Cifuentes cobró pésimo el penal definitivo y eso fue suficiente para maquillar la noche desastrosa de la Liga MX, otra más, contra equipos de la MLS. Dirán los antiguos, América ganó, fue en penales, pero ganó, algo que no oculta la miseria futbolística con la que están jugando al futbol.
Por partes. Chivas y Galaxy no lograron llenar el bellísimo SoFi Stadium, preocupante que el más ganador de la MLS y el más popular de México sigan a la baja y ya no cautiven a sus aficionados. Hace unos días apenas, Chivas contra Juventus ofrecieron la peor entrada de los partidos amistosos de equipos europeos en Estados Unidos, fue en Las Vegas y ni ahí pudieron las Chivas emocionar a sus fans.
Decadencia de un equipo que tiene ocho partidos sin ganar y que contra Mazatlán se jugará la permanencia de Ricardo Cadena como entrenador cuando mejor deberían de considerar la continuidad del director deportivo, quien los ha llevado en tres años a no presumir absolutamente nada. Los logros de Ricardo Paláez y su armado de equipo ha sido unos cuartos de final, si unos cuartos de final en tres años.
Sin ganarle a los de la MLS, porque Chivas pierde y América empata, no hay tanta ciencia. Lo único rescatable de la noche es ver el posicionamiento del América en Estados Unidos, que a diferencia de Chivas, ayer telonero americanista, han llenado todos los partidos que han disputado en Estados Unidos contra Chelsea, Manchester City, Real Madrid y LAFC, este último también masacrado a Galaxy en la popularidad en la ciudad. Hoy es más para la liga de Estados Unidos Vela, que Hernández y está claro.
América con Emilio Lara ha encontrado al substituto de Jorge Sánchez en caso que se vaya, joven de fuerzas básicas que volvió a demostrar personalidad y no le ha quedado grande nada de lo poco que ha jugado, algo que nada tiene que ver con la preocupante falta de nivel competitivo, de contundencia y de alargar los buenos momentos futbolísticos de un equipo que parece haber equivocado al ratificar a un entrenador interino en vez de llevar a uno con jerarquía y experiencia.
Una noche triste, de nuevo, para la Liga MX, porque por más amistosos que sean estos partidos anticlimáticos, seguir sin ganarles a los de la MLS debe ser otro golpe al gran ego y soberbia de la Liga MX.