“Bajo el recuerdo remoto y vivo, jornadas rudas de su desgracia, rápidos cruzan por la memoria sus desconsuelos de amargura da: desde el sombrío taller primero que vió su carne cuando era sana, hasta la hora de la caída de la que nunca se levantara.”
EVARISTO CARRIEGO
Por segundo día consecutivo las huestes morenistas registraron agresiones, acarreo, destrucción de urnas y denunciaron condicionamiento de apoyos sociales a cambio de votos en favor de aspirantes a consejeros del partido en el poder. Diversas triquiñuelas fueron documentadas, particularmente las llevadas a cabo Durango, Estado de México, Jalisco y Yucatán.
Ante el desaseado cochinero del proceso de elección de los tres mil consejeros de Morena, hay algunos miembros y fervientes simpatizantes que ahora prefirieron guardar silencio, mientras otros lanzaron justificaciones, pretextos y las maromas eternas para culpar a externos al lopezobradorismo de lo sucedido.
Las elecciones internas de Morena brillaron por ser una calca agrandada de las peores prácticas del PRI precámbrico. En este caso, la cloaca la han destapado los mismos integrantes de Morena.
√ Y así se vieron cosas como un John Ackerman invitando a Epigmenio Ibarra a que se serenara. Algo parecido a la clásica: ¡serenos, morenos! Ackerman acusa acarreo, fraude, embarazo de urnas, boletas apócrifas, hasta de haber sido detenido por otros morenistas. Epigmenio Ibarra le espeta: ¡ay, John, qué cerca de Monreal y de Reforma; qué lejos de AMLO” (publicación que inició un intercambio de descalificaciones entre ambos colegas). Entre otras cosas, Ackerman dijo que era de “mala leche” lo que había escrito Epigmenio. Y no solo eso, también le soltó: “tu posición implica que López Obrador avalaría la corrupción y los fraudes de Mario Delgado, lo cual es equivalente a decir que el presidente sería un hipócrita. Pero no, el hipócrita es Mario Delgado”. En fin…
√ El alcalde de Poza Rica, Fernando “el pulpo” Remes, haciendo alarde de prepotencia y grosería, y le soltó a quien cuidaba de la casilla: “¿Dónde quieres que haga fila?, no estés chingando” (videos en Twitter).
√ Ricardo Monreal dijo que “Morena cayó en las trampas de la exclusión y del sectarismo”.
√ Mientras que Álvaro Delgado espetó: “…la única posibilidad de derrota política, electoral y ética de Morena se incuba desde dentro del partido que creó López Obrador”. Y “Morena arrastra vicios que mataron al PRD, los de la izquierda histórica y los del PRI: sectarismo, caudillismo, imposiciones, trampas, fraude y corrupción”.
√ Gibrán Ramírez Reyes señaló: “Advertimos de todas estas malas prácticas. Servidores de la nación, funcionarios federales y locales, parientes y operadores de gobernador@s, dinero público a raudales, ¡la que los chuchos nos aplicaban en 2008 pero ahora de los propios compañeros!”
√ De las mejores maromas, la de Abraham Mendieta: “Sospecho que la apuesta política de AMLO era que Morena ocupase la gran parte del espectro político mexicano y no solo de la izquierda política organizada. Por eso el amplio debate (y conflicto) que genera la interna morenista. La oposición, marginada, sin espacio político”. -Citlalli Hernández, pecando de ingenuidad —o simulándola— lanza: “Abrazo a quienes luchan y seguirán luchando desde la conciencia honrada que se subleva…”
√ Mario Delgado, como presidente de Morena, aseguró: “personas ajenas provocaron incidentes en las elecciones internas del partido”, dando una muestra más de que lo suyo es culpar a otros de sus errores.
Ante lo sucedido durante los dos últimos días, caben dos comentarios:
1.- Qué bonita familia resultó Morena.
2.- No fueron fortuitos los arrebatos; véase este fin de semana como recordatorio del porqué y bajo qué excusas AMLO argüirá la necesidad de mantenerse en el poder más allá del 2024.