Sonora Power

La Dra. Claudia Sheinbaum llegará al poder con una fuerte responsabilidad que es la de perpetuar el enfoque y sobre todo los resultados de la Cuarta Transformación, sin embargo llegará también con una serie de ventajas y condiciones que su antecesor no ha tenido.

Para comenzar lo hace con una enorme legitimidad, los 35 millones 800 mil votos que obtuvo en la contienda, dejando a su más cercana competidora con una desventaja de 20 millones de sufragios, lo que pone de manifiesto el respaldo de la vasta mayoría de los ciudadanos de este país.

En los últimos días he observado un ánimo absurdo de descalificar a la presidenta electa de parte de algún sector muy ardido de la oposición, que no acepta la realidad y no entiende que su posición política y sus anhelos de retroceso fueron enterrados bajo una montaña de votos.

Dicen los odiadores que de un universo de 98 millones de posibles votantes alrededor de 62 millones decidieron no hacerlo por Claudia Sheinbaum, razón por la que no tiene el respaldo de la mayoría.

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Claro, olvidan que por su candidata votaron algo así como 15 millones de personas, es decir que siguiendo su lógica unos 83 millones repudiaron la posibilidad de votar por la derecha o por la reacción, y eso realmente mina totalmente su impacto entre la población.

Olvidan ellos que votó alrededor de 62% del padrón de electores y que de esos ciudadanos que decidimos participar, más de la mitad lo hicimos por la doctora.

La democracia es así, se gana con votos, incluso en un escenario muy cerrado puede darse el caso de que un solo voto marque la diferencia y a eso hay que acostumbrarse.

En mi participación esta semana en la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, la “mañanera”, le decía al líder de la 4T que en esta elección se cayeron muchos mitos, y uno de ellos en particular es que la clase pudiente no votaría por Claudia Sheinbaum.

Cuál sería la sorpresa de panistas y priistas al darse cuenta de que la clase media alta, la clase media a secas y la clase media baja (como la han estratificado) voto mayoritariamente por la candidata de Sigamos Haciendo Historia, lo mismo que la clase alta y por supuesto la clase popular.

Es decir el triunfo fue redondo.

Le decía al presidente también que en Sonora se cayó otro mito, que era que los sonorenses no votamos a la izquierda, siendo que Claudia Sheinbaum se llevó en mi estado 745 mil votos, además de la mayoría en el Senado, las 7 diputaciones federales en disputa y 20 de 21distritos locales.

Fue una verdadera masacre y se probó también mi tesis de que “Todo Sonora está con la doctora”.

Esta semana que se cierra hoy fue clave en el reacomodo, ya la oposición bajó las banderas, ya Xóchitl Gálvez reapareció reconociendo que la elección fue abrumadora y que ella decidió reconocer su derrota desde el primer minuto, a pesar de la abierta oposición de los jerarcas del PAN, que buscaban tener la declaratoria de victoria como herramienta de negociación.

Fue clave la aparición de Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional con el presidente en funciones y ha sido clave el empoderamiento que Andrés Manuel López Obrador ha dirigido a quien será su sucesora. En el Salón Tesorería hay de parte de algunos reporteros una falta de respeto hacia la investidura presidencial y hubo por ahí alguna representante de un medio que se quiso referir a la doctora, como “La Sheinbaum”, en una pregunta al presidente, y este se limitó a decirle: “La presidenta… La presidenta electa”.

Ya días antes López Obrador dijo que solo lo sacaría de su anunciado retiro el llamado de su presidenta, es decir la presidenta de todos los mexicanos.

Ese tipo de gestos y manifestaciones de parte del muy poderoso Andrés Manuel, no pasan desapercibidas y forman parte de un plan, para dar herramientas a la futura presidenta, a fin de que llegue con todos los poderes y logre concretar la visión de la transformación, diseñada e iniciada por López Obrador, pero donde ella será su continuadora.

El siguiente paso es la reunión que Claudia Sheinbaum tendrá el martes con los legisladores federales electos, que será el brazo ejecutor a partir del 1 de septiembre, pues están todos ellos obligados a concretar el “Plan C”, con el que hicieron campaña y con lo que se hicieron todos ellos fuertes.

Pero la semana que viene es clave, porque también el miércoles o jueves, Claudia Sheinbaum ha anticipado que presentará el gabinete de gobierno, que estará a cargo de la transición, área por aérea y punto por punto.

Para cerrar esta entrega, debo decir que estoy convencido de que Claudia Sheinbaum Pardo será una de las mandatarias más poderosas en la historia del país, con un poder inconmensurable en sus manos, una legitimidad enorme y el respeto y respaldo del que será quizá el presidente más querido en la historia de este país.

No es poca cosa verlo así, pero es lo que se necesita para que la doctora cumpla con su destino, que hacer de México una potencia.

Correspondencia a demiandu1@me.com | En X @Demiandu #SonoraPower