La situación que vive la Federación Mexicana de Ciclismo en estos momentos es bastante preocupante. Después de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) les diera un ultimátum y limitara sus derechos ante el organismo internacional, la Federación no ha podido completar los requisitos para volver a ser reconocidos.
En septiembre del 2020 la FMC fue suspendida después de que la UCI recibiera diversas denuncias que los ciclistas mexicanos hicieron contra el ex-presidente del organismo nacional, Edgardo Hernández Chagoya. Los ciclistas argumentaban, entre otras cosas, malos manejos de los recursos y falta de gobernanza.
Para volver a ser reconocidos, la UCI exigía nuevas elecciones. El objetivo es que se hicieran elecciones sin fraude y cambiar radicalmente al equipo de trabajo para trabajar de una manera más organizada y transparente.
Mientras la FMC ponía sus asuntos en orden, la UCI le solicitó a la Conade hacerse cargo de inscribir a los ciclistas en eventos internacionales, tramitar licencias y ayudar a reestructurar el ciclismo nacional, pero sobre todo hacer modificaciones en lo relacionado a el capítulo de elecciones de las asociaciones y de la misma federación.
Todo esto tuvo como resultado que en mayo del 2021 se celebraran elecciones donde Luis Gerardo Langarica Vázquez fue nombrado presidente. Sin embargo, la UCI no reconoció las elecciones porque el proceso de elección no acreditó la personalidad jurídica de varios asistentes a la votación, dejando a Langarica como el único candidato. El proceso tampoco cumplió con las dos terceras partes de los votantes, que es lo mínimo para poder dar validez a un evento de elección.
Como consecuencia, se cancelaron los campeonatos nacionales ya inscritos en la página de la UCI y esto puso en desventaja a los ciclistas nacionales por no poder acreditar esos puntos para el ranking mundial.
En Riesgo el proceso de clasificación olímpica
Ya estamos en 2023 y no ha habido mucho progreso. Aunque Conade valida y reconoce a Luis Gerardo Langarica como presidente de la federación de ciclismo, la UCI y el Comité Olímpico Mexicano no lo reconocen y esto, además de causar gran confusión, desata un grave problema para los deportistas que aspiran a clasificarse a París 2024.
El proceso Olímpico para los ciclistas mexicanos se ha puesto en riesgo, y es que sin federación no hay procesos selectivos claros ni una clara autoridad al frente. A finales de este mes de febrero estaremos entrando de lleno al proceso de clasificación hacia París 2024, con dos Copas del Mundo de Ciclismo de Pista en Indonesia del 23 al 26 de febrero y en el Cairo, Egipto del 14 al 17 de marzo.
La pregunta es si saldrán los fondos suficientes para enviar a la selección nacional y qué comunicados y/o selectivos hay que seguir. Langarica ha puesto mucho de su parte, intentando organizar las cosas internamente y convocando a selectivos, pero sin el reconocimiento oficial de la UCI y el COM no es fácil seguir avanzando.
El pasado mes de septiembre en el congreso de la UCI, el presidente David Lappartient sometió ante la asamblea el caso de la FMC y afortunadamente los miembros apoyaron su permanencia, pero con suspensión de algunos derechos hasta que se regularice la situación en la FMC.
La única solución para nuestro ciclismo es convocar nuevas elecciones, en este caso es el Comité Olímpico quien sería responsable de organizarlas. La pregunta es ¿cuándo actuarán? No es posible que no podamos organizarnos y actuar rápido.
Los presidentes de asociación legalmente constituidos deberían ponerse de acuerdo y proponer al Comité Olímpico una terna de dirigentes capaces de llevar a cabo lo que pide la UCI y resolver la problemática del ciclismo. La otra alternativa es esperar a que la UCI nos desconozca por completo, si eso sucede tendríamos que esperar casi dos años para que se reconozca una nueva federación de ciclismo en el país.