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El político francés Jean-Luc Mélenchon, excandidato presidencial y creador del movimiento Francia Insumisa, visitó la Ciudad de México y concedió este 14 de julio una conferencia de prensa con reporteros mexicanos, donde contestó preguntas sobre el panorama mundial, la inflación, la guerra en Ucrania, la crisis del gas y la producción de alimentos.

Durante la conferencia tuve la oportunidad, como reportero de SDPnoticias, de preguntarle al activista social europeo sobre cómo había cambiado la visión sobre el colonialismo en Francia desde que Frantz Fanon, psiquiatra y escritor que analizó escrupulosamente dicho fenómeno, y cuyo prólogo fue mundialmente conocido por haber sido escrito por Jean Paul Sartre, en su libro conocido como “Los condenados de la tierra”

La contestación de Mélechon fue amplia y amable e incluyó en su respuesta al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como alguien que entiende esta dinámica de las potencias y los colonizados.

“En lo más profundo del pueblo, en todas partes, no solo los que están pidiendo algo en el nivel social. Es decir, culturalmente ideológicamente no solo los que están pidiendo algo está construyendo una ruptura, como una forma de organización del mundo. Yo creo que el momento político es muy interesante por eso, y de eso hemos hablado un gran momento con López Obrador porque me parece bien comprender este proceso… México hace más que sacar petróleo, entonces con el colonialismo, usted lo sabe, Francia ha tenido un papel colonialista. Yo creo que la única manera es cambiar los métodos de los que dirige nuestro país, pero también cambiar la realidad, porque cuando hay corruptos hay corruptores, eso es lo que hay que romper. Cada uno tiene su parte de responsabilidad, nosotros franceses más que otros, porque son las multinacionales francesas que han construido un modo de relación, pero eso no es Francia”

Para comprender mejor la interrogante que plantee en la conferencia de prensa es conveniente hacer algunos comentarios sobre el libro de Frantz Fanon, Los condenados de la tierra, y el prefacio al texto de Jean Paul Sartre.

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El libro de Fanon describe cómo opera la ideología dentro de la lucha colonial, en ella hay una ideología dominante maniquea que divide al mundo en blanco y negro, bueno y malo, lo virtuoso y lo vicioso, el hombre y el bestia etcétera; y termina justificando la violencia ejercida sobre el colonizado. Toda colonización es violenta y en ella una fracción de la humanidad pierde su libertad y es tratada como objeto, perdiendo sus derechos, su dignidad, su tradición cultural.

El autor de los Condenados de la tierra considera que para la descolonización es necesario ser violento, pues la situación colonial se funda en la violencia. El colono piratea, viola, hambrea, pone de rodillas al colonizado, y éste acumula agresividad y tensión muscular que se libera periódicamente en luchas sangrientas, fratricidas y se canaliza a través de la danza y el trance. La descolonización requiere que esta violencia reprimida sea reorientada para volverse praxis de la liberación “Hacer la guerra y hacer política es una misma cosa”.

En el prefacio del libro de Los Condenados de la tierra Jean Paul Sartre nos dice textualmente, sobre el colonialismo europeo: “Ustedes, tan liberales, tan humanos, que llevan al preciosismo el amor por la cultura, parecen olvidar que tienen colonias y que allí se asesina en su nombre. Fanon revela a sus camaradas a algunos de ellos, sobre todo, que todavía están demasiado occidentalizados la solidaridad de los metropolitanos con sus agentes coloniales”.

Actualmente cuando los países colonialistas se enfrentan a gobiernos de la periferia que no están de acuerdo con las políticas neoliberales ni están interesados en favorecer sus intereses, se les trata de ahogarlas financieramente, se patrocina oposiciones ya sea electoralmente o por la vía armada, y cuando de plano la situación se sale de control o se pone en riesgo intereses económicos, se procede a invasiones militares, bombardeos y a campañas mediáticas de linchamiento; ejemplo de esto último es Siria.

Las oposiciones financiadas por potencias colonialistas como los Talibanes en Afganistán, o ISIS en los países árabes, a través del tiempo estos movimientos se vuelven contra sus patrocinadores y un dolor de cabeza, y surgen ataques terroristas contra los ciudadanos de las metrópolis.

La globalización económica, que es un mercado mundial en que en que se trata de suprimir las barreras arancelarias para permitir la libre circulación de los capitales financiero, comercial y productivo, necesita del petróleo, de los países de Asía, África y América Latina, las minas del continente africano de tungsteno y litio, para la fabricación de computadoras y teléfonos celulares y hacer a los pobladores de los países periféricos, deudores de los bancos multinacionales.

La migración de los habitantes de los países colonizados hacia a las metrópolis, es cada vez mayor y este traslado es cada vez más peligroso para los migrantes ya sea por el desierto de Arizona en los Estados Unidos o atravesando en lanchones por el estrecho de Gibraltar a Europa.

En la respuesta a la pregunta de un servidor sobre el colonialismo, el político francés nacido en Marruecos, manifiesta un conocimiento del tema y de como puede solucionarse esta dinámica perversa entre la metrópoli y la colonia de una forma pacífica al incluir en un movimiento de izquierda en el país galo a todas las clases sociales; que el dominio no lo tenga el capitalismo imperial; que se comprenda que no es el pueblo de la metrópoli el que saquea y violenta a los países africanos, asiáticos o de América Latina y el Caribe, sino son los grandes intereses de las multinacionales y que se combata la corrupción tanto en la metrópoli como en las zonas colonizadas.

Muchas veces el presidente de México ha dicho en la conferencia mañanera que es necesario para un cambio que no haya corrupción y ha hecho especial énfasis cuando habla del saqueo que durante muchos años han hecho empresas españolas como Iberdrola o Repsol, pero el mandatario separa los intereses de esas trasnacionales con lo que es el pueblo español que es gente trabajadora y honesta.

Espero que pronto Jean-Luc Mélenchon llegue hacer presidente de Francia y que haya un cambio radical para bien en ese país europeo.

Si tienen oportunidad de leer Los condenados de la tierra de Título Original: Les damnés de la terre. (1961). Traducción: Julieta Campos (Fondo de Cultura Económica, 1963). Con Prefacio de Jean Paul Sartre.