La resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a través de la cual se ratificó la candidatura del Senador con licencia, Salomón Jara Cruz, a la gubernatura de Oaxaca, es el comienzo de una nueva etapa que permitirá la consolidación de la Cuarta Transformación en nuestro estado.

Las impugnaciones y los instrumentos jurídicos -para dirimir de manera legal y legítima las inconformidades- forman parte de la democracia de nuestro país, herramientas que han sido logradas con años de lucha por parte de movimientos progresistas que sentaron las bases del esfuerzo que hoy observamos.

Más allá de cuestionar las discrepancias suscitadas de un proceso de selección de candidaturas, que se caracterizó por la democracia y legitimidad, --tal como lo confirmó el máximo tribunal electoral--, es hora de continuar adelante y trabajar conjuntamente a favor del movimiento que impulsa nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador.

Incluso en los desacuerdos se pueden encontrar coincidencias, y de este proceso que hemos vivido en Morena Oaxaca, es importante destacar la necesidad de clarificar en términos legislativos todo lo relativo en materia de paridad sustantiva, para establecer reglas claras sobre la participación política de las mujeres, una resolución del Tribunal Electoral que  representa un triunfo para las mujeres.

Estamos convencidos que otra realidad para Oaxaca es posible, que la pobreza que impide el bienestar de miles de familias que habitan en comunidades y en ciudades a lo largo y ancho del territorio, se puede revertir bajo los principios de nuestro líder moral, Andrés Manuel López Obrador: “no robar, no mentir y no traicionar”.

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El referente y líder de un gran movimiento Salomón Jara Cruz conoce perfectamente cada rincón de Oaxaca, lo ha recorrido de la mano del Presidente, codo a codo con la gente de Oaxaca y tiene el firme propósito de atender los problemas principales: la pobreza y desigualdad.

Oaxaca no puede, ni debe seguir siendo presa de intereses personales que históricamente solo enriquecen a las cúpulas, que toleran y esconden las muertes de niñas y niños por hambre, que obliga a hombres y mujeres a emigrar y dejar a sus hijas e hijos, un estado con pobreza extrema y carencias que no se esconden pese a costosas campañas publicitarias.

Es momento que se consolide, con el respaldo de las y los oaxaqueños un rumbo distinto, y por ello es un compromiso que en los próximos recorridos que habrá de reiniciar en breve, como desde hace muchos años lo hace, un amigo del pueblo escuchará, atenderá y planteará soluciones construidas con las propias personas involucradas, que harán posible ese Oaxaca por el que trabajamos todos los días.

Este momento histórico en el que nos encontramos, nos llama *a la unidad, a encontrar* en el movimiento de la 4T las coincidencias: todas y todos queremos que Oaxaca sea un estado con desarrollo, en el que las desigualdades se acorten, que no haya necesidad de salir del estado para tener un futuro mejor, que la violencia no se apodere de las calles, que nuestros hijos e hijas puedan crecer en un entorno de seguridad.

La lucha por un destino distinto es a lo que nos convoca Morena y esa misma lucha es la que debemos reforzar a partir de ahora, porque el enemigo no está entre nosotros, sino en el entendimiento de poder que ha fomentado la pobreza y la desigualdad. Encausemos los ánimos en construir ese otro Oaxaca que es posible.