Publica la dra. Alicia Elena Pérez Duarte una columna interesantísima en SDPnoticias, planteando cómo votará desde el feminismo y a pesar de que guarda una larga trayectoria admirable, su afirmación “soy feminista, pero estoy segura de que votar por Claudia Sheinbaum, no va a hacer avanzar los derechos humanos de las mujeres”. Parece lejana de la percepción que una amplia mayoría de mujeres guarda sobre la Jefa de Gobierno, por lo que respetuosamente comparto algunos elementos de análisis.

Razonar el voto desde el feminismo implica dos aspectos fundamentales: ideología y convicciones de quien será votada o votado así como acciones previas de gobierno. De hecho, lo más feminista sería poder reconocer en Claudia Sheinbaum a una mujer que no solamente llegaría a la Presidencia por el simple hecho de ser mujer, sino porque su formación, ejercicio de gobierno, alianzas, convicciones, proyecto de nación y estilo de gobernar la coloca como el perfil más idóneo.

El estereotipo contra el que luchamos es el que ha colocado a las mujeres como seres sin autoridad o capacidad para tomar decisiones y encabezar un gobierno, así que he decidido compartir una serie de razones por las que considero que la Jefa de Gobierno sería el voto más útil y efectivo desde el feminismo y también, desde la mexicanidad. Sheinbaum ha mantenido una política feminista con perspectiva de clase: sus esfuerzos no se concentran en la típica mujer citadina, académica o privilegiada que gana dinero propio y usa vehículo; los programas preventivos y el diseño de su política hacia mujeres se ha concentrado en combatir la desigualdad, privilegiar los derechos a la recreación, al empleo, a los cuidados compartidos y a la vida digna.

Comenzando por la estadística de seguridad: Sin lugar a duda, México es un lugar peligroso para ser mujer, la tasa de feminicidios diarios alcanza las 11 asesinadas al día y las 14 desaparecidas. Las razones son multifactoriales y las peores entidades en materia de feminicidio son gobernadas por hombres, como el Estado de México y Veracruz. La tendencia es inversa en la Ciudad de México, donde para noviembre de 2022 habían disminuido ya en 22% los feminicidios.

Aquí 10 acciones que han impactado en mejoras directas para las mujeres más pobres de la Ciudad y menos privilegiadas:

