Por: Carlos Carral Hernández
Cuando escuchamos sobre el término “izquierda”, imaginamos esa expresión política que piensa en los más desprotegidos, en programas sociales, etc, del otro lado, el término “derecha” es prácticamente sinónimo de enemigos de los más pobres, cuando menos eso es lo que creo pasa por la mente de mucha gente cuando escucha hablar de derecha o izquierda.
Como expone Giovanni Sartori en “La Política, Lógica y Método en las Ciencias Sociales”, los conceptos son cosa seria, son necesarios para entender de qué estamos hablando, algunos conceptos encierran definiciones muy simples, otros contienen procesos complejos y considero que todos, tienen una carga ideológica e histórica importante.
Es importante recordar 2 cosas que hemos dicho en varios momentos, la primera, no hay mucha diferencia entre la izquierda y la derecha partidaria, la segunda, por tanto no hay una sola derecha o una sola izquierda, hablamos de varias, aunque en realidad para efecto de esta entrega solo nos importa la izquierda partidaria, por ahora a la derecha la dejaremos descansar.
Revisando la historia de ambos polos, veremos que en realidad la división de posiciones, surgió de la discusión sobre qué facultades se le reconocerían al rey, ello en el contexto de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente después del triunfo de la Revolución Francesa, particularmente el poder que tendría Luis XVI para vetar o no definitivamente las decisiones de este cuerpo colegiado, algo así como el poder implícito de un sujeto para dejar sin efecto las decisiones que el pueblo tomaría a través de su representantes, quienes defendían este privilegio del rey constituyeron la derecha y lo que buscaban limitarlo a la izquierda, pero de los pobres y eso, nada en realidad.
Hoy parece que las cosas se han volteado, los que se dicen de izquierda se han vuelto conservadores, pretenden que el Estado limite la libertad de los gobernados, insinuando sanciones a quienes no participaron en los ejercicios “democráticos” que convienen a sus intereses y eso que comparten los ideales liberales de libertad, igualdad, seguridad y propiedad, al final, intereses son intereses.
¡Adivinó!, nos referimos al resbalón del eterno Pablo Gómez, quien según su interpretación leguleya de la fracción I del artículo 35 Constitucional, deberían recibir una sanción los ciudadanos que no participaron en la revocación de mandato, evidentemente confundiendo el significado de los términos obligación y derecho, este último que corresponde a la citada fracción del artículo de nuestra Carta Magna.
Aunque los partidos políticos dicen defender la libertad como ideal del Estado y sus instituciones, las necesidades políticas, los intereses y hasta cierto punto la frustración de los tiempos electorales ya empiezan a hacer estragos, se empieza a visualizar ese aroma donde la clase gobernante empieza a querer pasar por encima de sus propias instituciones, haciendo para empezar, convenientes interpretaciones sobre la ley.
La libertad no debe tener limitaciones, de otra forma no sería libertad, no importa que la redacción, sobre todo la Constitucional, no convenga a un político o un grupo completo en particular, pues aunque solo es discurso, en las democracias liberales, México es una de ellas, lo más importante es la realización de la sociedad civil, objetivo para el que el andamiaje institucional debe servir puntualmente y no al revés, pero seguramente eso será en otro México, no en el de la 4T.
Adendas:
- En la siguiente entrega, hablaremos de cómo Estados Unidos a través del T-MEC, es el garante de la observancia de los derechos a la libre sindicación, la contratación colectiva y el derecho de huelga, esto a pesar de que este país no ha ratificado los Convenios ante la Organización Internacional del Trabajo OIT, que lo obligarían a respetar tutelar y proteger esos derechos; pienso que no ratificarlos definitivamente no es algo accidental, así es que el vigilante no ha asumido la obligación internacional de los derechos que nos pretende obligar a cumplir.
- La victoria de la blandengue oposición en el tema de la reforma eléctrica les saldrá cara, les urgía una victoria, cuando menos para levantarse un poco el ánimo, pero no calcularon bien el costo, la sonrisa les saldrá muy cara y la hora de pagar ya está cerca, le han dado a López Obrador el pretexto perfecto para no bajarlos de traidores y corruptos hasta el final de sus días, aunque la verdad no les quedaba de otra, aprobando la reforma también perdían, es algo así como la píldora envenenada que Twitter le quiere preparar a Elon Musk para que no compre la red social a través de mecanismos hostiles. La oposición cree que loco es sinónimo de tonto, no quieren reconocer que no tiene un solo cuadro dentro de sus filas, que cuando menos entienda un poco cómo actúa el presidente.
Carlos Carral Hernández:
*Abogado Postulante y Director de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.
Carlos Carral Hernández en Twitter: @carral_
Correo electrónico: carralhernandez@gmail.com