Tener un trabajo precario, en donde el salario no te alcanza, no te respetan las vacaciones, hay acoso laboral, no te promueven de puesto y no tienes forma de defenderte ante estas arbitrariedades, afecta de forma directa tu salud mental, tu sueño, tu tranquilidad, y si a esto le sumamos que no sabes si respetarán tu contrato o te van a despedir en cualquier momento, es muy probable que tengas enfermedades relacionadas con ese estrés, que estés tomando medicinas para dormir, para la presión alta, para la gastritis, te rompas los dientes de apretar la mandíbula, pues tu subsistencia laboral está enfrascada en un entorno de total inseguridad.

La normalización de las enfermedades y trastornos en nuestra salud relacionados al trabajo que desempeñamos es algo generalizado, es muy común compartir remedios y medicamentos entre los colegas del trabajo, porque todos están padeciendo lo mismo, de hecho vemos como algo raro que alguien no tenga una dolencia relacionada al trabajo, como si fuera una parte intrínseca del esfuerzo, de las jornadas extenuantes, de los horarios extendidos, de la multitareas, que casi hace sentir culpable al trabajador que no le hecha ganas hasta niveles de lastimarse; hay una alienación al trabajo, a la disciplina y el control de nuestro tiempo, como si la cultura laboral del esfuerzo tuviera como único objetivo sacar el trabajo a costa de la salud.

Cuando no tienes trabajo la angustia te consume, cada día es una desesperación total, sobre todo si se tiene familia, no hay un futuro, no hay un camino por delante, pues no se sabe cómo se va a subsistir cuando amanezca, todo el cuerpo está alerta, no se come bien, no se descansa, la mente no piensa en otra cosa más que en tener trabajo. Pero resulta que tener trabajo en condiciones precarias, genera casi el mismo nivel de estrés, pues el deterioro físico y mental de trabajar en condiciones de explotación, sin respetar los derechos de la persona, pagándole uno o dos salarios mínimos, también lo hace estar ante un proceso en donde no le alcanza para comer bien y con trabajos puede vivir con su familia.

Estas son algunas de las conclusiones a las que llega el informe PRESME, que acaba de ser publicado por la universidad Pompeu Fabra de Barcelona, “Precariedad laboral y salud mental: conocimiento y políticas”. Cuyo análisis sobre la situación laboral en España es un espejo de las condiciones laborales que viven los trabajadores en México, pues en nuestro país prevalecen las condiciones de precariedad laboral en más del 60% de los trabajos formales (inscritos en el IMSS) que ganan de uno a dos salarios mínimos y todos los trabajadores informales.

Hay 6 dimensiones esenciales que señala el estudio para considerar un trabajo precario:

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  1. La inestabilidad del empleo (tipo y duración del contrato, no saber si te van a correr en cualquier momento);
  2. Bajos salarios;
  3. Escaso poder de negociación (capacidad de negociación de las condiciones de empleo, no tener sindicatos que pelen por los derechos);
  4. Vulnerabilidad (relaciones sociales de poder en el lugar de trabajo, con situaciones de amenazas, discriminación, etc.);
  5. Menos derechos laborales (indemnización por despido, compensación por desempleo, que no dejen disfrutar vacaciones, no paguen utilidades, etc.); y,
  6. La falta de poder para ejercer estos derechos (que la justicia laboral sea mala, lenta y/o corrupta).

Revisa estas dimensiones y verás que es la constante de las fábricas y oficinas a donde trabajas, es nuestra realidad laboral.

Como podemos ver, estas condiciones se perciben en la mayoría de los trabajos en México, es parte de la herencia neoliberal que se implementó durante los últimos 30 años, y que sin duda tuvo su mayor auge con la implementación de la subcontratación a partir del gobierno de Vicente Fox y que continuó con Calderón y Peña Nieto. En nuestro país se labora en condiciones precarias de salario y derechos laborales, lo que está enfermando a los trabajadores.

En la siguiente entrega, haremos un análisis de las propuestas de los especialistas para solucionar la salud mental en el trabajo, entendiendo que es un problema multifactorial, en donde todos tienen una participación en los cambios, tanto el sector obrero, los sindicatos, los empleadores y sobre todo el gobierno.

Por lo pronto le invito a que busquen el estudio y los descarguen para que pueda ser analizado: https://www.upf.edu/web/innovacio/noticies/-/asset_publisher/MBOkUGyzrXir/content/l-informe-presme-evidencia-que-la-precarietat-laboral-provoca-el-deteriorament-de-la-salut-mental/10193/maximized

X: @riclandero

Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en derecho por la UNAM