Los recientes acontecimientos muestran la decadencia del PRI, no del partido, pero sí de sus dirigentes, que se han puesto al servicio de Morena. Trascendió que siete de los 13 senadores del PRI ligados al presidente del partido, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, pretenden destituir a Miguel Ángel Osorio Chong de la coordinación del grupo parlamentario.

Quienes convocan son Beatriz Paredes, Jorge Carlos Ramírez Marín, Sylvana Beltrones Sánchez, Manuel Añorve Baños, Claudia Anaya Mota, Mario Zamora Gastélum y Ángel García Yáñez, identificados como afines al grupo de “Alito” Moreno.

Salinas / AMLO / Beltrones

Estos senadores tienen algo en común, todos provienen de la corriente Salinas-Beltrones; Sylvana, la hija del exgobernador de Sonora; su fiel escudero de toda la vida, el ex alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños; el yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín quien, si bien fue compañero de gabinete de Osorio Chong, ya tiene un pie en Morena, partido por el que podría ser candidato a la gubernatura de su estado; y Zamora Gastélum, que se puso a las órdenes de Manlio para que lo hiciera candidato cuando este era presidente del PRI.

Militarización y Monreal

Todos estos senadores votaron en favor de la militarización del país cuando se discutió la reforma al Artículo 5 Transitorio de la Constitución para permitir que las fuerzas armadas continúen realizando actividades policiacas hasta 2028.

En todos estos movimientos en el Senado de la República, hay otro dato que no puede pasar desapercibido, la alianza política, de amistad y de “entuertos” que tiene el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal con el ex dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones.

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Corría la campaña presidencial de 2018 cuando yo personalmente los vi comer en un restaurante y, en ese entonces, ambos coincidieron al afirmar que “son como hermanos”.

También en 2018, cuando Beltrones fue señalado por malversación de recursos por el tema de Chihuahua y César Duarte, Monreal salió en la defensa de “su hermano” y en una columna publicada en Milenio, escribió: “Desde el imperio romano, los sistemas políticos en decadencia, antes de colapsarse, devoran y destruyen la reputación de sus fundadores y constructores. Y algo más descarnado, pero muy propio de la condición humana: pocos salen a defenderlos y muchos a defenestrarlos”.

Lo cierto, es que después de más de 70 años de haber ostentado el poder en México, el PRI, por razones naturales tuvo un desgaste brutal y los grupos de su élite nunca supieron transformarse y evolucionar al par que la sociedad y la economía. Los priistas se anquilosaron en dos corrientes: la de Plutarco Elías Calles y la del General Lázaro Cárdenas del Río.

Claramente, Beltrones, Monreal, Salinas y AMLO pertenecen a la corriente del sonorense Plutarco Elías Calles, creador del PRI y del Maximato. AMLO lo explicó muy bien en su discurso del pasado sábado en el Zócalo.

Los mismos de siempre

Fue el salinismo en pleno quienes se opusieron a la reforma electoral de 1996 y a la autonomía que se le dio al IFE. En la XVII Asamblea del PRI, había dos temas que Beltrones y su grupo no dejaron pasar: la expulsión de Carlos Salinas de Gortari y que el partido se abriera a nuevas corrientes políticas y económicas más democráticas, en ese entonces se acuñó el famoso termino de “tecnócratas” y se decía que ellos no podían ser candidatos a la presidencia o a cualquier cargo de elección popular.

En el grupo que se impuso por la fuerza, estaban Beltrones, Monreal, José Murat, Roberto Madrazo, César Augusto Santiago, Víctor Cervera Pacheco y Ulises Ruiz e Ivonne Ortega entre otros que hoy militan en Morena.

Cabe destacar que, en esas épocas, la corriente priista de la que hablamos tuvo todo el respaldo del entonces líder nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador.

El discurso del Zócalo

El sábado pasado, el discurso de AMLO en el Zócalo fue más bien una revancha en contra del grupo de Cárdenas y de cualquier otro que no esté con ellos. Para entenderlo, hay que recordar que Cárdenas del Río fue quien expulsó a Calles del país y rompió con el Maximato. Pero, para AMLO, el padre de Cuauhtémoc fue débil, eso es algo que él no permitiría en su sucesión. (No quiere correr la suerte de su ídolo máximo).

AMLO hizo a Morena de con los desechos del PRI y hoy los vuelve a convocar para que salgan en su defensa e instaurar al nuevo-viejo PRI, el PRIMOR.

¿Hasta cuándo México podrá librarse de esas lacras que conforman el PRIMOR? ¿Hasta cuándo podremos aspirar a vivir una verdadera democracia? ¿Serán capaces de reconocer que la sociedad civil ya se manifestó el pasado 26 de febrero de manera contundente? No queremos ni aceptaremos más acuerdos cupulares de la oligarquía que se creó al amparo del PRI y que ahora sostienen a AMLO y Morena.