Anoche me informaron que, otra vez, Carlos Loret de Mola me mencionó en sus reportajes. Y, otra vez, mintió. De nuevo, sobre trabajos que realicé en el pasado con gente importante de la 4T.
Hace tiempo, Loret resucitó una ya inexistente sociedad que tuve con Pablo Mandoki, hermano de Luis, con quien trabajé para poder producir el documental Fraude: México 2006, que demostraba las trampas en el proceso electoral de ese año.
¿Por qué Loret dio por vigente una asociación mercantil legítima que dimos por concluida hace bastantes años? Para golpear a Claudia Sheinbaum a propósito de que, antes del arranque formal de las campañas electorales, se presentó en el centro de la Ciudad de México otro documental sobre la candidata presidencial de Morena, que fue idea de Mandoki, pero que este no realizó y en el que, por cierto, no intervine.
Ahora, Loret de Mola resucita otra sociedad en la que participé para la edición de la revista de humor El Chamuco. Participé, en efecto, pero hace más de 10 años me retiré.
¿Por qué me involucra ahora en una actividad en la que no tengo nada que ver? Porque don Carlos Loret recurre a cualquier mentira si piensa que le sirve para calumniar a la candidata presidencial de Morena.
Anoche mismo publiqué lo siguiente:
- Miente Carlos Loret: hace más de 10 años que no soy socio de El Chamuco.
- Fui socio de la empresa que edita El Chamuco, nacida después del fraude electoral de 2006.
- Pero, ni hablar, ya no lo soy.
- Lo he comentado decenas de veces en mis artículos de SDPNoticias.
- Dejé esa revista hace más de 10 años, algo que hice con todas las formalidades que exige el derecho mercantil.
- Ignoro la razón por la que Carlos Loret de Mola ha difundido la mentira de que sigo participando en tan importante publicación, al lado de moneros, en mi opinión geniales, como José Hernández, Rafael El Fisgón Barajas y Antonio Helguera, quien en paz descanse.
- Solo una intención muy perversa, que me parece es la de golpear a Claudia Sheinbaum, pudo llevar a Loret a dar a conocer semejante falsedad en el sitio de internet que le financia la familia de Roberto Madrazo, un priista paradigma de corrupción.
- Así es Carlos Loret, un mentiroso.
- Invenciones tan burdas demuestran que son infundios sus reportajes contra AMLO y los hijos del presidente de México.
- Me preguntan si demandaré a Loret de Mola por daño moral.
- No lo haré, tiene derecho a publicar todas las patrañas que su patrón Madrazo le ordene dar a conocer.
Los moneros de El Chamuco están entre los periodistas más honestos que conozco. Carlos Loret, por su parte, es absolutamente inmoral. Y además destaca por ignorante.
Hoy, en El Universal, Loret exhibe su ignorancia y su inmoralidad en el tema de las encuestas, al que se metió a la carrera, evidentemente, para generar ruido y tratar de minimizar los efectos de bomba atómica —que explotó en el centro de los partidos de oposición—, de la encuesta de Reforma, el diario más influyente en la derecha y que da a Claudia Sheinbaum una enorme ventaja sobre Xóchitl Gálvez.
Loret asegura que AMLO mandó aplicar una encuesta de preferencias electorales de 10 mil casos. ¿Le creemos? Desde luego que no hay razones para pensar que dijo la verdad. Pero si Carlos Loret conociese algo del tema habría vestido su mentira con ciertos detalles técnicos.
Si supiera de encuestas, Loret entendería que es, cuando mucho, de 3% la diferencia entre una muestra nacional en vivienda de alrededor de 1 mil casos y una de 10 mil.
Es decir, la megaencuesta en todo el país no sería más precisa que las publicadas de 1 mil o 1 mil 200 casos.
La única razón para que alguien, en este momento, pagara por 10 mil entrevistas sería para hacer una nacional y, al mismo tiempo, 9 encuestas locales, en las entidades en las que habrá elecciones de gobernador o gobernadora: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Ciudad de México.
Con tales precisiones, no habría sido más creíble lo que Loret de Mola dijo sobre una encuesta que, según él, mandó aplicar el presidente de México. Pero, al menos, se habría visto con cierto conocimiento acerca del tema.
Si quería golpear a los Chamucos —les detesta porque ellos son ejemplo de ética, mientras que el señor Loret es el perfecto sinvergüenza—, debió hacerlo con sus acostumbradas mentiras, pero sin caer en el ridículo de inventarles socios.
El empleado de Roberto Madrazo no entiende que hasta la calumnia exige un mínimo de seriedad.