Irreverente
Les platico: la primera vez que los vi escenificar la demandante ópera “Don Giovanni”, de Mozart, escribí: aquí hay talento.
La segunda, al escucharles -y verles- en una selección de arias del repertorio operístico mundial confirmé lo dicho, aunque en el fondo esperaba algo como el tour de forcé que este jueves 20 presencié en el escenario que ellos y la filantropía de México Opera Studio crearon: el Auditorio Carlos Prieto del Parque Fundidora.
Por si se perdieron esos artículos puede leerlos en DETONA: Don Giovanni tanto talento junto en plena pandemia y nuestro país necesita muchos Mos.
Y es que cantar y tocar partituras que a lo mejor nada más sus autores y uno que otro melómano conoció, denota y detona no solo talento, sino también valor y hambre de triunfo.
Es que no es lo mismo aprenderse, ensayar e interpretar letras y pautas de Verdi, Puccini, del mismo Mozart, que de autores prácticamente desconocidos como Carlos Jiménez Mabarak, Daniel Catán, Nemesio Morales, Ricardo Castro, Estanislao Mejía, Miguel Meneses, Felipe Villanueva y Antonio de Maria y Campos.
A ver, ¿quién es el valiente que me puede decir que ya había escuchado a cualquiera de ellos?
Todos, mexicanos, compusieron ópera en los siglos XIX, XX y los menos en el XXI y aquí les va una anécdota:
En la introducción a uno de los temas de Daniel Castro, el cantante anuncia que el aria que interpretará fue estrenada en 1901… y no volvió a cantarse hasta hace un par de años en la Sala Nezahualcóyotl.
Y así la mayor parte del programa de este jueves, por eso digo que fue una labor digna de experimentados y conocedores y resulta que estos chavos tienen apenas 18 años -el más joven- y 26, el mayor.
Ándele, ándele, ese es valor, cuya madre es el deseo de que sus voces sean descubiertas por los “Mike Brito " del bel canto.
Y miren que no es una irreverencia -bueno, algo- que compare este tema con el béisbol, del cual Brito como descubridor de Fernando Valenzuela es el ícono de los buscadores de talento, también llamados “scouts”.
Y les voy a decir por qué: porque México Opera Studio -MOS- es considerado ya dentro y fuera de México como un centro de alto rendimiento para el perfeccionamiento técnico e interpretativo de cantantes emergentes y pianistas de repertorio.
MOS comenzó en 2019 de la mano de Alejandro Pérez Elizondo, su presidente, y un grupo de empresarios que hacen honor al filantropismo y comparten con artistas en ciernes el fruto de su éxito en los negocios.
Además de aplaudir a los talentosos actores de la ópera y a sus maestros, aplaudo también a Alejandro, a Gustavo M. de la Garza Ortega, Alberto de la Garza Evia Torres, Jorge Vázquez González, Luis Montemayor Chapa, miembros del Consejo de MOS.
Y a sus patronos: Bernardo Elosua Robles, Javier Luis Ibarra de la Garza, Pedro Madero Gámez, Alejandro Probert Gámez, Jacques Berrebi, Patricio Garza Garza, Bárbara Herrera de Garza y Ernesto Canales.
Qué bueno que ninguno de los expertos en ópera que hay en la Ciudad no recibieron la encomienda de hacer la crónica de lo que presenciamos este jueves, porque ya los veo escribiendo “decente performance de….”.
El tema no es si les falta o les sobra a los milicianos de MOS. El tema es que al talento se le pule apenas se le descubre y aquí está un ejemplo clarísimo de ello.
Si en vez de la veintena de mecenas que sostiene a MOS hubiera centenas, el MET de NY, la Scala de Milán, la Opera de Viena, la de París, el Carnegie Hall estarían colmados de mexicanos cantando igual o mejor que los consagrados.
Lo que ahora veo por tercera vez es la muestra clara de que talento y pujanza la tenemos de sobra, al nivel del talento del que presumen otros países.
Y perdón si no menciono aquí al sector gubernamental de todos los niveles, pero es que lo que están haciendo para apoyar a MOS es de tan bajo perfil que ni sus representantes se hacen presentes en presentaciones como a la que honrosamente fui invitado.
Sumo a la lista de mis aplausos a…
DOCENTES
María Katzarava, directora vocal; Rennier Piñero, director de interpretación y escena; Alejandro Miyaki, director musical; Ranniely Piñero, expresión corporal; Alberto Alonzo, asistente de dirección musical; Orlando Meza, asistente de dirección escénica.
COORDINACIÓN Y PRODUCCIÓN
Patricia Pérez, coordinadora y productora; Manuel Machado, asistente de producción, Luisa Mordel, Margarita Cadena, Diana Ramírez, Alicia Muñoz, Isabella Sifuentes, Patricia Pérez, Erbely López.
Al principio y al final de este artículos le comparto los video que DETONA captó de algunos momentos del concierto. Disfrútenlos.
CAJÓN DE SASTRE
“¡Bravo por todos ellos!”, exclama la irreverente de mi Gaby.