Las columnas más leídas de hoy
  1. Agresores fuera de los hogares: Uno de los delitos que se incrementó durante la pandemia, tanto en la ciudad como en el país y el mundo, fue violencia intrafamiliar. Desde el inicio, el gobierno encabezado por Sheinbaum entendió la importancia de priorizar a las víctimas y sacar de los hogares a los agresores o aquellos acusados de este delito. Fue la primera en tener una visión que brinda prioridad a madres e hijos.
  2. Mesas de trabajo feministas: He integrado el movimiento activista por los derechos de las mujeres desde hace poco más de 10 años. Siempre hemos sido incómodas, pero no podría dejar de reconocer que fue Claudia Sheinbaum quien, desde el primer año de gobierno, entabló mesas de trabajo permanente con colectivas y organizaciones. Ha entendido nuestras demandas y muchos cambios han sucedido, desde la presentación de la Ley Olimpia para proteger la intimidad sexual hasta el fortalecimiento de las LUNAS, espacios para las mujeres, la recepción de casos de violencia vicaria y el combate a la violencia institucional. Las instrucciones a su equipo han sido precisas y lo que nunca se vio antes: actualmente, en Secretaría de Mujeres, de Seguridad Ciudadana y Fiscalía se integran espacios de trabajo con activistas feministas para lograr el acceso a la justicia de mujeres.
  3. Barrio adentro, el programa para infancias y juventudes: el programa de niñas, niños y adolescentes de los polígonos con mayor vulnerabilidad comenzó a operar enfocándose en actividades para menores, pero logró identificar hogares donde los infantes son testigos de la violencia contra sus madres. La lógica y la dinámica es audaz: en vez de esperar a que una mujer deba salir de casa a denunciar, hay personas del gobierno capitalino asistiendo en el propio hogar, implementando medidas de protección y extrayendo a generadores de violencia de aquellas colonias.
  4. El equipo feminista: Ningún gobernante actúa solo. Sheinbaum ha tenido un criterio científico, estricto y moral para integrar equipos eficaces, alejándose de las cuotas y cuates para consolidar una batería de especialistas como la fiscal Ernestina Godoy, la coordinadora Sayuri Herrera, emanada del activismo, Ingrid Gómez y otra larga lista que también se integra por hombres con perspectiva de género que han priorizado a las mujeres, como el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch y el José Luis Rodríguez Díaz de León desde la Secretaría de Trabajo.
  5. Ateneas y policía especializada en feminicidio: Dentro de los esfuerzos que vale la pena reconocer es que la policía de la Ciudad de México es la única en todo el país que tiene unidades especializadas en prevención y combate del feminicidio; cuentan con módulos permanentes de capacitación en la Universidad del Policía y mantienen una red de mujeres tejedoras de paz. Tienen también una Unidad especializada en Género y hoy las mujeres policías visibilizan su crecimiento dentro de una institución que tradicionalmente se diseñó para hombres.
  6. Apoyo a las madres y a las emprendedoras: Ninguna entidad brinda tanto apoyo económico a las madres que crían en autonomía como la ciudad de México. Desde las Becas Benito Juárez hasta los financiamientos para madres, una familia con padre ausente puede recibir poco más de 6 mil pesos al mes en caso de tener dos menores. Además, crearon varios créditos para invertir en el talento de las mujeres y caminar hacia la autonomía.
  7. Internet feminista: Mientras algunas dependencias del país en el nivel federal ocultan su información, el talento de Pepe Merino en la Ciudad de México ha beneficiado a las mujeres ya que ha implementado conocimiento de estadística y datos con los que cada vez se forma un mayor conocimiento sobre la realidad de las mujeres y por lo tanto, se desarrollan políticas más precisas.
  8. Hoteles seguros para mujeres: A diferencia de los gobiernos moralinos como los del PRI y el PAN, en la Ciudad se han atrevido a reconocer que los moteles y hoteles son espacios de riesgo para las mujeres, principalmente para trabajadoras sexuales. Ahora los sitios de hospedaje en la Ciudad tienen medidas estrictas como impedir acceso a menores de edad, obligados a conectar sus cámaras a las del C5, obligados a mantener capacitación y colaboración así como en prevenir la trata de personas con fines de explotación sexual.
  9. Senderos seguros y consejerías estudiantiles: Sheinbaum ha apostado a la educación como un camino inequívoco para que los hombres dejen de producir violencia contra las mujeres y para que las niñas sepan identificarla, solicitar ayuda, no soportarla y construirse autónomas. El esfuerzo se Senderos Seguros ha incorporado arquitectura y diseño urbano feminista a los planes de la ciudad incluyendo calles más iluminadas y botones de pánico. Aunque en este momento el proyecto sigue desarrollándose, por supuesto que votaría porque las mujeres recuperen tranquilidad en las calles.
  10. Antecedente feminista y estudiantil: Sheinbaum ha vivido la experiencia de ser mujer desde un lugar muy parecido al de la mayoría de capitalinas, desde la vida universitaria en la UNAM, el metro, la protesta, la indignación social, el activismo y las ganas de progresar.

Finalmente, los objetivos establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas tienen una base hermenéutica que implica tomar objetivos generales aplicándolos a las realidades particulares. En la dinámica de la Ciudad, los derechos sexuales y reproductivos fueron un logro alcanzado hace años, cuando el aborto logró despenalizarse y ser gratuito en 2007; ahora los anticonceptivos son gratuitos y no es necesario comprobar ninguna edad para acceder a ellos y a la salud sexual.

Coincido con la reconocida dra. Alicia en que la impunidad es insoportable, pero también es importante hablar de que es construida desde el poder judicial que imposibilita la resolución pronta y expedita, alargando casos por años. Sin embargo, dentro del poder ejecutivo, yo votaría por Claudia Sheinbaum e invitaría a que todas las mujeres la llevemos a la Presidencia pues si ella fuese presidenta, volverían las estancias infantiles para todas las mujeres del país y se combatiría la feminización de la pobreza. Sueño con una mujer gobernante que siga abriéndonos las puertas, sentándose a escucharnos y construyendo país con otras mujeres, lo que ya ha hecho Sheinbaum en la Ciudad. Nadie me lo cuenta, nosotras lo hemos vivido.

Algo de lo que me percaté mientras escribía es que Claudia Sheinbaum es la única presidenciable que nos ve como mujeres, como iguales, como sujetas de derecho. Somos personas, no un voto, no desde el asistencialismo, no un coto de poder. Una dialéctica viva desde donde construye equipo... Todos los demás aspirantes nos miran infantilizadas, como víctimas eternas, como objetos que tienen que ser protegidos.

Sinceramente nos mira como personas, mientras Ebrard y Adán Augusto al igual que los opositores nos miran como incómodos seres a quienes tutelar y tener contentas con bobadas, sin entendernos. Aquellos no desean un México con igualdad y feminismo, aspiran a un país con mujeres entretenidas con tarjetas rosas y calladas. Sheinbaum aspira a coexistir, cohabitar y cogobernar empezando porque todas las mujeres seamos libres y poderosas, con el poder autónomo y soberano sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestras ciudades, nuestros espacios, nuestros trabajos y nuestras familias. Esa será su principal tarea: que existan condiciones seguras para la igualdad. Que seamos todas, no solo las que ahora pueden.