Varios amigos me han hecho esa pregunta. Les he respondido a todos ellos: “No lo sé”. Tampoco puedo averiguar porque no hablo con nadie del cuerpo directivos de El Universal.
En la pregunta va implícita la presunción —que podría resultar cierta o falsa— de que el diario propiedad de Juan Francisco Ealy Ortiz ha dado pistas acerca de que sí publicará mañana martes una encuesta de preferencias electorales.
¿En qué se basa tal conjetura? En que hoy el mencionado periódico dio a conocer una encuesta muy grande para medir la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador, que según el estudio realizado por Buendía & Márquez sigue siendo bastante alta.
He dicho que la encuesta es bastante grande porque —se lee en su nota metodológica— se aplicó en vivienda a 1 mil personas.
Un experimento de ese tamaño —elaborado por una casa encuestadora prestigiada— debió haber costado varios cientos de miles de pesos.
Sería verdaderamente un desperdicio no haber aprovechado la encuesta de Buendía & Márquez para preguntar a la gente acerca de su corcholata preferida.
¿Publicará El Universal datos acerca de a quién prefiere la sociedad mexicana entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard? Como me dijo alguien, si no mañana, el próximo lunes: “Porque de que los investigadores de Buendía & Márquez preguntaron por las corcholatas, a fuerza preguntaron”.
Y es que no parece tener sentido financiar un estudio tan grande y costoso para saber lo que ya sabíamos: que AMLO es un presidente con aprobación muy alta.
Claro está, a juzgar por las encuestas de Alejandro Moreno, para El Financiero; de Enkoll, para El País, y de MetricsMx para SDPNoticias, empieza a crecer tanto la ventaja de Claudia Sheinbaum sobre Marcelo Ebrard que, la verdad sea dicha, una carrera tan dispareja podría perder un poquito el interés de la afición.
¿Y Adán Augusto? Como dije en El Heraldo Radio a Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez, lo que mejor que podría hacer el secretario de Gobernación —cuyos números en las encuestas son, de plano, deprimentes— consiste en dejar de competir, o sea, aceptar su realidad, para mejor ayudar al árbitro a que la contienda no se salga de madre. Mucho se lo agradecería Andrés Manuel a su gran amigo de Tabasco.