Ha finalizado la fase de grupos de una Copa del Mundo que será recordada por tantas cosas como la corrupción para que Qatar la obtuviera, la muerte de obreros, el choque cultural, etc. Todo lo anterior, desde fuera de la cancha, en lo que tiene por supuesto un valor importantísimo, pero que no tiene que ver con el futbol.

Pero si ya nos metemos en lo que al futbol se refiere, el Mundial ha estado lejos de la perfección de aquellos que antes de arrancar se veían como las inalcanzables potencias.

Ha sido un Mundial de sorpresas rápidas, de grandes fracasos para algunos y un ir y venir que al menos para la última jornada de grupos, levantó emociones.

Se fueron Bélgica, Alemania, Uruguay y si quieren sumar a México está bien, no pasa nada. Estas secciones estaban puestas como parte de las que estarían en los octavos de final y de ahí hasta donde les alcanzara. Pero no fue así. Se han ido de Qatar por la incapacidad de todos sus componentes y han llegado las consecuencias, como en el equipo mexicano y uruguayo, que no seguirán con el técnico que vinieron a territorio árabe.

Luego está el caso de Francia, Portugal y Brasil. Todos con la opción de terminar de manera perfecta la fase de grupos y no lo hicieron por decisiones de sus entrenadores, que ante el desgaste que se ha vivido en el mundo del futbol por la alteración de los calendarios y al ya estar clasificados, decidieron mover piezas en sus equipos.

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Y aunque siempre se quiere ver a las potencias dominar y marchar con dominio en busca del título, este es un Mundial muy diferente en todos los sentidos y no será perfecto en ninguno de estos sentidos que de esta oración se pudieran desprender.

Arrancan los octavos de final y no se descartan más sorpresas por más recuperada que luzca Argentina o porque Francia (Benzema) y Brasil (Neymar) logren recuperar a sus figuras. Todo empieza con él Países Bajos vs Estados Unidos, equipos que regresaron a una Copa del Mundo después de fracasar y levantarse.