La pregunta es sería ¿qué aporta el ex ministro de la SCJN, Arturo Zaldívar a la campaña de Claudia Sheinbaum y con qué propósito sigue ahí?
Zaldívar Lelo de Larrea, terminó el pasado siete de noviembre, con un año de anticipación, su periodo constitucional como ministro de la SCJN que vencía el 30 de noviembre de 2024, cargo para el que fue electo por 15 años.
Todo mal
A pesar de ser un docto en derecho el ex ministro hizo todo mal, en su carta de renuncia decía que su ciclo en la Corte “ha terminado” y que sus aportaciones como ministro “en la consolidación de un mejor país se han vuelto marginales”.
Cabe señalar que el artículo 98 del ordenamiento jurídico expresa claramente que las renuncias de los ministros de la Suprema Corte de Justicia solamente procederán por causas graves y serán sometidas al ejecutivo, quien de aceptarlas, las enviará para su aprobación al Senado.
Bueno, pues tal como sabemos de propia voz de Zaldívar, la renuncia no obedeció a una causa grave, el presidente la sometió a la consideración del Senado y la razón por la que renunció a su alta responsabilidad para con la república, fue con el fin sumir un cargo político y cumplir con las ordenes de AMLO. Así lo dijo: “estimo que es de la mayor importancia sumarme a la consolidación de la transformación de México, desde los espacios que me brinden la oportunidad de tener incidencia en la construcción de un país más justo y más igualitario, en el que sean prioridad quienes menos tienen y más lo necesitan. Espero seguir colaborando hacia el México que todas y todos soñamos’'.
Dos horas después de haber anunciado su renuncia, apareció información por parte de la candidata de Morena con una foto con el ministro donde decía: “Me reuní con Arturo Zaldívar. Acordamos trabajar juntos para avanzar en la transformación del país’'.
Actualmente se desempeña como coordinador de la reforma judicial en la campaña de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum.
La bomba
Aun no se alcanza a conocer la magnitud del daño, pero hace unos días una denuncia anónima dio pie a que el Consejo de la Judicatura iniciara investigaciones en contra de Zaldívar y algunos de sus ex colaboradores por presuntos actos de corrupción, enriquecimiento, vulneración de la independencia del Poder Judicial de la Federación al presionar a jueces y magistrados para dictar resoluciones de acuerdo con intereses personales y de terceros, violencia sexual, cohecho, abuso de funciones y desvío de recursos.
Al parecer Claudia Sheinbaum se ve obligada a tragarse lo pleitos al interior de Palacio Nacional, así como las inconsistencias del presidente y sus compromisos, la corrupción en los órganos jurisdiccionales y la impartición de justicia que nunca se dio durante la presente administración., además, asumir y cargar con los pleitos al interior del equipo de Andrés y cubrir las barbaridades que se dieron durante toda esta administración.
Se menciona que, en los casos específicos en que existió presión por parte de la presidencia del CJF, que también ostentó Zaldívar, y que se cometieron entre 2019 y 2022, se encuentran las leyes de hidrocarburos y de la industria eléctrica; el proceso penal contra Emilio Lozoya Austin (ex director de Pemex); el fraude cometido al Infonavit por cinco mil millones de pesos y la creación de juzgados y tribunales a modo para resolver casos relacionados con telecomunicaciones.
La carga que lleva Claudia
Desde que AMLO llegó, el ex ministro Zaldívar asumió un rol político, no como representante de un poder autónomo, sino como empleado de presidencia., con la reforma a la industria eléctrica, con una serie de juicios, sentencias y acciones en contra de integrantes del crimen organizado, en temas de conflictos de corrupción que involucraban a personajes de la oficina de la presidencia, al fiscal carnal Alejandro Gertz Manero y con quien era el entonces director de la UIF, Santiago Nieto.
Con la denuncia al ministro se destapó un entramado que repercute directamente en el presidente e impacta en el centro de la supuesta “honestidad valiente” de AMLO y de sus principales colaboradores que, ante la caída empiezan a darse con todo.
El nefasto fiscal carnal de AMLO, Alejandro Gertz quiso aprovechar la coyuntura con Zaldívar para cobrar venganza, ya que en el pasado al encarcelar y intentar arrebatar una herencia a su cuñada, el ministro como Pilatos, se lavó las manos y no apoyó al fiscal, por lo que ahora busca revancha.
AMLO obligó a renunciar a Zaldívar un año antes para garantizar el control de la SCJN, imponer a Lenia Batres, hermana del actual jefe de gobierno, quien apareció en una grabación donde da órdenes a su equipo para afectar a Omar García: “No es que no quiera hacerle caso a la jefa, es que creo que no está viendo las divisiones ni el panorama completo desde la ciudad”. Seguramente ya habría pactado con AMLO y con Arturo Zaldívar la incorporación de su hermana al máximo tribunal del país.
Ahora Claudia tiene que cargar con las rencillas entre el circulo cercano del presidente, con Alejandro Gertz y Zaldívar, los intereses políticos y económicos del jefe de gobierno y con el desastre que se viene. De ganar tendrá que responder como presidenta de la república ante los actos de corrupción de la 4T.
Claudia puede decir, como alguna vez lo dijo Fox “y yo por qué”. La candidata tiene que deshacerse de Zaldívar, un personaje indefendible, que solo está perjudicando su campaña.
X: @diaz_manuel