Finalmente están saliendo publicadas las investigaciones alrededor del fatal accidente sucedido el 29 de diciembre de 2024 en el Aeropuerto Internacional de Muan, en el que perdieron la vida 179 personas a bordo de un Boeing 737-800 de la aerolínea Jeju Air, y solamente 2 sobrevivieron.

Uno de los peores accidentes por parte de una aerolínea de Corea del Sur; según los datos del Ministerio de Transporte, otro accidente en Guam ocurrió en 1997 con un equipo de la aerolínea Korean Air, y el más reciente en territorio surcoreano fue en el año 2002, pero por una aerolínea china.

Las investigaciones realizadas alrededor de la tragedia del año pasado han arrojado información, concretamente que se encontraron restos de aves migratorias en los motores de los aviones.

Ha trascendido un mensaje que logró enviar un pasajero a uno de sus familiares, donde advertía que había un “pájaro” atorado en el motor; según lo reportado por la Agencia News1, el mensaje del pasajero terminaba de la siguiente manera:

“¿Debería decir mis últimas palabras?”

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Los investigadores a su vez han informado que las cajas negras dejaron de funcionar cuando la aeronave se encontraba a dos kilómetros de la pista de aterrizaje.

Esta búsqueda de información está a cargo de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación y Ferrocarriles de Corea del Sur, y que fue compartida por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI); esta última dejó claro que tiene 12 meses para la elaboración -y su posterior publicación- del informe final sobre este terrible accidente aéreo.

La aviación así funciona, los accidentes se convierten en herramientas de vital importancia para encontrar fallos y corregirlos, con los que se termina por perfeccionar la operación de las aeronaves, por eso se le da muchísima importancia a la investigación, y ya estaremos leyendo los pormenores que arroje el informe.

Para ponerlos en contexto, estimados lectores, señalo que otro gran evento trágico para la aviación, que terminó por modificar, dinámicas, protocolos y sistemas de acceso a cabina de pilotos, fue el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001.

El parteaguas fue de tal magnitud, que desde entonces, para evitar la “interferencia ilícita”, como se llama correctamente a lo que llamaríamos “secuestro de una aeronave”, las puertas de las cabinas de piloto fueron sustituidas por unas de acero, tan reforzadas que aunque le des de patadas, nunca la vas a poder abrir.

Por eso cuando en un vuelo de Volaris sucedió un “intento de secuestro” de la aeronave por parte de un pasajero, nunca iba a poder entrar a cabina de pilotos, porque ante una amenaza de este tipo, la puerta se cierra a piedra y lodo, y es imposible de abrir. Solamente se puede acceder si la destraban desde adentro.

Por eso este tipo de eventos terminan por hacer modificaciones en las operaciones aeronáuticas y tal vez se cambien algunas directrices.

Y si usamos como ejemplo la tragedia en Corea del Sur, una de las cosas que llamaron mucho la atención fue el muro de concreto al final de la pista, y después se descubrió que varios aeropuertos de Corea del Sur cuentan con este muro de hormigón al final de la pista, cuando no debería de haber absolutamente nada.

El Ministerio de Transporte de Corea del Sur ha tomado la decisión de quitar estos muros que contienen un sistema de navegación y en su lugar colocar muros de materiales más flexibles, que se rompan “más fácil”, sin comprometer a la aeronave que choque con dicha estructura.

Ahora hablemos de las aves. En la aviación siempre han significado un grave peligro, por eso los aeropuertos cuentan con sistemas para evitar (o desincentivar) el paso de las aves.

Pero recordemos que un accidente de aviación es la suma de varios errores, y no se puede achacar a uno solo. Es un hecho, han encontrado restos de ADN de pato; para ser más exactos, de cerceta del Baikal (Sibirionetta Formosa), de la familia de la Anatidae; o sea de los patos que en invierno suelen migrar de Siberia a Corea del Sur, Japón y a la península de Kamchatka.

El descubrimiento despeja algunas dudas, pero otras siguen sin respuesta. Tendremos que esperar al informe final, ¿por qué aterrizó sin tren, y sin los flaps?, además, ¿la tripulación dio aviso del impacto de las aves durante la fase de aterrizaje del vuelo?

En entrevista para France 24 el piloto de la aerolínea Lufthansa y experto en seguridad aérea, Christian Beckert dijo que “las imágenes de video sugieren que, además de las reversas, la mayoría de los sistemas de frenos del avión no estaban activados, lo que creó un “gran problema” y un “aterrizaje rápido.”

Por supuesto todavía hay muchas preguntas en el aire, aquí uno de los grandes avances en la investigación es la confirmación de la presencia de aves y del impacto de las mismas en los motores.

Estaremos al pendiente del momento en que publiquen el informe completo, y lo estaremos analizando junto con ustedes, mis estimados lectores. Es importante saber qué fue lo que le pasó al vuelo, y cuáles serán las nuevas medidas de seguridad que emanarán de dicha investigación.

Aunque no lo parezca, mucho es provocado por el ruido mediático pero la aviación sigue siendo el medio de transporte más seguro del mundo.