Si el Frente Amplio Opositor no atiende la elección de precandidatos en la CDMX, podríamos enfrentar rupturas con quienes han tenido una buena gestión, como Adrián Rubalcava, Luis Cházaro, Lía Limón, Raúl Flores, Kenia López y considerando vacas flacas en la 4T podríamos considerar incluso a De la Madrid, Beatriz Paredes y al Dr. José Narró como posibles candidatos.
¿La tiene pérdida la 4T?
La situación actual de Morena y AMLO en la CDMX recuerda a la derrota de Napoleón en Waterloo.
Desde que Claudia Sheinbaum llegó al poder por Morena, la ciudad ha enfrentado problemas financieros y de infraestructura con graves consecuencias, como el colapso de la Línea 12 del Metro.
A pesar de años de dominio perredista, en las últimas elecciones, Morena perdió varias alcaldías a manos de la oposición. AMLO creyó que su presencia bastaría para mantener el apoyo de la ciudad, pero sus decisiones erróneas pueden llevarlo al declive político.
La dinámica del voto en la CDMX
Una de las fortalezas de la capital del país, es la capacidad de movilización y organización ciudadana que ha influido en la democracia local. El voto en la ciudad funciona de manera diferente y los votantes evalúan constantemente la actuación de sus gobernantes.
Reglas claras y no dedazos
Para la oposición es importante clarificar las reglas para elegir candidato y alejarse de la simulación del partido oficialista, del pago de cuotas y, por supuesto, de la imposición.
Xóchitl Gálvez la tenía ganada, aunque solo el tiempo nos dirá si cayó en la trampa de Andrés o su fenómeno es real.
La era de Claudia
Con Sheinbaum la CDMX se vino abajo.
Las malas decisiones del presidente serán su Waterloo. Dio por hecho que la CDMX seguiría ciegamente a Claudia Sheinbaum, quien desde que llegó a la jefatura de gobierno mostró que su visión para gobernar se limita a seguir las instrucciones de su líder. Equivocadamente AMLO desplazó a los verdaderos luchadores que lo habían acompañado y a los que siguieron los principios de la verdadera izquierda y pensó que los capitalinos aceptarían convertirse en la “caja chica” de donde salen los recursos, entre otras cosas, para las movilizaciones organizadas para alimentar su ego.
La fuerza del voto en la CDMX
Algo que ha dejado la experiencia de más de 20 años desde que Cárdenas logró la victoria electoral en la CDMX, es la capacidad de movilización y organización ciudadana, que quizá no se repite en ninguna otra parte de la República. La ciudadanía participa activamente en movilizaciones sociales que han cambiado la vida de México, como la de 2004 en contra de la inseguridad o las que se registraron recientemente en defensa del INE. Otro aspecto muy destacable es que el voto funciona como en ninguna otra plaza.
La selección del candidato opositor
Importantes personajes que ya mostraron sus alcances como delegados y alcaldes, aspiran a gobernar la CDMX, como Adrián Ruvalcaba, quien, me consta, ha apoyado directamente a los vecinos de Cuajimalpa, acaba de lanzar una muy interesante propuesta para que el candidato del Frente Amplio por México salga de un proceso de al menos seis puntos, porque desde su punto de vista: “Simular dichos valores y prácticas daña por completo la confianza de la sociedad en los partidos”:
1. Equidad entre los contendientes.
2. Participación ciudadana.
3. Transparencia en la toma de decisiones.
4. Voto directo en la elección primaria anunciada
5. Información a través de debates y foros nacionales
6. Certeza en la conformación de un comité que garantizará todas estas prácticas.
Otros más, como el excoordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Luis Espinosa Cházaro, han comenzado a promocionarse con un vulgar despliegue de recursos que no se sabe de dónde salen, por eso el proceso se debe replicar con especial cuidado, porque por falta certidumbre, o si se deja al “dedazo” o al reparto de cuotas, podría llevar al Frente a la derrota.
Asimismo, por lo plural y diversa que es la CDMX, se debe poner especial énfasis en ganar la confianza de la clase media. Los escenarios en la capital del país cambian porque los votantes evalúan constantemente la actuación de quienes los gobiernan sin minimizar las estructuras partidistas de la mano de programas electoreros.
En ese contexto la oposición debe poner muy claras las reglas del juego democrático para elegir candidato, alejándose de la simulación del partido oficialista y pensar en un proyecto moderno, liberal y de vanguardia para la ciudad.
Twitter: @diaz_manuel