El anuncio del nombramiento de Carlos Joaquín González como embajador de México en Canadá, en mi opinión, disipa las nubes de esta operación política.
De inicio habría que reconocer que dichos ex gobernadores realmente obtuvieron buenos resultados y opiniones favorables de la población durante su mandato.
Amén de la fuerza de Morena y su sólida base social en torno al presidente López Obrador, sería también por demás injusto demeritar a los buenos candidatos por parte de la cuarta transformación que resultaron ganadores de su elección. En algunos casos, los triunfos avasalladores lo han sido tanto como inusuales.
La tormenta perfecta para arrasar. Buenos candidatos, la gente ávida de un cambio y el gobierno del estado volteando hacia otro lado para garantizar “piso parejo” y que el pueblo decida. O de plano, operando abiertamente para el triunfo morenista. Eso, queda al juicio de cada ciudadano en su respectivo estado.
Es una jugada magistral del poder. En el argot beisbolero que tanto gusta en Palacio Nacional, es un “grand slam”. Es decir, un tremendo batazo. Prácticamente un disparo ganador con miras al 2024.
¿Por qué?
La primera carrera anotada entraría por lograr ‘el acuerdo’ -le vamos a llamar así- para con los gobernadores de entregar electoralmente su estado. Es muy complicado que un mandatario logre un manejo impío de las finanzas por seis años. En algún momento cometen irregularidades, aunque fuesen involuntarias. Desde el poder, tender una mano amiga o un dedo inquisidor es lo más sencillo. Depende el objetivo, es la buena voluntad mostrada por ambas partes.
La segunda anotación impulsada, llega con el premio pactado. Aunque existan elementos negativos de fondo, al final el comportamiento puede ser tan bueno, que merece recompensa. Una embajada o consulado no suena para nada mal. Desde el poder, se envía un mensaje de pluralidad, de premio al “buen hacer” del ejecutivo saliente. Es una señal de magnanimidad en medio de la andanada de críticas por el divisionismo.
Con ello, llega la tercera carrera al plato para la quiniela. Al ser perfiles cuya imagen no fue lastimada, salen al exterior para entregar mensajes al extranjero. Estos perfiles limpios, darán percepción de estabilidad y buen gobierno al interior de suelo mexicano. Políticos del ala “neoliberal” que ante cualquier insinuación de cuestionamiento externo a los gobiernos de izquierda ligados al socialismo o la revolución bolivariana, darán fe de certidumbre a las naciones. Interesante jugada sin duda.
El grand slam queda finiquitado cuando una vez instalados en el servicio exterior, estos jefes políticos pueden ser considerados en el exilio. A la distancia es más complejo ejercer el control político en su entidad. En consecuencia, y al ser perfiles emanados de la oposición, este movimiento abona a desarticular al bloque opositor. La alianza -en pausa- pierde liderazgos de peso para operar y competir en la sucesión presidencial.
En una sola jugada, cuatro aciertos torales para el ejercicio político desde el poder. Sin embargo, ese es solamente mi análisis. Al final, no he de ser quien reste mérito al efectivo ejercicio de gobierno ni a los esfuerzos realizados durante todo un sexenio a buenos gobernantes dignos de continuar sirviéndole a México desde la representación en el extranjero. Y lo mío, son solamente elucubraciones.
El informe de la bancada del PRI en Sinaloa
El grupo parlamentario del PRI ha rendido su primer informe de labores en el legislativo. El liderazgo de Ricardo Madrid destaca en la fracción tricolor. Al interior de la Junta de Coordinación Política que dirige Feliciano Castro Meléndrez, ambos hombres de consenso, han logrado acuerdos para sacar adelante iniciativas en favor del marco jurídico estatal en beneficio de las y los sinaloenses.
Al GPPRI hay que reconocerle que su actuar no ha sido para entorpecer el ejercicio de gobierno. Su coordinador ha desempeñado correctamente el trabajo con una visión siempre propositiva. Enhorabuena por este ejercicio de rendición de cuentas.
Vanessa Félix | Twitter: @vanessafelixmx