a dar unos conciertos, se me ocurrió hablar de una de mis preferencias, a mí me gusta la diversidad, ¿no? No tengo miedo, me gusta la diversidad pero mi preferencia más profunda son las adolescentes, ¿no? Que tengan todavía cara de ministerio público, sí, miren es mejor ir al bote por una chavita que por el alcoholímetro, sé lo que les digo. Y las muchachas ya ven, nombre bien feministas me decían (imitando el acento español): ‘pero es que tío, cómo es posible que te gusten las de 16′ y yo de ‘a tu novio también le gustan nomás que no lo dejan en tu país, esa es la diferencia’. Y esta canción se la escribí a una novia que tenía, el otro día me la encontré en el, ¿cómo se llama?, en el Facebook, me llegó una, ¿cómo se llama? una invitación, quieres ser amigo de… ah cabrón, es ella, ya creció entonces ya perdió el interés. Mira, debe tener, yo cuando la conocí tenía 15 años, yo evidentemente no, ahorita ella debe de tener como 23. No es lo mismo porque miren, con el tiempo las mujeres se van volviendo más ariscas cada vez, ¿no? Una chava la conoces a los 15 años y tú le propones lo que quieres y ella te dice ‘sí' o te dice ‘no’, simple, las mujeres adolescentes son muy claras porque no están pervertidas, las mujeres grandes mientras más van creciendo ‘no’ es ‘sí' y ‘no’, menos, depende qué día te lo digan, con qué cara te lo digan, en qué momento del ciclo se encuentren y en qué situación te lo digan, entonces es como muy complicado, ¿no? Tú le preguntas a una muchacha ‘quieres conmigo?’, tú esperas una respuesta monosilábica, la pregunta fue clara, ¿quieres conmigo? voulsez vous coucher avec moi, no? Entonces es sí o es no.
“A los 16 te dicen ‘sí' o te dicen ‘no’, a los 25 empiezan ‘¿dónde estudiaste?, ¿cómo te apellidas?, ¿dónde trabajas?, ¿qué signo eres?, ¿ya leíste a Shopenhauer?’ y dices: ‘para platicar tengo a mis amigos’, tons se complican un poco la vida las mujeres más grandes. Yo me enamoré de ella porque todo era muy sencillo… hasta que creció, hasta que entendió el poder que tienen las mujeres sobre los hombres utilizando la parte más chiquita de su cuerpo, no entiendo todavía cómo tienen ese poder tan grande, claro después ellas van entendiendo, este wey me quiere cc… Una vez me dijo una ‘por cincuenta gramos de tocino quieres que (inaudible)’ y tenía razón, el caso es que mi relación con esa muchacha fue muy linda, porque yo le decía ‘la tiendita de pueblo’ porque era chiquita pero tenía de todo. Una vez mi madre se sentó conmigo y me dijo ‘Edgar, tú te estás dando cuenta lo que estás haciendo? Eso es perversión y delito’. Ahí yo le dije ‘pérate, delito probablemente’, mi madre es abogada, entonces le dije ‘delito sí, pero esto no es perversión’, yo estudié psicología en la UNAM, ‘esto no es perversión, esto es estimulación temprana’, por cierto estoy dando un taller si saben de alguien que lo necesite tengo un taller que dura un mes, bueno, como 21 días, porque ya los otros días ya no.”
-Edgar Oceransky, cantautor
Por cierto, según Wikipedia, pedofilia es una parafilia en la que hay experimentación, durante un periodo de al menos seis meses, de fantasías sexuales intensas o recurrentes, o de impulsos sexuales, o de necesidad de actividad sexual, en donde el objeto de atención es uno o varios niños prepubescentes (generalmente, menores de quince años).
Juzgue usted mismo si quisiera ver a sus hijas o sobrinas asistir a un concierto en el que, probablemente, podrían toparse con su estrella favorita… o juzgue también si esa forma de pensar mantendría seguras a sus seres queridas en otros contextos, como la escuela o la universidad. Levantar la voz sirve y quienes fueron valientes hoy, hicieron visible más que a un acosador: la normalización de la pedofilia y lo inaceptable de continuar esparciendo aquellas ideas de maltrato adolescente.
Frida Gómez en Twitter: @FridaFerminita