Panamá.- Les platico: No he decidido quedarme a vivir en Panamá, pero en esas ando.
El aeropuerto de Tocumen es uno de los más importantes puntos para la conexión de vuelos en el mundo, Hub, le llaman los expertos. Tal privilegio se lo pudo haber agenciado el NAIM, pero López Obrador le dio en la madre con el conato de aeropuerto que degradó la honra del mártir revolucionario Felipe Ángeles.
Economía
La economía panameña es de las más pujantes del continente, sólo detrás de las de Estados Unidos y Canadá, a pesar de su escasa población, mucho menor que la de México, Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Perú y el resto de países centro y sudamericanos.
Solo Costa Rica -otro “chico/grande”- le disputa los honores en cuanto a estabilidad económica.
Corrupción e ineficiencia
En una cosa se parece Panamá a México: la corrupción y la ineficacia de sus gobernantes.
Laurentino Cortizo sucedió en la presidencia a Juan Carlos Varela y este a Ricardo Martinelli, cuyos hijos están presos en EU acusados de lavar $28 millones de dólares.
Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli quedarán en libertad el 25 de enero de 2023.
Fueron condenados por una corte federal de Nueva York a tres años de cárcel en firme y dos de libertad vigilada, además de pagar 250,000 dólares de multa cada uno.
Se declararon culpables de blanqueo de dinero y de haber llevado a cabo sobornos en favor de la firma brasileña Odebrecht.
En su audiencia de mayo pasado pidieron perdón a sus familias “por hacerlas sufrir”, al pueblo panameño y al gobierno norteamericano.
Cortizo y Varela se enriquecieron groseramente, al igual que Martinelli.
La justicia panameña ha sido benévola con ellos, pero no la opinión pública.
El problema es que los panameños también tienen una faceta que los equipara a los mexicanos: solo son bravos en los chats y en los cafés pero les falta garra para salir a la calle a exigir a sus gobernantes que hagan su jale.
Certeza jurídica y seguridad para emprender
A diferencia de México, las leyes panameñas ofrecen seguridad a los emprendedores extranjeros. Esto ha hecho posible un crecimiento sin precedentes en América, en la relación habitantes/inversión.
Acá se alienta la inversión extranjera porque por cada dólar que llega de fuera, los empresarios nacionales invierten otro tanto, según datos del BID, del Banco Mundial y de la OCDE.
El índice de informalidad como actividad empresarial es del 13% en Panamá. En México ese indicador es superior al 55%
Pobreza a la baja
La cantidad de pobres panameños se ha reducido en un 16% en los últimos cuatro años y en esa proporción se ha incrementado el segmento poblacional económicamente medio, motor del desarrollo mundial.
Los índices de criminalidad son los cuartos más bajos del continente, solo detrás de los de EU, Canadá y del sorprendente El Salvador.
Los talones de Aquiles de Panamá son la educación y la salud, pero los ingresos de la población -la mitad de los casi cinco millones son extranjeros- muy arriba del promedio centro y sudamericano, permiten el acceso a esos factores en forma privada.
CAJÓN DE SASTRE
“Qué más?”, pregunta la irreverente de mi Gaby.