Y pues, no es para menos. El presidente lleva meses adornándola en cuanto tiene oportunidad. Ha dicho que “no es su favorita para ser candidata a la Presidencia, pero que es inteligente, competente, capaz, honesta, santa, pura y buena”. Le ha levantado la manita varias veces en actos que parecen de campaña y en las mañaneras no pierde la oportunidad de nombrarla.
Claudia con su cabello impecablemente recogido y sus vestidos que casi parecen de tul, se planta muy cerca del presidente casi siempre que puede. Poco le falta para que lo tome de la mano y se vuelva una escena casi de un momento hermoso entre padre e hija.
Y así Claudia, ya ha salido en portadas de revista, ha escrito en diarios extranjeros, hasta saluda con la manita estilo The Crown.
Todo parecería ir bien. En el olvido ha quedado la desgracia de la Línea 12 del metro y la tragedia del Colegio Rébsamen ya quedó en la historia. Ella ahora intenta ser feliz y asumirse como la futura presidenta de México en el 2024.
Pero Claudia no contaba que ese señor que ama tanto como a un padre (así lo ha dicho) pues ha venido cometiendo errores tras errores y se le han ido descubriendo incongruencias entre lo que dice y hace y pues eso, claro que le ha pegado a Sheinbaum.
Los encontronazos que ahora tiene el presidente AMLO, por ejemplo, con países como Panamá que no le aceptaron a Salmerón como embajador, la rivalidad que tiene con muchos medios de comunicación y con muchos periodistas que él contraataca desde su posición de poder para generar más odio y poner mas en riesgo su vida, por supuesto que golpean a Claudia Sheinbaum también. Es claro que al presidente le dolió mucho la fibra sensible que le tocó Loret de Mola, la de su hijo y digo, a cualquiera, pero eso también puede tener daños colaterales para Sheinbaum .
El desdén de López Obrador hacia la clase media, pidiendo que sea una nueva clase media que no sea aspiracionista, hace que toda la clase media de México y en particular de la CDMX se le voltee por completo no nada más al presidente, sino al proyecto de Morena.
Y sus divagaciones en la mañanera, que no se entiende exactamente cuál es su estado de salud físico y mental y que deja dudas con respecto a su condición, también es otro punto de quiebre para Claudia.
Entonces la dulce Sheinbaum no se encuentra tan fuerte ni tan sostenida. Sí del presidente es del que se agarra para llegar a la Presidencia, pero el presidente está más ocupado ahora en atacar a periodistas que en impulsar a Claudia, pues prácticamente ella se está quedando sola.
¿O quién la apoya y acompaña en este camino? Es claro que Marcelo Ebrard no; él anda en su viaje a la luna y en una discretita mini campaña política, tomándose el solito selfies con la esposa y demás. Muy alejado de la vorágine central de Palacio Nacional. Haciendo lo suyo y moviéndose por él mismo porque claro que quiere ser presidente, pero sabe que no es el consentido de AMLO, y no recibirá apoyo de él ni mucho menos de Claudia Sheinbaum.
Ricardo Monreal es otro que ya también vio perdida la posibilidad de ser cobijado por Obrador, entonces se ha puesto también en acción y asimismo se toma videos y fotos y las sube a su cuenta de Twitter, pues porque ahí ya es la plataforma política por excelencia de los presidenciables. Tampoco apoyará a Claudia Sheinbaum.
Martí Batres es más que otra cosa un especie de asistente, pero que lo pusieron ahí nada más por órdenes del presidente pero no se le ve que haya empatía ni conexión con Claudia Sheinbaum. Y es que Clau quiere el escenario para ella sola: es claro. Por eso no resiste tener que convivir con las alcaldesas panistas, por eso todo lo que odia Obrador lo odia ella, pero como odia tantas cosas el presidente, pues Claudia Sheinbaum ya no sabe de dónde sostenerse que le reditúe votos de confianza y de simpatía .
Debe de estar muy de malas Claudia con la historia de amor de José Ramón y su bella esposa porque eso, quiera que no, la perjudica.
También debe de estar enojada con el caso de Salmerón porque si ella dice que es muy feminista y su jefe abraza a una persona que sobre él pesan acusaciones de acoso, pues eso le afecta.
Y así un montón de cosas le afectan a Claudia y que tendrá que quitarse del camino para llegar limpiamente al 2024, pero en particular lo veo difícil y eso la debe de mantener de muy mal humor.
Demasiados piedras le han puesto en los zapatos a la jefa de gobierno de la CDMX.
Claudia Santillana en Twitter: @panaclo