“Siempre hay que ver las 2 caras de una moneda”
Filosofía española y universal
Comienzo el presente ensayo reflexionando sobre la acción del Fofo Márquez que tanto se difundió en medios informativos y en redes sociales, totalmente reprobable desde todos los puntos de vista humanos.
Mi intención, como nunca lo ha sido en los artículos que escribo, no es ni criticar ni justificar dicha acción, pero sí analizar el entorno sentimental por el que ha pasado el Fofo Márquez desde la muerte de su padre por un cáncer inesperado, y como lo describen las noticias, en etapa 4.
El cáncer en los últimos 15 años ha girado mucho en cuanto a su evolución, tratamiento, y pronóstico, antes, aunque se diagnosticaba un cáncer en etapa 4, que la población en general no tiene información de lo que se trata, los pacientes afectados tenían más tiempo de vida y podían arreglar más su despedida terrenal, como ejemplo recomiendo la película: “Dying Young”, de 1991, que en México se proyectó como: “Elegir un amor”, con la extraordinaria actuación de Julia Roberts; también el caso de Steve Jobs fue muy notorio por el tiempo que duró con diagnóstico de cáncer de páncreas, y por el tiempo que tuvo para despedirse, repito.
En el caso del Fofo, por el trauma que tiene muy similar a un duelo no resuelto, seguramente su padre, que en paz descanse, no tuvo esta oportunidad humana de despedirse, y no con esto justifico su actuar, repito nuevamente, pero desde un punto de vista jurídico, y posiblemente jurisprudencial en un futuro, deberían considerarse a las personas que tienen traumas de este calibre, y que ocasionan un crimen, como pacientes psiquiátricos, tal como se hace en los Estados Unidos donde la justicia es muy similar a las nuestra en general, heredada igualmente de las “Leyes Napoleónicas”, con la única diferencia que allá se apoyan con un jurado imparcial. Conozco el caso de un joven muy trastornado que en la biblioteca de una universidad estadounidense le disparó a una de sus compañeras porque no quiso ser su novia, y el jurado lo sentenció más como demente que como asesino.
Es tan complicado entender lo descrito sobre el cáncer en la actualidad, y como se ha transformado en aparentemente más maligno, que algunos tipos se llegaron a llamar :“turbo-cáncer”, concepto biológicamente imposible por el tiempo que requieren las células de cualquier tipo para dividirse; también en una zona residencial de la Ciudad de México retiraron las antenas de transmisión de telefonía celular por la alta incidencia de estos tipos de cáncer en la zona, a pesar de que se ha demostrado en diversos estudios muy formales que las ondas de telefonía celular en cualquiera de sus formas no son cancerígenas.
Finalmente, para que la humanidad prosiga, y para que todos los casos jurídicos sean analizados correctamente, el sentido común siempre debería imperar.