¿Cuál es la razón por la que partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, líderes sociales, académicos y la ciudadanía en general no han salido en defensa del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) que AMLO quiere destruir a toda costa?
¿Será que la transparencia tampoco le conviene a políticos de todos colores, empresarios, medios y demás actores sociales?
Trascendental para la democracia
El INAI surge como instrumento para transparentar y poner información a disposición de la sociedad sobre las acciones de la administración pública, y junto con el INE y el TEPJF, forma parte del andamiaje institucional al que todo país democrático aspira.
En comparación, por la defensa del INE y del TEPJF se organizaron dos ejemplares manifestaciones ciudadanas, que lograron frenar, primero, la reforma Constitucional que pretendía trastocar los principios democráticos y carácter ciudadano del INE, para regresar al gobierno las atribuciones y de la organización de elecciones a su antojo, y luego, al llamado Plan B, la “chicanada” legislativa que propusieron AMLO y Morena para tomar el control del INE y en 2024, poder orquestar un fraude similar al de 1988 con Bartlett como secretario de Gobernación.
Posteriormente, con la intención de restar atribuciones y permitir los arreglos “en lo oscurito”, el TEPJF también fue asediado por AMLO, Morena y sus compinches. Afortunadamente la sociedad se pronunció y evitó que prosperara la iniciativa que, entre otras cosas, pretendía solidificar el ultraconservadurismo de Andrés.
De espaldas a la sociedad
Gracias al INAI se han conocido muchos casos emblemáticos de corrupción, entre ellos el pago exorbitante en la compra de colchones en las embajadas de México y el monto de las compras de ropa y perfumes de la primera dama durante el gobierno de Vicente Fox. En el gobierno de Enrique Peña Nieto se reveló el pago de favores relacionados con la famosa Casa Blanca, así como las redes de corrupción de la Estafa Maestra. Los detalles de lasempresas fantasmas de Javier Duarte de Ochoa y el desvío de 156 millones de dólares del Ejercito Mexicano a empresas fantasma entre 2013 y 2019. El cartel inmobiliario de Manuel Bartlett. La llamada Mala Cosecha y los contratos de Pemex en el caso Odebrecht.
También toca actos de lesa humanidad
Se conocieron además casos graves de violación a los Derechos Humanos como: Ayotzinapa, Tlatlaya, el Socavón en Cuernavaca (autopista CDMX–Acapulco), la Guardería ABC, San Fernando, Rio Atoyac, Atenco, etcétera.
De igual forma, el INAI creó en su página de Internet un micrositio para consultar la documentación que han difundido diversas instancias del gobierno federal sobre el caso de Segalmex, donde se investiga un fraude por más de nueve mil millones de pesos.
Les duele
Pero el trabajo del INAI resulta ser todo un agravio en contra de AMLO y su 4T, tan llena de corrupción y al igual que todos los contrapesos democráticos, ahora lo pretende desaparecer ¡y no lo oculta!
Opacidad, el “mundo ideal”
Esta institución de transparencia es incómoda para AMLO porque quiere ocultar sus fraudes y las consecuencias de las decisiones que ha tomado, por ello ordenó su desaparición.
En una reunión con senadores de Morena Adán Augusto López, titular de Gobernación les trasmitió la instrucción del presidente: un INAI sin quórum para operar es “el mundo ideal”.
En la grabación se escucha: “Y me dice: ‘¿Y qué sucede si vetamos o no publicamos?’ Bueno, pues lo que va a suceder es que si usted lo objeta es que no va a poder funcionar el Instituto. Seguramente, estos van a intentar promover algún recurso para que la Corte obligue a nombrarlo; pero pues de que la Corte ordene que se nombre al que se pueda construir políticamente una mayoría calificada pues hay un mundo de diferencia”.
“Y me dijo y aquí se los comento a todos ustedes, ‘yo creo que es lo que más nos conviene es que haya un periodo de un impasse”.
¿Por qué miente AMLO?
AMLO asegura que para eso existe la @FGRMexico y que su gobierno no se ha reservado nada, “no tenemos nada que ocultar”. Pero la realidad es otra:
Nada más durante los tres primeros años de su administración, las negativas a proporcionar información pública, comparadas con las que se dieron en el mismo periodo del sexenio de Felipe Calderón, se duplicaron, de seis mil 938 entre 2007-2009 a 14 mil 128 en 2019-2021esto de acuerdo con información obtenida a través de la plataforma nacional de transparencia del INAI.
Para los primeros meses de 2022, bajo el argumento de estar “clasificada o reservada”, la administración de López Obrador ya acumulaba dos mil 147 negativas a entregar información principalmente sobre el Tren Maya, Dos Bocas y el AIFA.
La duda es la inacción de la sociedad ante este atropello ¿será que prefieren apoyar con su silencio la destruction de un organismo autónomo que transparenta sin filias ni fobias todo?
¿Despertaremos como ciudadanos contra la oligarquía?
Twitter: @diaz_manuel