Y es que aunque le duela mucho a los Obradoristas de hueso colorado, la creación de las escuelas de tiempo completo se concretó entre el año 2007-2008. Sí, justo en la época Calderonista.
Hoy la SEP, liderada por la ya desprestigiada y muy quemada Delfina Gómez, ha decidido, extinguir su existencia, nomás así porque sí. Porque sinceramente, por más que investigue para encontrar alguna justificación para tal atropello a los derechos de los niños al quitarles la oportunidad de tener más horas en el colegio, no encontré una sola de ellas que avalara esta decisión.
Se quita y se quita porque sí, porque el Presidente AMLO y Delfina son uno mismo, porque esto lo decidió una sola persona… porque todo lo que haya tocado Felipe Calderón o el PAN en cuestión hay que extinguirlo, acabarlo, anularlo, borrarlo del mapa, haya servido o no. Este Presidente toca donde más duele, y donde nos duele es en el tema de la niñez. Las escuelas de tiempo completo servían no nada más como una extensión del aprendizaje, sino además, ayudaban a la manutención de los niños al brindarles ahí de comer y es que a nosotros, los que no somos ricos, la pregunta de “¿qué vamos a comer hoy?” nos pone en aprietos no nada más por no saber qué cocinar, sino por contar con el dinero para adquirir los insumos para ello.
Las escuelas de tiempo completo servían también como una especie de guardería (el Presidente AMLO particularmente siempre ha tenido una especial obsesión por extinguirlas), pero los padres podían estar en sus trabajos con la seguridad de que sus hijos estaban en la escuela y es que a veces el entorno escolar le brinda al menor más protección que en su misma vida, porque las madres o padres al quedarse sin esta extensión de tiempo escolar, se ven obligados a tener que dejar a sus hijos al cuidado muchas veces ya no de la abuela, sino de algún vecino o familiar lejano.
Ahí justamente es un entorno tristemente propicio para que sean muchas veces abusados sexualmente.
En resumidas cuentas extinguir las escuelas de tiempo completo, es un golpe para la niñez y las familias.¿Por qué el Presidente AMLO que tanto ama ser presidente y que seguramente sueña con quedarse otros años más a través de los triunfos de Morena, no hace bien las cosas como para ganarse la aprobación de todo el país?
Pareciera que él es su propio enemigo, pareciera que él mismo se golpea, pareciera que ya le gustó seguir sembrando disgusto… Es inexplicable cómo es que toma decisiones y basadas en qué… porque si la justificación es que lo hace para “ahorrar dinero”, la verdad es que en el bienestar de los niños. ¡¡ NO SEÑOR!!! No se escatima ni un peso!!!
Por favor… que alguien ayude al Presidente. Nadie lo intenta derrocar, nadie lo golpea tanto, como él mismo a él mismo.
Es cuánto.