Uno de los cuestionamientos más intrigantes modernos es saber quién decide el valor del dólar americano en pesos mexicanos.
Sabemos que existen instituciones como el Banco de México, el Banco Mundial, el Mercado bursátil en general, o el Fondo Monetario Internacional, que por medio de cotizaciones, cálculos de alto nivel, y estadísticas complejas, deciden el precio al que se va a cotizar el dólar cada día para poder ser cambiado a pesos mexicanos.
Pero lo más fascinante sería pensar, que desde un punto de vista humano, sea una sola mente, o varias, las que deciden cada noche la cotización del dólar al día siguiente, es finalmente, repito, un acto humano, en el que intervienen tanto inteligencia y racionalidad, como sentimientos y resentimientos.
Por eso resulta tan interesante analizar el porqué la cotización del dólar en México en pesos se ha mantenido tan estable durante el actual periodo gubernamental encabezado por el partido Morena, porque casual, o causalmente, coincide esta estabilidad del dólar con el aumento impresionante de captación de remesas en nuestra patria.
Se sabe que durante el año pasado 2022, México recibió 58,497 millones de dólares de las remesas de los mexicanos que en los Estados Unidos reciben el pago de su trabajo necesario para la economía del Norte de América, que lo envían a sus familiares en todo el territorio nacional a través de los distintos mecanismos bancarios existentes, y que se cuenta asi tal cual como remesas, nombre muy interesante al pensar que se trata de llenar las mesas o de poner más mesas.
Por eso se me ocurre una hipótesis económica de muy alto nivel: Que la razón por la que se mantiene el dólar tan estable en relación al peso mexicano, es para controlar el poder adquisitivo de esos 58,497 millones de dólares que llegaron a nuestro país, es decir, con ese capital en dólares no se pueden aumentar las compras de productos en México, y peor aún, aquí mismo en México todos los precios de productos de primera y segunda necesidad han aumentado sin razón económica aparente, ya que deberían aumentar, como siempre lo han hecho, cuando aumenta paralelamente el dólar, y obviamente, ya no es el caso, la única excepción de éste incremento hasta ahora inentendible de precios, sería el del huevo, por la presumible influenza aviar recurrente mundial.
De ser cierta la presente hipótesis, si los que deciden el precio del dólar en pesos de alguna manera también decidirían aumentarlo durante alguna noche de re-encuentro existencial con ellos mismos, la inmensa población de mexicanos que reciben remesas podrían comprar más artículos de primera y segunda necesidad, incrementándose secundariamente toda la economía nacional.
Alberto Halabe en Twitter: @cancercuretop2