Por El Pordiosero
La cancelación de la elección de dirigentes de la sección 25 “Oficinas coordinadoras de tribunales calificadores, oficinas calificadoras de infracciones, dirección general de reclusorios y centros de readaptación social y mesa de peritos” del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), que estaban programadas para este viernes 15 de diciembre, debilita aún más la gestión de Aarón Ortega Villa y daña seriamente a su candidata a la secretaría general, Rosa María de los Ángeles Gaviño Rodríguez.
Al haber firmado la convocatoria como “encargada del despacho” de la secretaría general seccional, la señora Gaviño Rodríguez la vició de nulidad, debido a que esa figura no está prevista en el estatuto.
Ello propició que el candidato a la dirigencia de la planilla naranja, José Emilio Sabás Trejo e Ignacio Reyes Ramírez, demandaran al tribunal de conciliación la suspensión del proceso electoral y el registro y toma de nota de los integrantes que pudiesen resultar electos por la ilegalidad y violaciones al estatuto sindical.
El presidente del SUTGCDMX, Ortega Villa, fue secretario general de esa seccional y avaló que la señora Gaviño Rodríguez asumiera como “encargada del despacho”. Una irregularidad toda vez que debió ordenar la integración de un directorio sindical con dos miembros del comité general y el presidente del comité de vigilancia, conforme lo establece el segundo párrafo del artículo 175.
Ese mismo dispositivo en el tercero párrafo ordena que de no convocarse a elecciones conforme al plazo, integrará un directorio con tres miembros del comité ejecutivo general y los presidentes del comité de vigilancia y de la comisión de honor y justicia para que a su vez llame al proceso electoral.
Es obvio que Ortega Villa en una acción antidemocrática e irresponsable, buscó la forma en que su candidata, la señora Gaviño Rodríguez, garantizara el triunfo, ya que como “encargada del despacho” de la secretaría general seccional -figura que legalmente no existe en el SUTGCDMX-, manejaba unos 300 comisionados sindicales y un número importante de dígitos sindicales -otorgados irregularmente por Sergio Antonio López Montecino- que estaban obligados a votar por su planilla.
Cuando se anunció la cancelación de la elección, los secretarios generales de las secciones 5 “Pavimentos, calzadas y bacheo”, Yolanda Montijo; 14 “Tomaduría de tiempo”, Osbert Esquivel Jaramillo; y 29 “Abastos y mercados”, Pedro Mario Gallegos -integrantes del grupo que encabeza César Piña Rodríguez-, reaccionaron airadamente.
Lo anterior muestra que Ortega Villa -sus malquerientes lo llaman con desprecio “El títere”-, está desesperado por lograr que cualquiera de los dos grupos mayoritarios al interior del sindicato del que es presidente, lo apoye, porque ninguna de las 40 secciones lo obedece.
El presidente del SUTGCDMX se convirtió en candidato emergente en agosto de 2021, como consecuencia del fallecimiento de José Guadalupe Goycochea, quien iba a ser electo. Una negociación política con los dos grupos mayoritarios le allanó el camino pese a carecer de apoyos entre los delegados al congreso electivo.
La elección de Ortega Villa al frente del sindicato mayoritario de trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, le permite el manejo discrecional del 10 por ciento de las cuotas de unos 100 mil trabajadores sindicalizados, lo que le garantizará una posición económica demasiado atractiva al concluir su gestión -diversas voces pronostican su caída antes de septiembre de 2025 debido a sus incapacidades-.
En 2011, cuando contaba con el apoyo de Enrique Hanff Vázquez para que se convirtiera en su sucesor en la dirigencia sindical, el gobierno de Marcelo Ebrard en la ciudad, decidió que el candidato sería Juan Ayala Rivero, quien por cierto reclama 15 millones de pesos a la organización en un juicio que acaba de emprender.
El grupo de secretarios generales seccionales que encabeza César Piña Rodríguez, tiene como su líder moral a Ayala Rivero.
El anuncio de la cancelación de la elección de dirigentes en la seccional, fue hecho por el presidente del comité de vigilancia, Rafael Franco, quien señaló que al haber firmado como “encargada de despacho” de la secretaría general de la seccional, Rosa María de los Ángeles Gaviño Rodríguez, violentó el estatuto, el cual es la norma que regula la vida interna del SUTGCDMX.
El presidente formal de ese sindicato no estuvo presente en el anuncio, supuestamente porque está enfermo, lo que de resultar cierto, su agandalle y sus decisiones antidemocráticas le habrían afectado.
Entre otras acciones que emprendió para intentar el fortalecimiento de la señora Gaviño Rodríguez, quien registro su candidatura para competir en la elección ya cancelada, fue solicitar a la Dirección General de Administración de Personal y Desarrollo Administrativo -a cargo del chileno Sergio Antonio López Montecino, con señalamientos de haber incrustado en nómina a un alto número de familiares y paisanos sudamericanos-, la cancelación de la licencia sindical de José Emilio Sabás Trejo, a fin de evitar que pudiera realizar proselitismo entre los trabajadores, así como de dos de sus aliadas.
No es creíble que Ortega Villa desconozca el estatuto sindical, el que con precisión establece la ausencia del secretario general: no existe la figura de “encargado del despacho”.
En la sección 25, desde enero de este año la secretaría general quedo acéfala como consecuencia del fallecimiento de Luis Oscar Sifuentes Butzzman. Está integrada por mil 203 trabajadores.
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