¿Quién le habrá llamado la atención a Bloomberg por su publicación de ayer por la noche que revivió una de las premisas más estigmatizantes de la posición hegemónica de EU en Latinoamérica, y que ha sido un factor de definición discutible de la relación entre EU y México?
El título original de la noticia de anoche, que después corrigieron, enunciaba que: “Elon Musk corteja a proveedores chinos a establecerse en el patio trasero de EU” (en la madrugada sustituyeron el término por “… establecerse justo a lado de EU”). La información gira en torno a la invitación que está haciendo Musk para que, en su gigafactory de Tesla en Monterrey, participen proveedores de autopartes de fabricantes chinos establecidos en México.
Pero lo relevante del encabezado y el enfoque original de la noticia (que luego modificaron) fue el señalar a México como patio trasero de EU, que tiene una connotación política que no hay que pasar por alto, sobre todo en estos momentos donde se están discutiendo asuntos de carácter bilateral tan delicados como la migración, el tráfico de armas y de drogas, y por supuesto, el libre comercio en el contexto del nearshoring.
Para quienes hemos participado en negociaciones comerciales con ese país, este titular informativo nos pareció además de muy sorpresivo, sintomático de la visión tradicional de las élites de poder de EU hacia México, que han puesto a nuestro país en desventaja.
La acepción de patio trasero de EU se usa en ciencia política y relaciones internacionales para definir la esfera de influencia de ese país, dentro de “sus áreas tradicionales de dominio”.
Es descrita por algunos especialistas como Mateo Jones, como el “área dentro de la cual Estados Unidos, como propietario de la vivienda, ha afirmado algún derecho de propiedad o buscaba limitar la influencia externa”.
En esa visión de patio trasero, EU históricamente ha ejercido influencia y presión política en Latinoamérica, a través distintos medios y acciones, sobreponiendo sus intereses en la región.
Para entender el alcance de definir nexos en esos términos, puede recurrirse a la conflictiva relación de Francia con sus antiguas colonias africanas, consideradas su “pré carré” (o patio trasero), en lo que se conoce como la “Francafrique”. Un concepto neocolonial que tiene a Emmanuel Macron bajo fuego en la redefinición de la política de su país con las naciones africanas.
Es de especial importancia destacar la connotación que hizo Bloomberg, porque la postura del presidente López Obrador ha sido expresamente la de abandonar la posición de patio trasero, para asumir una de soberanía y libre determinación.
Esta se puso de manifiesto en la decisión de AMLO de no asistir a la Cumbre de las Américas que convocó Joe Biden en junio de 2022.
AMLO ha insistido en que “los doscientos años de dominación estadounidense en América Latina se han agotado y deben llegar a su fin”. “No somos un protectorado, una colonia ni el patio trasero de nadie”. “Decimos ‘adiós’ a las imposiciones, injerencias, sanciones, exclusiones y bloqueos”. En cambio, ha pedido una convivencia basada en la no intervención, la autodeterminación y la resolución pacífica de los conflictos.
El trato entre México y Estados Unidos debe ser de cooperación, asociación, y complementariedad. Al mismo tiempo que es amplio y estrecho por la frontera que compartimos.
Tenemos vínculos que no se pueden romper por nuestros intereses binacionales y regionales, y por lo mismo es una relación complicada. Pero ante todo debe ser una que respete y negocie los temas que a ambas naciones competen, mediante acuerdos mutuos.
Este es un asunto de la mayor importancia que en esta elección presidencial en México juega un papel crucial.
Xóchitl Gálvez con su gira a EU puso a México en una situación de subyugación, atendiendo a la posición de patio trasero. A diferencia, Claudia Sheinbaum ha declarado que “México nunca debe tener una relación de sumisión frente a EU”.
Así, con base en estas, y otras posturas encontradas, el electorado habremos de determinar el próximo 2 de junio con nuestro voto que visión de México debe prevalecer hacia el futuro.