AMLO, sus asesores y los legisladores de Morena, en su afán de dar continuidad a una fallida estrategia de seguridad que conduce a ningún lado, sino nada más al aumento en el número homicidios dolosos y al sentimiento de inseguridad de los ciudadanos, han optado por proponer la prolongación de la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles.
Ante esta polémica, líderes políticos y de opinión se han lanzado con propuesta alternas que ofrezcan alternativas reales. Uno de ellos ha sido el precandidato Enrique de la Madrid, quien ha criticado abiertamente la militarización del país, y quien busca encabezar la alianza Va por México en 2024.
De la Madrid, quien se ha distinguido por una buena reputación y por la presentación de soluciones viables, propuso hace un par de días que Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, fuese nombrado responsable de la Guardia Nacional, con el objetivo de que el funcionario aplicase su experiencia como jefe de la policía capitalina en labores que involucran el orden federal.
La propuesta de De la Madrid hace buen sentido. Por un lado, un civil sería responsable del principal organismo responsable de la seguridad en México, y por el otro, evitaría la militarización de la Guardia Nacional.
En adición, Omar García Harfuch, a lo largo de los años como Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, ha dado buenos resultados. A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades del país, la capital ha mantenido niveles de estabilidad en materia de delincuencia. Gracias a su labor al frente de la policía, el gobierno de Claudia Sheinbaum es bien valorado y ha contribuido a la promoción de la imagen de la jefa de gobierno hacia las elecciones en 2024.
Ciertamente, algunos argumentarán que la delincuencia no ha sido erradicada en la Ciudad de México: labor imposible para una urbe de las dimensiones de la capital. Sin embargo, lo que sí es un hecho es que la capital, en comparación con otras ciudades, es relativamente segura, lo que ha contribuido a la buena reputación de García Harfuch como policía y funcionario.
La posibilidad de que García Harfuch llegue a encabezar la Guardia Nacional se antoja como una posibilidad remota durante la presente administración, pues es bien sabido que AMLO no tiende a escuchar recomendaciones, y menos aun si vienen de la oposición. Sin embargo, una vez instalado un nuevo presidente en Palacio, y si no se consume la idea de militarizar a la Guardia, el jefe de la policía contaría con buenas posibilidades de alcanzar al cargo.
En suma, si bien Enrique de la Madrid difícilmente será candidato de la alianza, y menos aun, electo presidente de México, su propuesta (quien quizá se decantaría por esa opción en caso de llegar a la presidencia) parece una idea sensata; una idea sensata dentro de un universo de insensateces que, lejos de buscar atenuar el problema del crimen organizado, están destinadas a recrudecer la crisis que vive México en materia de seguridad.