Desafortunadamente en el caso de esta propuesta no formalizada por escrito sino expuesta verbalmente y en forma sustantiva, fueron muchas más las descalificaciones sin conocimiento que las explicaciones o el debate, o bien, los criterios parciales al respecto, tan parciales como la propuesta misma que se circunscribe al sector tecnológico usado en la inteligencia de Estado y en las estrategias de recuperación de la seguridad para la población. La Dra. Claudia Sheinbaum, por cierto, estuvo muy mesurada en sus comentarios.
Consideramos que un error del Mtro. Marcelo Ebrard fue llamar a su propuesta un “Plan de Seguridad” que de ninguna manera lo es.
De nuestra parte señalamos, que no obstante esta parcialización del tema, la propuesta contenía cuatro o cinco cuestiones de interés en el sector que pretende impactar y lo convertía en un intento propositivo de modificar las bases del paradigma vigente en la parte tecnológica, lo repetimos de nueva cuenta. Y como ello requería un conjunto de cambios en lo organizativo-operativo, calificación del recurso humano, el nuevo marco jurídico constitucional y reglamentario necesario (de ser el caso), y de la estructura jerárquica en los órganos de inteligencia de Estado, en conjunto (de acompañarse dichos cambios con los tecnológicos) podía ser la base de impulso hacia un nuevo paradigma para la actividad entendida en forma amplia.
Señalamos además, que no son los únicos cambios necesarios desde nuestra perspectiva: la agenda de pendientes es más amplia que lo tecnológico, los enumeré, incluyendo una nueva conceptualización sobre la seguridad para que no sea entiendo desde el poder todo acto criminal como un tema de la seguridad pública, una concepción superada, vigente en el siglo XX.
Hoy la seguridad y protección ciudadana, el paradigma del siglo XXI, requiere un enfoque de estructura institucional integrada por siete instituciones articuladas bajo un marco jurídico-constitucional general: 1) institucionalidad administrativa; 2) la institucionalidad de los cuerpos armados (policiales y otros del tipo intermedio); 3) la institucionalidad de la inteligencia para la seguridad; 4) la institucionalidad abocada a la promoción, administración y procuración de la justicia; 5) el marco jurídico institucional para la seguridad; 6) el sistema tecnológico aplicable; y 7) la institucionalidad referida al modelo de reclusión y rehabilitación penitenciaria.
Y todo lo anterior contextualizado dentro de un modelo de desarrollo nacional, inclusivo socialmente y democrático políticamente.
Como podemos apreciar conforme a nuestro desarrollo aquí presentado, la discusión ha sido muy limitada, no intervinieron los especialistas más conocidos, y uno que otro que lo hizo, fue con comentarios circunspectos. Hubo quienes se limitaron a decir que las tecnologías derivadas de la IA amenazan los derechos humanos. Predominaron los alineamientos políticos en muchos comentarios e intervenciones. Habrá otra oportunidad en la campaña presidencial legalmente considerada. Ojalá que la pasión política permita una discusión razonada.
De las excepciones que podemos destacar es la de Aldo Luévano, CEO y cofundador de Roomie IT, quien ‘celebró’ que el ex canciller pusiera el tema del uso de la tecnología en un “mensaje de alto nivel”. La ejecución de la propuesta está basada en la introducción y uso de 8 tecnologías propias de la AI que conformarían una inmensa base de datos por procesar que a su vez requieren una amplia especialización de los analistas para su procesamiento y sistematización, lo cual conllevaría construir un modelo de operación tecnológica ex profeso con la infraestructura necesaria. Es un reto magnífico en todos sentidos.
El ex canciller enumeró estas tecnologías: reconocimiento facial en cámaras de seguridad, identificador de lugares exactos de dónde se disparó una arma, detectores de armas, reconocimiento morfológico del delincuente, rastreadores de marcación y seguimiento de vehículos, drones que sigan delincuentes y cámaras inteligentes portadas por los elementos de la Guardia Nacional.
A lo anterior se agrega crear un ecosistema basado en inteligencia artificial para que todas las bases de datos de México estén conectadas al mismo tiempo. Es decir, una macro aplicación de inteligencia, la cual todavía no se hace a nivel mundial, esta macro aplicación permitirá que estuvieran conectadas todas las bases de datos.
Seguramente los actores principales retomarán y nosotros también retomaremos el tema que aún en su complejidad es indispensable comprender para debatir.