Morena es el resultado de un pueblo organizado que impulsó la entrada triunfante de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Palacio Nacional. Ese precedente ha sido el parteaguas de la propia expresión que nació desde las luchas democráticas del país; asimismo, de aquellos que apoyaron la resistencia pacífica mientras se organizaban asambleas constitutivas.

Morena nación de un movimiento de diversos sectores

Así pues, Morena nació a través de un movimiento de participación activa de diferentes sectores y sociedad en general- que manifestamos el respaldo al ahora presidente- para asentar un nuevo periodo de transición política. Sin embargo, lo que hay que mencionar es que, el desarrollo de consolidación, sigue todavía un proceso que se tiene que cimentar demostrando apertura democrática.

Y en esa cuestión el propio presidente lo ha mencionado: “aquel que tenga autoridad moral, tiene autoridad política”. En pocas palabras, será el pueblo quien tome la decisión en la conducción de los proyectos de la 4T a futuro. Lo más preocupante de ello es que, las determinaciones, no han pasado- del todo- por la participación colectiva; curiosamente nos hemos encontrado con evidencias y testimonios que hablan de cuestiones arbitrarias que han arrebatado la pluralidad con graves irregularidades.

Como el caso de la encuestas que son, sin duda, un mecanismo que provoca desdén e incertidumbre, pero también grilla y pugnas internas pues las reglas de participación no son, ni tantito, un recurso democrático que sea el retrato del pulso de la población civil como nos vende la idea el dirigente nacional, Mario Delgado.

Mario Delgado debe reconocer que el método de encuesta no sirve

Aunque el propio Mario Delgado lo niegue, aún hay tiempo para poder organizar una consulta y sea el pueblo quien decida el mecanismo de selección de candidatos a puestos de elección popular. Es evidente que, la gran mayoría de simpatizantes y militantes, desaprueba la forma todavía vigente para elegir a los representantes a pesar de un sinfín de historias de injusticia que solo sirvieron para demostrar que la encuesta no sirve.

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Lo deben de reconocer. Es muy fácil salir a decir que son parte de los estatutos internos, pero no abren el abanico al pueblo que es bueno y sabio en este tipo de determinaciones, pues hay más formas democráticas que sirvan de termómetro para medir el sentir de la población civil. Se supone que hay apertura, en consecuencia de que han existido ejemplos de arbitrariedades en los que, detenidamente, han rebasado el límite autoritario de lo que parecen dedazos dado que los criterios que han ponderado no han dado resultados.

Y Morena debe someterse también a las consultas para determinar las formas. El pueblo tiene la última palabra, porque Morena es del pueblo. Movimiento de Regeneración Naniocal no tiene dueño, atrás han quedado esas prácticas viciadas. El reto que enfrenta en estos momentos el país requiere de organización y cooperación.

Vivimos en una etapa clave de consolidación de un proyecto alternativo. Aunque algunos no estén de acuerdo, los militantes y simpatizantes tienen esa capacidad de optar por las mejores propuestas. Existen tiempos y condiciones.

Otra alternativa sería que el órgano institucional del INE sea un árbitro para intervenir en los procesos internos, dado que no hay condiciones de equidad ni de piso parejo en el CEN de Morena.

Esto viene en respuesta a la serie de anomalías e injusticias en el CEN de Morena; habría que revisar muchos casos ya que hablamos de considerar la transparencia puesto que es determinante que los órganos colegiados acepten nuevas vías, por lo menos, en la toma de decisiones para elegir al candidato presidencial del lopezobradorismo rumbo al 2024, en donde se celebrará un ejercicio de transición.

Frente a ese reto, Morena debe trazar una agenda donde la prioridad sea la misma sociedad que alimenta al partido. No tiene ningún sentido si los discursos siguen siendo los mismos en los que aseguran que, el pueblo bueno y sabio, es quien decide. Si el poder es canalizado de las bases del partido, entonces que se organice una consulta para determinar el futuro ya que hay un rechazo generalizado a la encuesta.

Eso sería democracia y no simulación.

Notas finales

Y donde sí podemos hablar de pluralidad y democracia es en el estado de Zacatecas. De hecho, ya habíamos citado el ejemplo- pues la participación ciudadana- se ha vuelto una prioridad que hemos hecho hincapié en el proyecto de la 4T. Y cuando hablamos de contribución dado que la muestra más clara de ello ha sido el ejercicio de intercambio ciudadano que puso en marcha la administración local de aquella entidad luego de instalar las Audiencias por la Transformación y los asuntos que tienen que ver con la demanda social, el panorama luce alentador ya que es la propia ciudadanía quien expone sus inquietudes de frente a la autoridad. Eso sí es tomar en cuenta a la gente.

Fuerza por México

Y pasando a otro tema ya que hemos tocado una narrativa relacionada a la 4T, uno de sus grandes aliados se ha podido consolidar pues ha demostrado que tiene estructura y liderazgo. Me refiero a Gerardo Islas y Fuerza por México que, este proceso electoral pasado, demostraron poder de convocatoria y cuadros para encarar ejercicios de participación. Lo cierto es que su contribución significó una cantidad importante de votos en Oaxaca; ese efecto similar pasó hace exactamente un año en Guerrero y Baja California donde fue clave la suma de esfuerzos con la plataforma rosa. Y lo mejor para Islas es que en aquella entidad del Sur, no sólo conservaron el registro, sino que se afianzaron como un amigo y socio incondicional de Morena.

Prueba superada.