Entre los pasillos de la Cámara de Diputados y sedes legislativas locales se hablaba del partido naranja como “el nuevo Acción Nacional”. Su fórmula de integración, en realidad, es más bien una especie de “Frankenstein”. A propósito de la aclamada y polémica película “Pobres criaturas” de Yorgos Lanthimos, nada más cercano a Movimiento Ciudadano que la protagonista de la historia, Bella Blaxter.
Si usted no ha visto la película, vienen “spoilers”. Un cuerpo muerto, utilizado como vasija de experimentos y diversas creaciones bajo una mirada completamente masculina, utilitaria, algo obsesionada con la infantilidad principalmente de las mujeres. Movimiento Ciudadano es aquel cascarón cargado de marketing, era centro izquierda hasta que se volvió receptáculo de varias personalidades conservadoras, ex panistas y ex priistas, hasta lo que hoy se ha convertido, un conglomerado en el que igual hay espacio para feministas de alto nivel, como Patricia Mercado, mientras cohabitan Álvarez Maynez con sus ideales de convertirse en el Nayib Bukele mexicano, apoyando los tratos inhumanos y sin Estado de derecho del sistema penitenciario de El Salvador; junto a Sandra Cuevas, que al mismo tiempo, es ultra derecha de la ultra derecha, Trumpiana, conservadora y autoritaria.
Bella Baxter, tras ser infantil en cuerpo de adulta por tener cerebro de bebé, construyó una autonomía de pensamiento a partir de la prostitución. Así como Movimiento Ciudadano fue un partido idealista y juvenil que poco a poco, se cargó de activistas, infantiles idealistas construyendo mientras su cuerpo machacado por los políticos de antaño que lo crearon desde el salinismo para cumplir con la función de esquirol que preservaba la moldura madura que hace unos años se convirtió en altamente competitiva.
Su postura anti aliancista con impresentables de la “vieja política” junto con liderazgos avasallantes y frescos como Samuel García hicieron atractivo al partido naranja. Todos los desanimados, feministas, rostros renovados y puritanos fueron migrando poco a poco a la plataforma entonada por Yuawi. Mariana Rodríguez se convirtió en esa personalidad adorable que hizo a Bella Blaxter parecer la más feminista de las feministas y la más empoderada de las mujeres de su época.
Sigo sin atreverme a criticar la durísima postura de algunas compañeras que critican el personaje desarrollado por Emma Stone a la perfección. Se dice que la visión totalmente patriarcal en las tomas y escenas con alta carga sexual es anti feminista. Aunque, ciertamente, el disfrute sexual de las mujeres ha sido una de las luchas más antiguas, desde la píldora anticonceptiva hasta la revolución sexual, el derecho sobre el propio cuerpo se ha reivindicado, aun cuando se trata de tramas fantasiosas y dignas de un relato de André Breton.
Movimiento Ciudadano ha logrado prostituir también ese enorme capital político que lo ha colocado en boca de algunos analistas y críticos como la alternativa más prometedora hacia 2030. La Real Academia Española dice que este verbo, del latín prostituĕre, tiene dos acepciones:
1. tr. Hacer que alguien se dedique a mantener relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero.
2. tr. Dicho de una persona: Deshonrar, vender su empleo, autoridad, etc., abusando bajamente de ella por interés o por adulación.
Si es que un final feliz puede tener Bella Blaxter, es haber logrado conocer sus orígenes espantosos y opresores, sabiendo que ella misma como el “monstruo” imprudente que un científico pudo crear, era su propio hijo, así como la vieja política encarna al nuevo movimiento naranja. Después de todo, la vitalidad e inteligencia de Bella Blaxter se desarrolló casi con tanta expectativa como la que juventudes de la izquierda colocaron en Gibran Ramírez, que ahora posa con tenis fosfo fosfo banalizando la actividad política que, para él, llegó a ser seria y sagrada.
Durante años, han desfilado brillantes activistas, feministas, luchadores sociales y representantes de movimientos valiosos hacia Movimiento Ciudadano. Aquellos que apuestan a combatir la militarización, varios desencantados de la Cuarta Transformación, muchos progresistas, liberales y ambientalistas. La renuncia de Patricia Mercado a la coordinación de campaña de Álvarez Maynez advierte que de los ideales han abusado bajamente por interés. El camino de MC era casi impecable, pues más allá de algunos orígenes de familias ligadas al panismo, todas y todos los que se sumaban a aquel partido podían continuar siendo de la izquierda “buenaondita”.
Al igual que “Pobres Criaturas”, todo fue ficción. Menos para Ricardo Monreal. Sandra Cuevas conquistó corazones de la derecha que se debate con altas preferencias en la Alcaldía Cuauhtémoc. Quienes la apoyan están más cerca de querer salir a votar por el “movimiento rosa”. La apuesta es maravillosa para Caty Monreal: sea la derecha aliancista del PRI, PAN y PRD o sea la derecha de Movimiento Ciudadano, su triunfo se advierte con sencillez por la previsible división del voto. Esa ya no es ficción.
¿Valió la pena “Poor Things”? Totalmente. Extraordinaria, surreralista, sarcástica, irónica, sugerente, pícara y nada adecuada para el conservadurismo, ni el de las derechas ni el de las izquierdas. Medio feminista.
La candidatura de Sandra Cuevas al Senado de la República fácilmente le permitirá influir en sus simpatizantes para llevar agua al molino de su nuevo partido. Después de todo, bien se dice que en política no hay sorpresas, sino sorprendidos. Touché para Movimiento Ciudadano y su “God” Blaxter, Dante Delgado.
X: @ifridaita