“¡Las sales!, ¡las sales!”, decía mi madre cuando a alguien le estaba dando el patatús tras recibir un susto, una impresión, una mala noticia.

Se refería específicamente a que la sal, especialmente la de grano o sal marina, se usaba en tiempos lejanos, como “resucitador”, es decir, impedía los desmayos.

También hay otras sales, aquellas que tomamos cuando nos dan agruras, andamos crudos o indispuestos.

Empiezo a hablarle de “resucitadores”, “levanta muertos” y antiácidos porque considero que la oposición, sí, aquellos que son siempre “próceres” de la democracia, necesitaron varias dosis de ambos remedios, pues pusieron el grito en el cielo al ver los anuncios espectaculares, las bardas y la propaganda en general que muestra la imagen de una mujer y el Hashtag “#EsClaudia.

La campaña es fenomenal.

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No sé quién es el cerebro que está detrás de ella pero sin duda es un excelente mercadólogo, pues con solo dos palabras hará que irremediablemente las personas recuerden quién podría perfilarse como la próxima candidata a la presidencia de nuestro país.

Una oposición “moralmente derrotada”

Ya he dicho, y no está demás repetir, que esa oposición, ridícula y minoritaria que tenemos en México, no puede estar “moralmente derrotada”, pues carece de moral.

Ellos, los que están dando de gritos, los que dicen que la campaña es “cínica”, los que suplican ante el INE se sancione a quienes la promueven, son los mismos que le han dado en la torre al país.

Los quejosos son de todo, menos demócratas, pues jamás han pensado en construir un gobierno del pueblo para el pueblo, todo lo contrario, anhelan que el país esté gobernado por una plutocracia, un gobierno de ricos, de élite, de influyentísimo protector.

Esas personas que hoy se han quejado todo el día en las esquinas y se dan baños de pureza, son los mismos que han saqueado al país, son defraudadores, delincuentes de cuello blanco que protegen y defienden a personajes tan impresentables como Ricardo Anaya, son los mismos que sirvieron de tapadera a los integrantes del cártel inmobiliario, los herederos de los desvaríos de una guerra fallida contra el narco que solo dejó al país con un lamentable baño de sangre. Los mismos (no hay más) que salieron a las calles a defender el INE, pues según su corta visión el actual gobierno quería “desaparecerlo”.

El miedo no anda en burro

Detrás de esas quejas vemos el terror que tienen aquellos que carecen de autoridad moral para expresarse, pero sobre todo, se quejan quienes mueren de miedo, que están aterrorizados porque a estas alturas del gobierno del presidente López Obrador, no tienen un candidato real que compita con el candidato (o candidata) que gane en la encuesta de Morena

Les llena de terror además, que en una sociedad machista y misógina, se tenga una mujer presidenta.

Por eso desde ahora, con todo el tiempo que falta, están temblando.

La doctora Claudia Sheinbaum, en caso de ser la ganadora en la encuesta para competir por la presidencia de la república, sería la favorita de muchos que desean que las políticas sociales que han sido un éxito en el actual gobierno continúen.

Y eso les da más temor.

Anhelan recuperar los privilegios que ven cada día más perdidos, sueñan no solo con que en México exista esa plutocracia que los hace relamerse los bigotes, sueñan incluso con que en México estemos gobernados por una cleptocracia, un gobierno de corruptos, de ladrones, y se defienden como gatos boca arriba desde ya, para impedir a toda costa que siga prosperando la Cuarta Transformación.

Fuego amigo...

Como colofón, aunque no en forma abierta, los mismos morenistas están que mueren de miedo.

Las corcholatas, aspirantes y suspirantes que desean ganar la encuesta, mientras de dientes para afuera dicen que aceptarán los resultados, en el fondo buscan que ocurra un milagrito y sean ellos los ganones.

El trasfondo de todo este mitote, insisto, es el miedo.

Aun con el tiempo que falta, la calentura electoral empieza a hacer estragos. Los opositores al actual gobierno, incluso dentro del mismo partido, empezarán a calentar motores y a buscar la forma de frenar el crecimiento inminente de la doctora Claudia Sheinbaum en las preferencias de los posibles votantes.

Hoy son los anuncios espectaculares, mañana será algo más.

No sé si el INE, siempre sumiso a los intereses de los otrora poderosos, vaya a multar o tomar acciones contra la actual jefa del gobierno capitalino e incluso contra los diputados morenistas que aceptaron pagar dicha propaganda, pero no me sorprendería en absoluto que se emprendiera una guerra sucia desde ahora.

Sin embargo, trabajo mata grilla.

Pese al deseo de ver su poderío aplastar las legítimas aspiraciones de Claudia a contender por la presidencia, la doctora Sheinbaum ha trabajado en la capital en favor de la gente y esa es su mayor carta de recomendación.

Con letreros o sin ellos, con grilla o sin ella, al final del día el electorado, cada vez más deseoso de ser tomado en cuenta en un gobierno plural será quien decida.

Un gobierno con mirada de mujer

Los altos índices de feminicidios, las violaciones, la revictimización de las mujeres cuando presentan una denuncia por acoso, y un largo etcétera, producto del machismo recalcitrante que aún existe en nuestra sociedad, nos debe plantear seriamente la necesidad de cambiar de aires y tener en el país un gobierno con “mirada de mujer”.

Es momento de dejar la hipocresía de lado, de tirar el puritanismo a la basura y dejar que exista un gobierno de libertades, con una real y necesaria perspectiva de género.

#EsClaudia, sí, pero puede ser cualquiera.

Por cierto...

No veo a los suspirantes plutócratas desgarrarse las vestiduras por los actos (esos sí) anticipados de campaña que hacen en Veracruz personajes de la vida política con anuncios espectaculares, con paseos en el malecón, con comilonas para las bases, con repartos de tarjetas de “ayuda alimentaria” y con otras cosas que me parece son más “cínicas” que los anuncios de #EsClaudia.

Los espectaculares de la discordia, las bardas pintadas y las recurrentes alusiones a la jefa de gobierno capitalino causan ruido porque están “más visibles” pero el desaseo de las campañas anticipadas está no solo en Morena, otros partidos ya están en la chamba.

Sería muy bueno que todos tomaran su pasiflora o su té de lechuga para calmarse un poco y dejen de fastidiar desde ahora al electorado porque al final, votarán por quien les dé la gana y pueden llevarse una sorpresa.

Agarren aire que esto apenas comienza.

“No por mucho madrugar, se amanece más temprano….”