Vamos por partes. El Tuzobús fue un gran proyecto de movilidad orquestado por el exgobernador de Hidalgo, Francisco Olvera. Su entrada en funciones, entre retrasos y opacidades, se dio en agosto del 2015. La concesión se le dio a Corredor Felipe Ángeles, empresa que se creó con exoperadores del ineficiente transporte público. Es decir, se llevaron sus malas prácticas a un servicio que prometía ser de primer nivel y terminó siendo insuficiente e ineficiente.

Cuatro años y miles de quejas después el Gobierno de Hidalgo, ahora bajo el mando de Omar Fayad decidió quitarle la concesión. Inmediatamente entró de bateador emergente Vanguardia y Cambio S.A. de C.V. (VyCSA). El trabajo fue tan bueno que incluso en diciembre del 2021 Fayad les reconoció el trabajo realizado”. Incluso, le agradeció haber “aguantado vara” por no “pagarle”, esto derivado de la crisis que generó, en todo el mundo, la pandemia por Covid-19. Al día de hoy les deben 38 millones de pesos.

Para sorpresa de propios y extraños, días antes que terminara el contrato que tenía VyCSA para operar el Tuzobús fue rescindido de manera unilateral. Nos aseguran que la orden llegó desde la oficina de José Luis Guevara Muñoz, titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte del Estado de Hidalgo (Semot). La razón aún es desconocida, pero se habla de malos manejos y dádivas que buscaba el funcionario, mismas que no encontró en VyCSA.

Curiosamente Guevara Muñoz, en una clara contradicción, le dio el “nuevo contrato” para operar al Tuzobús a viejos conocidos. Sí. Ahora la empresa operadora es Líneas Urbanas y Suburbanas de Pachuca, SA de CV. Como por arte de magia la mayoría de quienes la integran son…ex socios de Corredor Felipe Ángeles.

La decisión, claramente, no obedece a cuestiones técnicas ni de operación ya que el cambio que había logrado VyCSA fue bien recibido por la ciudadanía de Pachuca. Dicho sea de paso esta compañía lo que busca es que no haya un dedazo y sea el próximo gobernador o gobernadora quien tome la decisión de cómo se llevará a cabo la cesión de la concesión.

Una decisión arbitraria, unilateral y violenta, además de afectar a una empresa que rescató un servicio que nació defectuoso, lastimará la movilidad de la capital hidalguense. Nada más y nada menos que de 60 mil personas, promedio, que se mueven al día en Tuzobús.