Diego Laínez, Jesús Angulo, Erick Sánchez y Santiago Giménez se unieron a Jesús Manuel Corona como los jugadores mexicanos que no estarán por México en Qatar para el Mundial. Se acabó para ellos el sueño mundialista, en un lugar en el que el país anfitrión intenta meter a sus habitantes y visitantes con el músculo del dinero.

Las últimas dos semanas en Qatar han sido de un apuro para no fallar. Al primer país árabe en ser sede de una Copa del Mundo le quedan unos pocos días para tener todo listo y aunque con grandes avances, mucho sigue en construcción o en “los últimos detalles”.

Ya han comenzado a llegar selecciones como Australia, Marruecos o Estados Unidos; algunos aficionados se han hecho presentes pese a que todavía falta tiempo para que su selección haga su presentación en el torneo. Eso sí, en estos momentos, hay más representantes de los medios de comunicación que seguidores, pero eso es normal por ahora.

Continúan las voces en contra de un evento que ha generado polémica desde su concepción por la forma en que se materializó. La corrupción, el maltrato a trabajadores, y la diferencia cultural continúan y continuarán como temas satélite de lo que ocurra en los ocho estadios de este Mundial.

Han adornado de tal manera la ciudad que es imposible no enterarse que se llevará a cabo la Copa del Mundo, aunque con todo y eso, hay a quien no le interesa, ni le emociona.

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El Souq Waqif, el gran mercado de Doha, se convertirá sin duda en uno de los puntos neurálgicos para los aficionados en la Copa del Mundo, es un lugar en el que no solamente se pueden comprar suvenires, sino que como parte de la vida y la economía de Doha, hay prácticamente de todo, hasta halcones (entre otros animales) especies y ropa.

Pero al ser uno de esos lugares que estarán llenos de aficionados, han comenzado a aparecer las playeras de alguna selecciones. Claro que encontrar la de Brasil, Argentina, Portugal (por aquello de Cristiano) no resulta extraño, como sí lo es encontrar la playera de México, y no la verde, sino la nueva segunda indumentaria clara con vivos en vino. Tan extraña como el hecho de verla en este lugar.

El precio, por ahí de mil 200 pesos (250 QR), pero no se crea que es original. En Tepito, le llaman piratería; en Qatar… quien la vende dice que es parte de la emoción mundialista.

Conforme se acerque el inicio del Mundial, la sede vivirá bajo el temor del colapso de todo lo que han preparado para recibir a millones de visitantes, algo muy poco común en este país. No es que piensen que colapsarán, pero entienden que vivirán algo nunca antes visto en estas tierras, y aunque se han preparado, siempre existe el riesgo, siempre.