Mientras todo indica una verdadera crisis de gobernabilidad, los funcionarios que AMLO heredó a la nueva administración siguen creyendo que el país es suyo, que todo se vale y con total impunidad usan museos y recintos históricos para celebraciones privadas, al fin que no pasa nada, todo se resuelve con negarlo, hacer declaraciones superficiales y volverlo a negar, porque gozan de total impunidad.
Es corrupción
En un acto de absoluta frivolidad, irresponsabilidad y corrupción, la secretaria de medio ambiente y excanciller, Alicia Bárcenas, permitió que Martín Borrego Llorente, siendo jefe de oficina de la entonces Secretaría de Relaciones Exteriores solicitara por medios oficiales, espacio el 11 de septiembre al Munal, para, según dijo, llevar a cabo un evento diplomático con motivo de 89 aniversario de la relación entre México y Rumania.
Sin embargo, el recinto en realidad se utilizó para un cóctel con motivo del matrimonio de Borrego y Ionut Marian Vâlcu., su ahora esposo es un diplomático que funge como jefe de misión adjunto en la Embajada de Rumania en México.
No ha sido el único caso, a principios del sexenio de AMLO, el entonces presidente de la mesa directiva del Senado de la República y posterior, secretario general de gobierno de la CDMX y jefe de Gobierno en sustitución de Claudia Sheinbaum, Martí Batres, utilizó el Palacio de Bellas Artes para festejar un cumpleaños.
En mayo del 2019 el histórico Palacio de Bellas Artes se vistió de gala para un evento nunca visto en la historia del recinto, la clase política morenista y aliados como Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados; los senadores Ricardo Ahued, Julio Menchaca, hoy gobernador de Hidalgo y Félix Salgado Macedonio, gobernador de facto de Guerrero, acusado de violación y narcotráfico, además de Roberto Moya, Gabriela Benavides, Juan Manuel Fócil y Rogelio Israel Zamora del PVEM, entre otros, se reunieron para un acto religioso en el que se celebró el cumpleaños de Joaquín Naasón García, apóstol de la iglesia La Luz del Mundo.
Poco después Naasón fue detenido en Los Ángeles, California, acusado de al menos 19 cargos, entre ellos abuso sexual de menores, violación, posesión de pornografía infantil y tráfico de personas.
Las frivolidades
El gobierno que proclamó la austeridad republicana ha resultado bastante frívolo. Quizá todo empezó cuando AMLO decidió ocupar de vivienda nada menos que el recinto más icónico de todos los mexicanos, el Palacio Nacional, construido por órdenes del conquistador, Hernán Cortes, bajo la justificación de que la residencia oficial de Los Pinos era un exceso.
Al líder de la 4T se le olvidaron los principios republicanos que impulsó el general Lázaro Cárdenas, quien cuando fue electo presidente, decidió hacer un museo la entonces residencia oficial que era el Castillo de Chapultepec y trasladar la residencia oficial a lo que se conoció como Los Pinos, una residencia digna para un mandatario, pero no con el lujo monárquico de castillos y palacios.
Pero Andrés cumplió su capricho y vivió (o ¿vive?) en Palacio Nacional, con el lujo y la pompa de un monarca, con su séquito, cortesanos y toda clase de acciones autoritarias.
Pero, a la par preparó su lugar de retiro, un rancho con más de 57 hectáreas con tren, clínica y por supuesto, un cuartel para garantizar su tranquilidad.
La impunidad, corrupción, excesos, lujos y frivolidades son la marca del dominio cuatrotero. Recordar la boda que le costó el puesto a César Yáñez, apenas pasada la elección de 2018; la Casa Gris de José Ramón López en uno de los barrios más exclusivos de Houston; Monreal viajando en helicóptero “cuantas veces se le venga en gana”; las bolsas de lujo de Yeidckol Polevnsky; las más de 25 mansiones de Manuel Bartlett con valor calculado en casi mil millones de pesos; las 83 propiedades de Layda Sansores gobernadora de Campeche, compradas en su mayoría de “cash”.
Para eso llegaron al poder, para eso se sumaron al movimiento, para enriquecerse, para vivir como la digna corte de un rey tirano. Se sienten los dueños del país y pueden utilizar sus recursos para negocios, sus recintos para fiestas, en fin, es inadmisible; el caso del jefe de oficina de Alicia Bárcena no tiene justificación, más cuando la inacción de la secretaría a su cargo paraliza al país.
Pero mientras, la crema y nata rancia de la 4T, brinda y festeja en el MUNAL sin que pase absolutamente nada.
X: @diaz_manuel