Seamos honestos y digamos las cosas como son: quien gana las elecciones en Morena —o las pierde, según sea el caso— es Andrés Manuel López Obrador. Los candidatos y candidatas de este partido, desde 2018, han aportado lo suyo, pero han llegado al poder, o no han podido hacerlo, debido a la aprobación mayor o menor de AMLO en los distintos estados de México.
Morena, esto es, el partido de Andrés Manuel, ya tiene 17 de 32 gubernaturas:
- 1. Chiapas (Rutilio Escandón)
- 2. Ciudad de México (Claudia Sheinbaum)
- 3. Puebla (Miguel Barbosa)
- 4. Tabasco (Carlos Manuel Merino)
- 5. Veracruz (Cuitláhuac García)
- 6. Morelos (Cuauhtémoc Blanco, aliado de Morena)
- 7. Baja California (Marina del Pilar Ávila)
- 8. Baja California Sur (Víctor Manuel Castro)
- 9. Colima (Indira Vizcaíno)
- 10. Michoacán (Alfredo Ramírez Bedolla)
- 11. Nayarit (Miguel Ángel Navarro)
- 12. Sinaloa (Rubén Rocha Moya)
- 13. Sonora (Alfonso Durazo)
- 14. Tlaxcala (Lorena Cuéllar)
- 15. Zacatecas (David Monreal)
- 16. Guerrero (Evelyn Salgado)
- 17. Campeche (Layda Sansores)
Según los pronósticos del dirigente del PAN, Marko Cortés, Morena ganará en 2022:
- 1. Durango
- 2. Tamaulipas
- 3. Quintana Roo
- 4. Hidalgo
- 5. Oaxaca
En el análisis que ha hecho el panista —y que dio a conocer Reforma—, su partido solo tiene posibilidades de ganar en Aguascalientes, pero con la condición de que el gobernador actual, Martín Orozco, no vete a la persona con mayores posibilidades de derrotar a Morena, Tere Jiménez.
Elecciones de gobernador o gobernadora 2023
En el penúltimo año del actual sexenio habrá cambio de gobierno en:
- Estado de México
- Coahuila
Las dos entidades actualmente las gobierna el PRI. Aunque se trata de procesos electorales todavía lejanos, es dable pronosticar que los priistas podrían conservar la gubernatura coahuilense—si no se dividen— y entregar el poder a Morena en Edomex... Es decir, el partido de AMLO sumará dos entidades más.
Gobernadores y gobernadoras 2024
Así las cosas, la oposición llegaría a las presidenciales solo gobernando:
- 1. Chihuahua (Maru Campos)
- 2. Querétaro (Mauricio Kuri)
- 3. Yucatán (Mauricio Vila)
- 4. Guanajuato (Diego Sinhué Rodríguez)
- 5. Jalisco, (Enrique Alfaro)
- 6. Nuevo León (Samuel García)
- 7. Coahuila (con el sucesor o sucesora de Miguel Ángel Riquelme)
En resumidas cuentas…
Si, como es altamente probable, el gobernador de San Luis Potosí —Ricardo Gallardo, del Verde— casi seguramente jugará en las presidenciales a favor de Morena, tal como lo hará su partido, entonces el candidato o la candidata de AMLO llegará al 2024 contando a su favor con el control político de 24 de 32 gobiernos locales. ¿Estoy haciendo correctamente las sumas? Pregunto porque son tantos los gobernadores y gobernadoras morenistas que quizá no he realizado en forma adecuada la sencilla, pero al mismo tiempo tan compleja, operación aritmética.
¿Por qué Morena ha ganado prácticamente todo?
Respuesta: ha ocurrido así gracias al trabajo de uno de los presidentes más criticados en la historia de México, Andrés Manuel López Obrador.
No sé si estamos ante la derrota del análisis o, quizá, ante la necesidad de un cambio de paradigma en la politología.
Revisar el método
Y es que, según la inmensa mayoría de columnistas de los diarios y de los intelectuales que se expresan en los medios de comunicación o en foros académicos o empresariales, AMLO lo ha hecho todo mal.
Si fuera cierto que Andrés Manuel ha fracasado en la mayoría de sus proyectos, entonces, lógicamente, su partido no ganaría ninguna elección. Pero, la verdad de las cosas, las está ganando casi todas. En 2022, si el PAN falla en Aguascalientes, Morena podría inclusive obtener el carro completo.
Carro completo, sí, pero sin trampas, esto es, con elecciones, como han sido en México desde hace unos años, aceptablemente limpias y equitativas. Mérito de muchos, pero particularmente de quienes encabezan el INE, no puede haber la menor duda.
Columnistas e intelectuales tendrán que revisar sus métodos de análisis porque, es un hecho, les están llevando a conclusiones equivocadas.
Cuando en la ciencia el método falla tanto, se impone desecharlo y buscar otro más eficaz. Ojalá, con honestidad intelectual, nuestros politólogos y politólogas lo admitan y trabajen para remediar la situación.