En un artículo denominado “Sucesión Anticipada” publicado en Milenio Diario, con gran rigor analítico Liévano Sáenz argumenta que tratándose de elecciones: “Anticipar vísperas no siempre representa ventaja, sobre todo, en el caso de Morena, cuyos prospectos avanzados desatienden su responsabilidad formal, además de que abren margen para un escrutinio temprano en su contra y generan condiciones para el fuego amigo”.
Morena se debilita
Justo lo que pasa en la actualidad es el “fuego amigo” desde el propio Gabinete y en torno al partido, lo que tiende a debilitar la posición de Morena, un instituto con poca o nula oferta política, que se encarga básicamente de hacer eco de lo que dice el gobierno que encabeza AMLO, su líder, todas las mañanas en el Salón Tesorería.
Otro factor que debilita a Morena son las políticas públicas fallidas del gobierno en cada sector y en especial en los ámbitos más sensibles para la población, que muestran un rotundo fracaso. Salud, seguridad, educación, energía, empleo, inversión, deuda pública, en fin, todos son factores negativos que pesan sobre el presidente y sobre Morena.
La clase media y los pactos
Por otro lado, está el papel de la clase media en el juego democrático para determinar hacia dónde se inclina la balanza. Cuando ese estrato social sale a votar masivamente decide una elección. Fue así en 1994, luego de la descomposición política y económica que heredó Salinas, con los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu, la irrupción del EZLN y la terrible crisis económica.
Otra ocasión en que la clase media salió masivamente fue en el 2000 cuando ganó Vicente Fox y, por último, en un contexto de descontento masivo, en 2018, para apoyar el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
No puede pasarse por alto otro factor determinante para que AMLO ganara, su alianza y pacto con el PRI de Carlos Salinas.
Este PRI ya lo había hecho en el 2000 con Fox, para evitar el avance de nuevas corrientes políticas y la renovación del partido con la intención de regresar las cosas al punto previo a Ernesto Zedillo, cuando el PRI era el partido hegemónico. Después, en el 2018, decidieron empoderar a AMLO, todo para evitar la consolidación de las reformas estructurales que quitaban de tajo la estructura política del PRI corporativo, que abrían las condiciones hacia una libre competencia político-electoral y hacia una competencia regulada de la economía.
Contexto actual
Lo que vemos rumbo a la elección de 2024 es a una clase media que saldrá a las urnas a manifestar su decepción por los resultados de AMLO.
Que el contexto político, económico y social es aún peor que el generado por la administración de Enrique Peña Nieto. Se percibe mucha decepción, desilusión, un mayor enojo social y una sociedad que se siente engañada.
Monreal
Lo peor es que AMLO nunca entendió que gran parte de su triunfo en 2018 fue gracias al PRI y a los expriistas que le brindaron el apoyo de toda su base clientelar y ahora, por los pleitos internos y por haberlos traicionado o ninguneado, le retiran su respaldo.
Entre otros ejemplos está el caso de Ricardo Monreal. Un personaje que acompañó durante muchos años a AMLO y que, como se dice coloquialmente, AMLO “lo abrió”, tanto para la candidatura a la CDMX, como para la presidencia. Recordemos que Ricardo Monreal mantiene una liga indestructible con personajes como Manlio Fabio Beltrones y Carlos Salinas de Gortari.
Ya en 2021, AMLO y Claudia Sheinbaum lo acusaron de haber provocado la derrota en la CDMX y ahora, con el adelanto de la elección presidencial y el hecho de que fue excluido, es duramente atacado y los perros se le fueron encima.
Sin embargo, la respuesta de Monreal está en que la negociación entre él, el PRI y AMLO, es tan fuerte que, seguramente Andrés y su partido, si su soberbia no los ciega, estarán preocupados.
Ya el martes Monreal declaró que considera que existe una campaña para desacreditarlo y esa lucha interna en Morena puede ser el inicio de la ruptura del partido.
Morena no tendrá un día de campo en el 2024 y aún peor, prácticamente la ciudadanía hará el giro útil, votará por quien pueda ganar y presente a los mejores profesionales y políticos sin cola, con programa de gobierno y en coalición.