El pasado 26 de agosto, en “El foro para las mujeres”, celebrado en Mérida, Yucatán, la priista Beatriz Paredes cerró sus mensajes de forma brillante denunciando los “pactos patriarcales” que ensucian a la política.

Dijo Beatriz:

1.- Lo que entusiasmó a la ciudadanía que simpatiza con la oposición no fue la aparición de Xóchitl Gálvez, como afirman los publicistas de la aspirante panista, sino “la democratización”

2- “No hay que confundirse. Personalidades brillantes como la del Xóchitl existen, pero la democratización es lo que prendió la fuerza y el entusiasmo. La posibilidad que percibe la gente de que puede incidir en las decisiones y que las cúpulas están cambiando”.

3.- Por tal razón, Beatriz decidió “no declinar” a favor de Xóchitl, como tanta gente de derecha se lo ha pedido.

4.- Declinar, expresó la priista, sería “repetir el modelo patriarcal de los arreglos”.

5.- Si las mujeres permitieran que en el frente PRI, PAN, PRD se repitiera ese modelo, subrayó Paredes, estarían “jodidas”.

Lo sepa Beatriz o no, lo acepte con resignación o proteste, el mando patriarcal priista ya pactó con los machitos del PAN y del sector empresarial que han decidido tener a Xóchitl como candidata.

Por eso, Alejandro Alito Moreno dijo, sin esperar al resultado de la encuesta oficial del frente PRI, PAN, PRD, que las encuestas no favorecen a Beatriz Paredes.

Beatriz ha exigido al dirigente priista que espere el resultado de las encuestas antes de descalificarla, pero ella ya sabe lo que viene: una encuesta arreglada en la que va a perder porque va a perder.

Si Beatriz Paredes se conforma con ser senadora o diputada otra vez, traicionará su esencia. Si es fiel a sus palabras pronunciadas en Mérida, es decir, si honra su propia ideología, Beatriz deberá renunciar al PRI y a la alianza con el PAN y el PRD, porque han pisoteado su dignidad.

En Morena, no tengo la menor duda, Beatriz tendría un espacio a la altura de su prestigio de mujer de izquierda con una trayectoria importante. La recibirán con gusto el presidente que se va, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta que llega, Claudia Sheinbaum, lo mismo que la gente más inteligente del partido en el poder.