Desde hace muchos sexenios, los mexicanos hemos padecido las consecuencias de la falta de una política aeronáutica transexenal. La dolorosa verdad es que la política que se ha venido haciendo es la de ir parchando sobre la marcha, ya sea improvisando, o atendiendo primero intereses económicos, políticos y empresariales, en lugar de sentar verdaderas bases para una industria tan importante y necesaria como la aeronáutica, en la que por supuesto está incluida la aviación comercial.
Parece que ahora, después de varios tropiezos, el tema aeronáutico se empieza a tomar con seriedad desde la Secretaría de Infraestructura de Comunicaciones y Transportes (SICT). Se ha hecho pública la intención de realizar modificaciones a la Ley de Aviación Civil, con las que se busca consolidar a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
Esto a raíz del cambio que sufrió la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) para convertirse en Agencia Federal (AFAC), un órgano desconcentrado y con las atribuciones necesarias para ejercer su autoridad, como lo es ahora el regreso a la Categoría 1, adecuándolo a las disposiciones de regulaciones internacionales.
Para que quede más claro, la DGAC dependía en su totalidad de la SICT; ahora se pretende que la AFAC sea autónoma, por ejemplo, en el caso del nuevo artículo 6 Bis, en el que se precisa que es atribución de la AFAC otorgar permisos así como vigilar el cumplimiento de estos, resolver su modificación o terminación como otorgar excepciones, extensiones y exenciones, las cuales deben estar contempladas por las disposiciones técnico-administrativas en la materia de aviación civil correspondiente.
Por otro lado, la SICT ha detallado que las reformas que quiere realizar tienen por objetivo adicionar, homologar y unificar la ley con las disposiciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), ya que son parte del “Convenio sobre Aviación Civil Internacional” también conocido como el Convenio de Chicago.
Con fecha martes 11 de octubre del presente año, fue publicada en la Gaceta Parlamentaria el Acuerdo “… que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de Aviación Civil y de la Ley de Aeropuertos, en materia de concesiones a empresas paraestatales”, a cargo del diputado Omar Enrique Castañeda González, del Grupo Parlamentario de Morena.
En dicha publicación se puede dar lectura a la “Iniciativa con Proyecto de Decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos”. Para quienes nos interesa el tema aeronáutico la lectura de dicho texto es obligatorio.
Uno de los puntos que toca, y que en este espacio les he compartido es ¿dónde estamos parados como país en materia de aviación comercial?:
“…las aerolíneas Estadounidenses dominan el mayor número de pasajeros en vuelos internacionales, incluso por encima de las empresas nacionales. Esto se representa de la siguiente forma: para el caso de empresas Estadounidenses se considera un 50.5%, para Mexicanas un 28.4%, para Europeas un 8.9%, para Centro y Sudamericanas un 8.6%, para Canadienses un 3.0% y para Asiáticas un 0.6%.”
Y cierra su planteamiento mencionando las líneas aéreas nacionales que “ya no operan” 36 aerolíneas, entre las que destaco Latour -de la que eran dueños los pilotos de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA)-, Estrellas del Aire o Aerolíneas Internacionales; no hace falta nombrar a las ya conocidas, como Mexicana (y sus filiales) e Interjet.
La oposición parlamentaria sigue llorando la cancelación del NAIM, y realmente lo que les molesta fue la pérdida de un terrenazo de poco más de 700 hectáreas. Amén del “moche” que iban a llevarse en los pagos por mantenimiento para que no se hundiera el nuevo “HUB”; pero llama muchísimo la atención que se queden ahí, en la queja en redes sociales.
Esta oposición en las Cámaras no ha tratado el tema aeronáutico con seriedad, no hay un solo trabajo que provenga de esos partidos para hacer propuestas, o por lo menos, ver que hay la intención de trabajar en ello.
Ahora que se llevan a cabo varias reformas, lejos de ver un elevado e inteligente debate en el proceso legislativo, vemos una actitud infantiloide de los legisladores de oposición, sin presentar opciones, sin hacer foros, ni mesas de discusión que involucren a todos los que intervienen dentro de la industria aérea, como las empresas, los trabajadores y los sindicatos.
El nulo trabajo se ve, pues solo se dedican en redes sociales a descalificar y a repetir el mismo discurso. El mandatario del país ha ido modificando su discurso. Pongo de ejemplo que, ahora que apremia el regreso a la Categoría 1, dijo que el tema de la apertura de los cielos o cabotaje, sería la última opción de su gobierno.
Sin embargo, un día sí y otro también salen comentarios en redes sociales y en medios de comunicación, columnas en donde se sigue hablando de la necedad de AMLO de abrir los cielos. Sí, es importante generar en el público la idea de que el Gobierno de la 4T sólo está “destruyendo a la nación”, pero no puede hacerse sin dar ninguna propuesta real a cambio de cómo mejorar.
Si de verdad todos los que opinan en contra de lo que hace la 4T en materia de aviación se pusieran a trabajar, en hacer propuestas reales, otro gallo nos cantaría, y no dudo que ese debate derivaría en una mejor reforma. Ojo, no regresar a la construcción del NAIM, sino propuestas y críticas constructivas.
Soy de la idea, que si vas a criticar algo, es porque tú tienes alguna opción, o una propuesta para mejorarlo; por ejemplo, he sido una persona sumamente crítica con la manera en cómo se comunica mi sindicato con sus agremiados, demostrando que sin gastar los millones de pesos, se puede tener una comunicación efectiva con la base. Solo falta hacer el trabajo, pues una página de Facebook o de Blogspot no se alimenta sola.
Me parece perfecto que sea Morena quien esté trabajando en las propuestas, pero me encantaría que la oposición participase de los trabajos para que se haga en serio una política aeronáutica transexenal, que sin importar el color del gobierno en turno, estén establecidas las leyes que salvaguarden a nuestra industria aérea nacional. Es un bonito deseo de navidad.