Honestamente pensé que sería una semana de pascua tranquila en materia política. No culmina el periodo vacacional y desafortunadamente el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa sigue dando de qué hablar.
Creo que su intención no es otra que la de victimizarse, con el objetivo de dar argumentos a la comunidad universitaria de salir a las calles en defensa del ‘rector mártir’. Políticamente, parecía buena idea, pero la ejecución ha sido… ridícula. El rector no merece la defensa por parte de la comunidad universitaria. Tampoco es mártir ni perseguido político. El titular de Casa Rosalina será presa de sus propios errores.
Me parece que el movimiento por parte de Jesús Madueña, de solicitar el amparo es desafortunado en varias formas.
De entrada, todo indica que el rector está afirmando hechos falsos ante un juez federal. Lo cual, de acuerdo con la Ley de Amparo constituye un delito federal. Al momento no hay indicios de que dicho intento de detención se haya realizado ni que exista una orden de aprehensión en su contra.
El estado negó su participación en el operativo. La titular de la FGE negó que exista orden de aprehensión. El municipio, también. Me resulta inverosímil creer que existió un operativo con los tres órdenes de gobierno para la detención de un rector en funciones. Vaya, ni la detención de personas de mucho mayor interés han requerido un operativo tan robusto. Hay cosas que simplemente, no cuadran.
Si es estrategia política, me parece que Don Jesús Madueña eligió de manera incorrecta. Sus asesores no le ayudan. Falsear información ante un juez federal es tema serio y es, además, delito federal.
Mensaje a la comunidad universitaria: si tienen a un rector que engaña, miente y delinque, sépanlo; defender a un rector así, no es defender a la UAS ni a su autonomía.
Me parece bochornoso para la investidura de la rectoría universitaria que su titular engañe, mienta y cometa delitos en aras de ganar terreno en la narrativa. El rector ha intentado politizar un tema que está en ramo jurídico. En esa tesitura ha cometido graves errores.
El primero de ellos ha sido ‘echarse para atrás’, en los acuerdos pactados con el gobernador. Eso ha evidenciado a un rector carente de ‘palabra’ y poco confiable. El segundo, ha sido negarse a la auditoría de los recursos estatales por parte de la ASE. El tercero, es este último, justamente señalar hechos falsos ante un juez federal a fin de solicitar un amparo para evitar su detención.
Tres errores, en tres momentos que han retratado la figura del rector universitario como un personaje cada vez más desdibujado. Simplemente lamentable para la UAS, tener un rector con ése nivel. Don Jesús, ha pasado de largo en su oportunidad histórica de democratizar a la universidad, y en contraparte, ha elegido el sinuoso camino de continuar defendiendo el cacicazgo de quien verdaderamente controla la universidad.
Error tras error, no hace más que evidenciar al rector. ¿A qué le teme? Y es que, seguramente, un hombre por allá por la UAS, no duerme de puro miedo…
Vanessa Félix | Twitter: @vanessafelixmx