A ver, tampoco se entienda que quiero que gane Morena para la CDMX, pero es que las encuestadoras más importantes del país señalan que Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard van empatados en primer lugar rumbo a la Presidencia del 2024. Lo dicen las encuestas de MetrixMx publicadas por SDP Noticias y las del Grupo Reforma -El Norte, de Monterrey, Reforma de la Ciudad de México y Mural de Guadalajara-.
Muy fuerte sonando Luis Donaldo Colosio también tras ellos, pero sin que él mismo esté haciendo mucho ruido. ¿Estrategia? Probablemente. Todos ya están en campañas adelantadas, menos él y, sin embargo, aparece detrás de los dos punteros. Habrá que ver cómo se comporta en fechas próximas, porque no sé porqué todo mundo siente que para el 2024 falta muchísimo y ya vamos casi a la mitad del 2022. El tiempo vuela.
Si a mí nada más me dieran la opción de votar por Claudia Sheinbaum o por Marcelo Ebrard, votaría por Marcelo Ebrard. ¿Porqué? No. No se trata de serle desleal a una mujer nada más por yo serlo, no se trata de feminismos ni de género, yo respeto a todas las mujeres, pero no por eso votaría por todas las mujeres.
Claudia Sheinbaum no ha sabido disimular ser la exacta comparsa de su padre/padrino/jefe Andrés Manuel López Obrador. Maneja el mismo discurso, con la misma frialdad y francamente en lo personal, no conecta conmigo en nada. La siento lejana, como si viviera en Marte, la siento fría e indiferente. No alcanza a ser ni siquiera simpática, como para provocarme en algún momento alguna sonrisa o algún sentimiento en mí de “¡ah, mira!, se ve que es buena gente”.
Claudia ha demostrado su amor con amor se paga a quien la sigue y ha demostrado su desprecio por quienes no la siguen. Ahí tienen el desdén que todo el tiempo le hace, por ejemplo, a la alcaldesa Sandra Cuevas de la Cuauthémoc, quien por no ser de Morena y ya no tener nada que ver con Andrés Manuel López Obrador pues prácticamente la ignora.
Entonces la sensación que me da Claudia Sheinbaum es de que yo también puedo ser ignorada por ella, tan solo porque no soy ni seré morenista. Y siendo así, no me interesa votar por ella.
Aparte por la forma tan cobarde de esconderse tras la tragedia de la Línea 12 y del Colegio Rébsamen, no me da confianza. No me da confianza la manera de esconderse detrás del pantalón de su padre/padrino/jefe para no afrontar de una manera más valiente sus responsabilidades en ambos lamentables hechos. Marcelo Ebrard usa un estilo similar al de Obrador en su discurso, pero no suele atacar. No me parece que sea agresivo o que esté lleno de complejos. Me parece que sí, que se doblega fácil, pero no se va en contra de quien no comparta con él su pensamiento y eso ya es de agradecerse.
Digamos que él sabe ser “políticamente correcto”. Su tono al hablar es amable y no encolerizado como estamos ya tan acostumbrados y ahora francamente ha creado una extraordinaria estrategia de comunicación digital, porque él solito se graba, él solito se toma selfies, él solito nos cuenta dónde anda con su correspondiente foto incluida en su tuit.
Digamos que él mismo se nota que maneja sus redes , y eso lo hace sentir más cercano a los que usamos Twitter. Conecta mejor, es más carismático y eso Claudia Sheinbaum jamás lo podrá llegar a ser, porque eso, de manera natural se da o no se da.
Pero es una realidad que la vida no se limita nada más a las redes sociales o a Twitter. Hay una vida allá afuera, en donde la gente percibe y ubica más a Claudia Sheinbaum que a Marcelo Ebrard. Ambos ya dijeron “sí quiero ser presidente/presidenta”, ahora lo que quedaría es que Claudia Sheinbaum sepa conectar en el mundo digital y Marcelo Ebrard lo sepa hacer fuera del mundo virtual. Pero más allá de eso, creo que Marcelo tiene más peso y consistencia para ser presidente que Claudia Sheinbaum.
Y pues yo sigo de cerca el tema en el que aparece Lilly Téllez también como fuerte candidata. El tema es, como lo dice Federico Arreola, Director de SDPnoticias en su columna del día de hoy, que en mi opinión tanto Lilly Téllez como todos los demás candidatos deberían de dejar de presionar con el tema del aborto. Dejar de cargarle la culpa a las mujeres que deciden suspender su embarazo, ya sería una manera bastante empática de conectar con muchas mujeres, dejar de opinar de ese tema se agradecería también, pues solo ellas saben el dolor por el que pasan para tomar decisiones tan fuertes y cuántos niños viven bajo el maltrato y el abandono tan solo porque en realidad no fueron deseados pero la culpa del aborto les impidió evitar traer al mundo a niños sin amor .
Yo tengo mi particular pensamiento en este tema en el que no voy a profundizar: Yo no abortaría nunca, pero no juzgo a otras mujeres que lo hacen.
En ese sentido Claudia Sheinbaum abiertamente a mostrado una apertura con respecto al tema. Marcelo Ebrard también está a favor del aborto. Y pues como mujer no me interesa lo que opinen con respecto a ese tema . Eso no los hace ni mejores, ni peores presidentes, se requiere de mucha educación sexual y afectiva desde la niñez y un trabajo muy de fondo para erradicar que las mujeres se vean obligadas a ello pero eso en este país está años luz de que sea posible.
En fin…. Que guste o no, hay que aceptar que la gente conecta muchas veces con candidatos por la simpatía, he insisto, la estrategia que está llevando a cabo Marcelo Ebrard para conectar con la gente es muy interesante. Su reto entonces sería conectar con la gente que vive fuera de las redes.
Claudia Sheinbaum es un maniquí literalmente donde no muestra emoción alguna ni en su rostro ni en sus expresiones pero la gente fuera de twitter la reconoce y la aprueba (que no toda, porque recordemos que el 50% de la ciudadanía no la apoya) así que tendría que trabajar más con su parte humana y empática si es que quiere generar algo en las personas. Perdón, pero a mí no me genera nada. Marcelo me genera un poco más de certidumbre y siento que como capitán Volaris mejor este avión llamado México (que por cierto, qué miedo lo que está sucediendo en el AICM, pero luego platicaremos de ese tema)
¿Ustedes qué opinan?