La presente administración de Cruz Pérez Cuéllar, en Ciudad Juárez, Chihuahua, dista considerablemente de reflejar la identidad y principios que han caracterizado a Morena a nivel nacional. La ausencia de los pilares obradoristas, como austeridad, eficiencia, honestidad y solidaridad, es evidente. La paradoja se intensifica al notarse que gran parte de los funcionarios de alto rango provienen del PAN, desdibujando así la esencia morenista y, paradójicamente, su arraigo local.

Aquí algunas muestras. El presupuesto asignado a Ciudad Juárez para el año 2023 supera los 8 mil millones de pesos, una cifra que, a primera vista, debería traducirse en mejoras sustanciales para la ciudad. No obstante, la realidad es otra. La falta de transparencia y el vicio en los procesos de licitación resultan en compras infladas, triplicando los costos reales. Esto equivale prácticamente a operar con un presupuesto cercano a los 2,700 millones de pesos, un indicador alarmante que explica las carencias de infraestructura que persisten.

La inversión en obra pública es notoriamente insuficiente. Hasta agosto pasado, apenas se habían destinado 1500 millones de pesos en toda la administración, una fracción mínima del presupuesto total. Más preocupante aún es que la mayor proporción del gasto se destina a adquisiciones. Un derroche presupuestario que, lejos de beneficiar a los ciudadanos, apoya a clubes y asociaciones civiles sin contribuir al bienestar de la población.

La seguridad, uno de los pilares fundamentales de cualquier administración, está en crisis. El aumento alarmante de homicidios, con 52 casos sólo en los primeros diez días de noviembre. Apenas ayer asesinaron en este municipio al fotoperiodista Ismael Villagómez, apodado “Tiger”, situación que refleja la ineficacia de las políticas implementadas hasta el momento.

Las denuncias de corrupción y diversos delitos empañan la gestión actual, socavando la confianza ciudadana. La falta de transparencia y rendición de cuentas contribuye a la percepción de que los intereses personales prevalecen sobre el bienestar colectivo.

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La política en Ciudad Juárez ha experimentado un deslizamiento inquietante del espíritu morenista. La presencia preponderante de funcionarios con raíces panistas y sin vínculos previos con la ciudad ha generado descontento. La escasa y deficiente obra pública ha decepcionado a los juarenses, quienes esperaban una gestión más alineada con los principios y valores de Morena.

El manejo opaco de los recursos se refleja en prácticas cuestionables, como obligar al 99% de las escuelas a endosar cheques a contratistas designados por la presidencia de Juárez. Este tipo de prácticas alimenta la desconfianza y genera cuestionamientos sobre la equidad en la distribución de recursos.

De esta forma, la administración actual en Ciudad Juárez enfrenta una serie de desafíos que van desde la falta de identidad partidista hasta la opacidad en la gestión de recursos. La ciudadanía merece una explicación y un cambio de rumbo que garantice una gestión pública eficiente y alineada con los intereses reales de la comunidad y del lopezobradorismo genuino.

Punto cero

La capital de Yucatán, Mérida, ya es el epicentro gastronómico del mundo. La entidad, que dirige Mauricio Vila Dosal, es la sede del “Festival Sabores” en donde miles de personas disfrutan de una exuberante variedad de platillos hechos por los mejores chefs del mundo. Enhorabuena.