El senador Ricardo Monreal está confundiendo la construcción de consensos y el pluralismo, con la conveniencia política y la incongruencia moral.

Ayer, el coordinador de los senadores de Morena aseguró que si la iniciativa de Reforma Eléctrica del presidente AMLO es aprobada en sus términos actuales, México tendría que pagar miles de millones de dólares en compensaciones por demandas internacionales.

Este viernes en su conferencia mañanera, AMLO le respondió a Ricardo Monreal que está “desinformado” y pidió a los legisladores pensar sólo en los intereses de la nación.

En otra ronda de posicionamientos, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, aseguró que los diputados de su partido votarán en contra de la iniciativa si no se realizan las modificaciones necesarias, además de insistir en que el debate debe presentarse hasta después de las elecciones de julio.

Con esto, parece que comienzan a abrirse los distintos frentes de cara a la discusión de la reforma, la cual fue propuesta desde el año pasado pero su proceso legislativo se aplazó hasta este 2022 ante la falta de acuerdos.

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La propuesta de Reforma Eléctrica ha cumplido con un proceso de análisis ciudadano a través del formato de Parlamento Abierto, el cual concentró a decenas de especialistas en 15 foros para analizar la iniciativa desde distintos enfoques: técnico, económico, político, social, medio ambiente, regulación y soberanía energética, entre otros.

Para muchos, Ricardo Monreal es el “super negociador” de la 4T que es capaz de alcanzar acuerdos hasta con el mismo demonio.. Esa es la virtud y condena, que Ricardo Monreal es capaz de pactar con el diablo.

Rumbo a la definición de las candidaturas para la elección presidencial de 2024, Ricardo Monreal aparece como un camaleón capaz de cambiar de piel en cualquier momento y con la única convicción de mantener su privilegio.

No es lo mismo abrirse a otras fuerzas políticas en diálogo y buscar acuerdos en los desacuerdos, que darle la espalda a la Cuarta Transformación con una de sus principales reformas, un nuevo orden que supone el alto definitivo a las empresas que impulsaron la agenda neoliberal para aprovecharse de las concesiones.

El presidente AMLO necesita la Reforma Eléctrica, pero más importante aún, los mexicanos y las mexicanas necesitan la Reforma Eléctrica. Urge recuperar la soberanía energética y cobrar a los privados lo justo por las líneas de transmisión de la CFE. No se vale que una empresa se organice como sociedad de autoabasto y venda “de contrabando” la energía que produce con recursos que no le pertenecen.

La CFE es una empresa malherida que vive sus últimas horas si no se hace algo urgente por rescatarla. Sí, los vicios provienen tanto de las empresas que saquean lo que se encuentran, como de los funcionarios omisos que y corruptos que nos trajeron hasta este momento de definición.

Es por eso que la reforma del presidente es agresiva, que marca un antes y un después en la política energética, que llega para llevarse todo lo que se encuentre por delante. Las demandas internacionales se enfrentarán bajo la premisa del interés superior de la nación.

¿Por qué Ricardo Monreal hace casi casi nado sincronizado con el PRI en el rechazo a la Reforma Eléctrica?

El senador sigue obsesionado con su candidatura presidencial rumbo al 2024 y cree que andar cayendo bien en todas las bancadas lo llevará a Palacio Nacional. Está equivocado, los votos llegan del respaldo popular y Monreal está a dos descuidos más de quedar como un “traidor” de la 4T.

Quizá es momento de que Monreal vaya a buscar consensos de regreso al PRI, donde militó al inicio de su carrera y que ahora, en plena reconstrucción, está pidiendo su limosna de cualquier personaje con un poco de capital político.

También existe la alternativa de Dante Delgado y su Movimiento Ciudadano, plataforma que le dio una diputación federal en 2012 y que ahora busca posicionarse como la “oposición progresista” al gobierno de AMLO.

¿A dónde irá a parar Ricardo Monreal? Aún no es tarde para que rectifique e inicie una campaña de información sobre los mitos y realidades de la reforma eléctrica. Tampoco está de más que vaya respetando las tendencias de la candidatura presidencial en Morena. Por ahora, su destino es el consenso dentro de la transformación y no la negociación contra lo que falta por transformar.