Nunca creí decir esto en mi vida, pero estoy de acuerdo con la columna escrita por Denise Eugenia Dresser Guerra en el pasquín Reforma, sumamente crítica contra el INE... allá por julio de 2017.

En el texto, titulado “Copa Rota”, Dresser señala con tino y una claridad pocas veces vista en ella: “Perdimos al Instituto Nacional Electoral. Se rompió (...) el INE con sus acciones y omisiones desde 2003 ha ido astillando la copa, resquebrajando el recipiente”.

Continúa la columnista: “La ciudadanía mira al árbitro electoral y no ve ahí imparcialidad, autonomía, capacidad para asegurar la equidad y la limpieza electoral.”

”Al contrario, hoy el INE politizado y partidizado contribuye a acentuar la desconfianza que fue creado (sic) para combatir”.

Después de hacer un buen recuento de todos los fraudes que por acción u omisión el INE (antes IFE) ha avalado desde su fundación, Dresser, quién ahora convoca a la oposición mexicana a marchar por el INE, pidió incluso la renuncia de Lorenzo Córdova y el resto de los consejeros facciosos, cómo Ciro Murayama:

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”Por ello es necesaria la renuncia del Consejo General del INE y su sustitución vía un proceso de designación ciudadano”.

Por cierto, esta columna ya fue borrada por Reforma, en un atentado a la libertad de expresión, aunque puede leerse sin problemas en Twitter: