Dicen que el tema de las encuestas electorales en México data del año 1994, año en el que el INE las reguló para que los ciudadanos votantes se fueran formando una idea de cuáles de los candidatos para diversos puestos políticos llevaban ventaja y cuáles desventaja.
Eso no es del todo correcto, ya que El Norte, de Monterrey, papá del Reforma que conocemos, publicó encuestas electorales varios años antes.
Hoy por hoy, las encuestas electorales siguen muy vigentes, pero la confusión es de tamaño catastrófico porque en realidad no se sabe a ciencia cierta cuál casa encuestadora es incorruptible y cuál es un fraude.
Las personas intentan creer en estas casas encuestadoras, pero simplemente se va difuminando esa credibilidad y hay una razón, de las muchas razones para que ello sea prácticamente imposible.
¿La razón?
Por ejemplo, El diario Publimetro publicó hoy una encuesta de preferencias entre los candidatos para la Presidencia del 2024 en la que da el segundo lugar a ¡Samuel García! Así es, amigos, ¡así como lo leen…!
Publimetro asegura, afirma y confirma que Samuel García está mucho más arriba en las encuestas que Xóchitl Gálvez, algo que francamente es imposible de creer. Ninguna otra encuesta dice eso.
Publimetro miente al afirmar tal cosa y una, la verdad, ya se está cansando. La gente no es tonta y se da cuenta de que diversas casas encuestadoras de diferentes medios están totalmente vendidas.
El panorama de la encuestadora de Publimetro para la candidata que lleva la delantera, Claudia Sheinbaum, coincide con otras casas encuestadoras como la de SDPNoticias, llamada MetricsMx, que lleva ya tiempo ganando prestigio y credibilidad. Coincide también Publimetro en dar el primer sitio a Claudia con la casa encuestadora de El Universal, Buendía y Márquez.
En realidad, todas las encuestas coinciden en que Claudia Sheinbaum lleva la delantera por mucho, unas con 35 puntos de ventaja, otras con 24 y otras hasta le dan una ventaja de 52 puntos porcentuales a Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez.
Suena a verdad cuando se lee el resultado de estas encuestas que colocan a Claudia Sheinbaum en la delantera, porque no se puede ser omiso ni ciego al aceptar que Claudia lleva muchísimo tiempo en campaña, que en la memoria colectiva de los capitalinos su imagen está fresca y reciente por haber sido jefa de gobierno y su imagen también es popular y conocida por ser muy cercana a Andrés Manuel López Obrador.
Es evidente que Claudia Sheinbaum le lleva ventaja a Xóchitl en muchas cosas, por eso es tan valioso que Xóchitl a punta de esfuerzo y de constancia se encuentre en el segundo lugar de estas encuestas. ¿Puede haber una remontada? Por supuesto que sí, en política todo es posible. Difícil, pero no imposible.
Pero de ahí a que encuestas como la de Publimetro pongan a Samuel García encima de Xóchitl daña todo el proceso y credibilidad de las propias encuestas.
Eso daña también a Claudia Sheinbaum porque entonces menos se cree en estas encuestas ni hay confiabilidad en ellas, en las que Claudia lleva la delantera.
Daña también a Xóchitl Gálvez porque el que Samuel García esté por arriba de ella en las preferencias electorales no es verdad e incluso daña al propio Samuel García porque queda como el que fácilmente compró esta casa encuestadora o les pagó para que lo colocaran por encima de Xóchitl.
Todo esto me suena más a una maniobra desestabilizadora por parte quizá de Movimiento Ciudadano para confundir a las personas y distraernos de lo verdaderamente importante.
No me sorprende que Claudia Sheinbaum esté por arriba de Xóchitl Gálvez en todas las encuestas. Era lo esperable. Xóchitl ha tenido poco tiempo para posicionar su campaña con un Santiago Creel dormido y sin chispa como su vocero.
La ciudadanía es la que ha colocado y ha empujado a Xóchitl en donde ella ahora se encuentra. Y eso sin duda, debe de generarle ruido y miedo al círculo morenista y a MC.
Pero de ahí a creer que Samuel García esté arriba de Xóchitl Gálvez en las encuestas es de verdad de risa.
Lo que más me impresiona y hasta la sonrisa se me va, como diría la canción, es que lo que jamás nos imaginamos sucedería, está sucediendo: que aparezca Samuel en la competencia.
No sé si su papel sea el de distraer, el de hacer alianza con Obrador, el de armar mitote o muy, pero muy en el fondo de verdad quiera ser presidente porque en verdad ame a este país. No logro descifrar a Samuel, sus intenciones me parecen más lúgubres que honestas.
Pero ahí tienen que lo que será una realidad es que de ahora en adelante veremos resultados increíbles en estas encuestas y que más allá de permitir que nos generen una percepción de triunfo o de derrota de unos y otros candidatos, deben ellos ahora sí verse obligados a trascender las encuestas, salirse del juego que estas representan de poner a unos contra otros y nos deberán enseñar qué tienen qué ofrecer, con qué y por qué.
El reto para las y los candidatos no será fácil sin una casa encuestadora respaldándoles, pero es momento de que nos demuestren que sí se merecen el lugar que se les da en las encuestas.
Yo como ciudadana, hago un atento llamado a todas las casas encuestadoras para que dejen de difundir encuestas con resultados irrisorios porque entonces nadie en verdad nadie creerá en ellas.
Sean más discretos y menos obvios. Andamos todos muy avispados.
Es cuanto.