Para quienes trabajan y aman esta industria, es fundamental que exista claridad: ¿qué es lo que se requiere en materia de aviación comercial? A cada rato, variopintas voces hablan de la necesidad de una política aeronáutica, y no es un capricho, mucho menos una necedad, es establecer las bases sólidas para nuestra aviación y soberanía nacional.

Tristemente el ejemplo de nuestros hermanos argentinos nos sirve para ejemplificar a qué nos referimos cuando hablamos de soberanía aérea, o de fortalecer la aviación nacional.

Es importante que sepan que la actividad de la industria aérea contribuye al PIB cerca, o un poco más, del 3.5% (siendo conservadora con las cifras) y que este número incluso podría incrementarse, siempre y cuando se apliquen las políticas correctas.

En la Argentina de Milei, estamos presenciando cómo el Estado se encuentra empecinado en desmantelar su propia industria aeronáutica, sin importarle un comino que en ese afán, se lleva entre las patas a su soberanía aérea.

Esta triste historia la hemos visto varias veces, sobre todo cuando gobiernos neoliberales rampantes se instalan en el poder. Y es que resulta que se ha tomado la terrible decisión de cancelarle a su aerolínea bandera, Aerolíneas Argentinas la ruta a Nueva York, que a lo largo de su historia ha sido un destino intermitente de la aerolínea.

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Dicha ruta comenzó operaciones en esta línea aérea austral en un lejano 21 de marzo del año 1950, y para el año 1957 ya tenían tres vuelos a la semana. Sin embargo en el año de 2008, cuando la aerolínea fue privatizada, la desastrosa gestión de Grupo Marsans canceló la ruta, como parte de este debilitamiento de Aerolíneas Argentinas para privilegiar a la aviación extranjera.

¿Les suena conocido? Porque ahora lo mismo ocurre, pero en la gestión de Javier Milei; de nueva cuenta se suspende, ¿cuándo pudo recuperar la ruta? Cuando un gobierno con miras en el fortalecimiento de su soberanía aérea estatizó Aerolíneas Argentinas y se recuperó la ruta a Nueva York en el año de 2013.

Veamos la actualidad ¿qué pasará con la salida de Aerolíneas Argentinas de Nueva York? Pues que bajo el argumento falaz de “fortalecer” otros destinos, se deja la ciudad de la ‘Gran Manzana’, y únicamente las aerolíneas estadounidenses operarán el mismo.

Esto deja en manos de los extranjeros el número de frecuencias, los horarios y demás, y si en algún momento les da la gana, incluso podrían dejar de volar de Nueva York a Buenos Aires, y con ello dejar desconectado al país del tango y la milonga de dicho destino.

Como pasajero te verías obligado a buscar volar a otra ciudad norteamericana, donde operen ya sea las líneas aéreas extranjeras, o Aerolíneas Argentinas y de ahí buscar hacer una conexión a la ciudad de Nueva York, y esto conlleva a un gasto mucho mayor que volar de manera directa para el usuario.

Pongo este ejemplo para que México, cómo país se dé cuenta que no puede permitirse depender de las líneas aéreas extranjeras, si es que no quiere vulnerar su soberanía aérea comercial.

Es un error dejar ese atractivo mercado a otros. Esto es, si permitimos que suceda lo que está pasando en Argentina, lo que se puede lograr es cortar la derrama económica que significa la operación de vuelos comerciales de nuestras aerolíneas nacionales.

Por eso insisto en saber cuál será la próxima política en materia de aviación comercial, para se deje de andar dando palos de ciego, y que solo se vaya resolviendo conforme salten los problemas.

Debemos tener una aviación completamente regulada, ordenada y que cumpla con todos y cada uno de los estándares de seguridad aérea, para no regresar a escenarios tan negativos como fue la degradación a categoría 2, que provocó pérdidas millonarias a las líneas aéreas, y que significó además la pérdida de empleos de la fuerza laboral, la orgullosa clase obrera del país.

Con independencia de los planteamientos, sugerencias o propuestas que han surgido en estos días, a través de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) o de otros actores del sector, es de vital importancia tener claro cuál será la ruta a seguir.

Durante muchísimos años, los que estamos dentro de la industria aeronáutica hemos pedido políticas transexenales, que no sean sólo por seis años, sino que vayan mucho más allá, con la intención de fortalecer a nuestra aviación comercial.

Por ejemplo está pendiente el modelo de negocios de la nueva Mexicana de Aviación, falta una aviación regional que conecte a todo el país tras la salida del mercado de Transportes Aeromar, necesitamos la infraestructura que se tiene planeada, como las ampliaciones a aeropuertos, e incluso remodelaciones urgentes.

También está pendiente la descentralización del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez” (AICM). Muchos medios de comunicación -e incluso algunos que se llaman “especialistas”-, siguen sin entender que la disminución de operaciones en dicha terminal aérea no es algo negativo, al contrario, es lo que se ha buscado durante años.

Además al desahogar las operaciones en el AICM, con mayor facilidad y menor molestias para los pasajeros, se puede remodelar la T1, a la que le urge una nueva cara.

Lo digo y lo sostengo -y no en broma-, viendo los pisos de la T1 puedes saber la etapa de su construcción o remodelación, como los anillos de un árbol milenario, desde los pasillos ambulatorios hasta el de las oficinas en el mezzanine, donde se encuentran distintas oficinas.

Urge que se tengan directrices claras para que, como en el caso de Argentina, no se les ocurra a los gobiernos venideros darle al traste a la aviación comercial nacional, en aras de beneficiar a aerolíneas extranjeras, y poniendo en riesgo miles de fuentes de trabajo, tirando por la borda lo que hasta el momento se ha construido.

Por tal razón somos tan demandantes en querer saber qué nos deparará el futuro, pues estamos en manos de los políticos que hacen las leyes, y queremos participar para que los ordenamientos legales sean justos y aplicables, para que permitan y coadyuven al desarrollo y crecimiento de esta fascinante industria.

Una gran tarea sin duda alguna, no sólo para la próxima presidente del país, sino para todos los legisladores, pues de verdad urge sentar las bases para una aviación exitosa. Por favor no más “al ahí se va”, la aviación requiere que se le tome muy en serio.