Por El Pordiosero

La desorganización del congreso nacional ordinario del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE), programado para este martes 7 de junio en Oaxtepec y que se pospuso un día, no solo agudizó la irritación contra Luis Miguel Victoria Ranfla y Norma Liliana Rodríguez Argüelles, sino además introdujo una nueva causal -otra más- para limpiarse la desaseada elección de los dirigentes sindicales y evitar que resoluciones judiciales la anulen.

El desastre en ese congreso provocó una airada protesta de los 12 delegados electos de Michoacán, a los cuales durante horas mantuvieron afuera del hotel Club Dorado, bajo el argumento que no había habitaciones para hospedarlos, pese a que, denunciaron, varios integrantes del comité ejecutivo nacional estaban instalados desde un día antes. Los de la sección VI Estancias de bienestar infantil (EBDI’s), debieron buscar, por sus propios medios dónde alojarse.

La falta de previsión para reservar con suficiente tiempo las habitaciones para hospedar a todos los delegados, integrantes de las dirigencias saliente y entrante e invitados especiales -la planilla azul lleva un número importante de fraternos-, es síntoma inequívoco que Victoria Ranfla no tenía certeza que su candidata ganara las elecciones. Se confirma que fue Hilario el que perdió.

Es un error de logística inadmisible en ese sindicato, que ha destacado a lo largo del tiempo por una reconocida capacidad para organizar ese tipo de eventos. Pareciera que la intención era otra. Gritos de “¡fraude, fraude!”, hacia muchos años no se escuchaban en ese sindicato.

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Un comunicado del comité nacional electoral firmado por Alberto Noé Berumen -la inclusión de su hijo Daniel Noé López en la planilla de Norma Liliana erosionó su supuesta imparcialidad-, Ana Alejandra Sánchez Trejo y Jorge Ángel González Apodaca confirmó lo que hasta entonces era un rumor: el congreso se recorrería un día para realizarse 8, 9 y 10 de junio, en lugar de 7, 8 y 9 como ordena la convocatoria.

Argumentó “causa de fuerza mayor” la posposición de un día el inicio de los trabajos, debido a que la sede “está imposibilitada para brindar la totalidad de los servicios a los asistentes”.

El artículo 36 del estatuto sindical señala que el comité electoral acreditará a los delegados ganadores a cambio de la constancia expedida en su sección, pero no faculta a ese órgano -se supone es autónomo- para modificar la convocatoria al congreso, por lo que no realizar los trabajos del mismo en las fechas establecidas, lo vicia de nulidad.

La convocatoria al congreso es autorizada por un pleno del comité ejecutivo nacional, con por lo menos 30 días de anticipación, en  términos del segundo párrafo del artículo 22 del estatuto sindical. Por tanto, sólo el comité ejecutivo nacional en pleno puede modificar la convocatoria, ajustándose a los términos estatutarios.

Incluso, como consecuencia de la reforma al mismo estatuto introducida en febrero pasado, el congreso no tiene facultades electorales, debido a que sólo tomará protesta a los integrantes de la planilla ganadora de la elección para que se convierta en comité ejecutivo nacional del SNTISSSTE.

En razón de lo anterior, el comité nacional electoral carece de facultades para modificar la convocatoria, por lo que argüir como fundamento el artículo tercero transitorio de la convocatoria, es inoperante.

Al no tomar legalmente posesión la planilla azul que postuló a Norma Liliana a la presidencia sindical, el SNTISSSTE quedará acéfalo, toda vez que formalmente la gestión de Victoria Ranfla concluye este martes, de conformidad con la convocatoria al congreso -una demanda combate la ampliación bajo el argumento que la toma de nota estuvo vigente hasta el 4 de mayo de 2021-.

Seguramente los trabajos del congreso se instalarán el miércoles, con el argumento que cuentan con las dos terceras partes de los delegados electos. Será un acto viciado de nulidad.

Esos vicios de nulidad pueden ser combatidos ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje -incluida la toma de posesión del comité ejecutivo nacional encabezado por Norma Liliana-, al haberse violado las fechas previstas en la convocatoria al congreso.

Una eventual demanda de nulidad del congreso por violación a la convocatoria, se uniría a otras tres que se presentaron ya ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCyA) en las que se plantea la nulidad de la reforma al estatuto, los actos anticipados de campaña de Norma Liliana y los conflictos de interés en varios integrantes de la planilla azul que encabezaron los comités seccionales electorales.

No es descartable que la toma de nota del TFCyA a la gestión de Norma Liliana se retrase ante la solidez de las pruebas en las demandas instauradas, lo que dificultará la elección de dirigentes en las 48 secciones que integran el SNTISSSTE, previstas para julio próximo.

El candidato de la planilla verde no reconoció los resultados de las elecciones, por lo que no es descartable una nueva demanda ahora por no ajustarse a las fechas en que debiera realizarse el congreso. El conflicto dejó de ser electoral para convertirse en intersindical, una diferencia que debe ser entendida plenamente para evitar riesgos jurídicos innecesarios y no generar condiciones que la división interna en el SNTISSSTE continúe ahondándose.

Norma Liliana e Hilario tienen una gran responsabilidad: no deben permitir influencias radicales que polaricen aún más, ni intereses externos que buscan privilegios más allá de los trabajadores.

Desafortunadamente en el equipo de Norma Liliana hay personajes que parecen no entender el grave riesgo que enfrentan: Mario Armando Ordaz Santos, con actitudes como llamar “nefastos” a los trabajadores que se han manifestado por constituir un sindicato independiente al SNTISSSTE inconformes por considerar antidemocráticas e inequitativa las elecciones, polariza aún más. “Se podrían ir”, señaló en sus redes, lo que es inadmisible en quien aspira a ser, como vicepresidente, el segundo al mando.

Hilario por su parte debe analizar con detenimiento las influencias externas de algunos integrantes en su equipo, que pese al desconocimiento del ISSSTE y sus trabajadores, han impuesto decisiones: influyeron en errores que le llevaron a perder la elección que no aparecía en el horizonte y le han forjado una imagen de líder débil y ajeno a los trabajadores. O da un manotazo o su imagen seguirá diluyéndose.

El candidato a la presidencia sindical de la planilla verde, al acompañar a sus delegados electos al congreso en Oaxtepec, mostró que puede convertirse en el líder que la oposición necesita, si deja de escuchar a asesores que le impusieron, especialistas en destruir. Eso no significa que no se siente a negociar para evitar la división.

Optar por ahondar la división en uno de los sindicatos más sólidos entre los trabajadores del sector público como es el SNTISSSTE, es apostar porque pierdan todos. La salida más razonable parece ser limpiar la elección y alcanzar acuerdos consensuados: depende de la actitud de Norma Liliana e Hilario.

Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales