“Más de 430 actores en escena”
Es imposible no evocar al nazismo con la publicación que firmaron varios “intelectuales”, invitando a votar por los partidos de derecha: el PRI, el PAN y su mascota el PRD (“más de 430 intelectuales”, publicaron los medios oficiales, recordándome aquellas obras teatrales donde anuncian “más de 430 actores en escena”, lo que siempre me hace pensar que son 431).
En primer lugar, me viene a la mente el nazismo, por su declaración: “No se trata de regresar a la indeseable situación previa a la presente administración en la que hubo abusos, corrupción y frivolidad, sino de reencauzar los cambios hacia la profundización de la democracia, fortaleciendo la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana”, disculpando la era de crímenes y corrupción de los sexenios del PRI/PAN. Si se tratara de impedir el triunfo de un Partido Comunista Alemán sobre el Partido de Hitler, dirían: “No se trata de regresar a la indeseable situación de exterminar personas en campos de concentración, sino de reencauzar los cambios hacia la profundización de la democracia, fortaleciendo la transparencia, la rendición de cuentas, la participación ciudadana y las arañas patudas”.
También me trae a la mente al nazismo porque, el Partido Alemán que permitió aquella dictadura inhumana, usó un lenguaje patriótico y a favor del proletariado, cómo estos comparsas del peor sector empresarial, quienes aluden a “la república”, “la democracia” y “las libertades”, como si no supiéramos que las únicas libertades que les interesan son las de enriquecerse, a costa de quien sea y cómo sea.
“Intelectuales” que perdieron “chayotes” y privilegios
Quienes cobren por asesorar su frustrado intento por reinstaurar un régimen que todos aborrecemos, presuponen que nuestro gobierno ni es república, ni hay democracia, ni hay libertades, para justificar, mediante un bonito y probable fraude electoral, la imposición de un gobierno de derecha, que renueve los pactos de corrupción entre políticos, empresarios, medios de comunicación, y, por supuesto, aquellos “intelectuales” que perdieron “chayotes” y privilegios.
Aunque los consejeros electorales Lorenzo Córdova y Noé Murayama no hayan firmado dicho “manifiesto”, es obvio que no tendrán inconveniente en apelar a él cuando coronen con la presidencia a Margarita Zavala o el pelele de su preferencia (como lo prueban sus lamentables declaraciones contra el presidente, insinuando que es populista y antidemocrático, sin pruebas, dejando en claro quiénes les pagan y cuáles son sus intereses).
El “manifiesto” se distingue también por incurrir en un montón de falsedades (que quienes lo redactaron suponen ciertas, nomás por declararlas), y, de paso, balconear el patético espíritu rastrero de los “intelectuales” de marras; dejando en claro la evidente, contundente e inobjetable desesperación de la derecha por los viejos tiempos de decadencia, crimen y dinero a manos llenas.
Damas y caballeros, con ustedes, el enternecedor manifiesto contra la 4T (un millón de veces mejor que los nocivos gobiernos de derecha que por años han matado, robado, mentido y menospreciado a nuestro pueblo), aderezado con mis comentarios entre paréntesis:
Hay momentos cruciales en la vida de una nación y éste es uno de ellos (casi como sacar a la mafia en el poder que nos dominó durante décadas).
México se debate entre la democracia y el autoritarismo, entre las libertades y el abuso de poder, entre el conocimiento y la demagogia, entre la responsabilidad y el capricho, entre el federalismo y el centralismo, entre la división de poderes y la presidencia autocrática, entre el camino de las instituciones y el arbitrio de una sola voluntad (entre la realidad y la fantasía, entre la vida y la muerte, entre Pancho Villa y una Mujer Desnuda). Toca a los ciudadanos inclinar la balanza, de ahí la importancia y trascendencia del proceso electoral en curso (como lo hicieron 300 millones y pico de mexicanos que apoyaron a López Obrador para que fuera presidente).
Los problemas del país son graves y se están agudizando. La pobreza se ha extendido agregando a sus filas 10 millones de pobres más y la desigualdad crece, la violencia criminal se mantiene, lo mismo que la zozobra de los ciudadanos que han olvidado lo que es vivir en paz y con seguridad. Por falta de medicamentos están muriendo muchos mexicanos por enfermedades curables, entre ellos niños con cáncer (qué lindo recordar a los gobiernos del PRI y el PAN, con la diferencia de que hoy sí se están encerrando a los políticos corruptos).
Asusta a los inversionistas la falta de certeza jurídica y se desaprovechan las ventajas comparativas por la vecindad con Estados Unidos, así como el acuerdo comercial que tenemos con ellos. En lugar de apostar por la transición energética y el compromiso con el medio ambiente, se insiste en los combustibles fósiles (claro, por eso los gringos están a punto de declararnos la guerra). Desprecian la lucha de las mujeres por sus derechos (olvidan que se ha legalizado el aborto y la se mejoró la justicia para castigar la violencia de género), la calidad educativa, la ciencia y la investigación, hipotecando el futuro (para ellos la calidad educativa era privatizar las universidades y lo único que han hipotecado son sus casas de verano, cuando se les acabó el “chayo” y la devolución de impuestos).
Urge poner un alto a la descomposición institucional y la improvisación, impulsar la imparcialidad del servicio público y colocar al ciudadano en el centro de la acción política; reivindicar la importancia de los organismos autónomos para empoderar a la ciudadanía y respetar el trabajo de la sociedad civil organizada, aprovechando sus aportaciones para mejorar políticas públicas, basarlas en evidencia y combatir malas prácticas. Pero lograrlo requiere detener la instauración de una autocracia y respetar el pluralismo como vía para transformar a México (el único ciudadano que quieren colocar en el centro de la acción política es un enano beodo llamado “Borolas”).
Seamos claros: se necesita vencer en las urnas a la coalición oficialista de Morena y sus partidos satélites para rectificar el rumbo (equivocación, Morena va a arrasar sola). No se trata de regresar a la indeseable situación previa a la presente administración en la que hubo abusos, corrupción y frivolidad, sino de reencauzar los cambios hacia la profundización de la democracia, fortaleciendo la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana (o, cómo decir que votes por el PRIAN, sin decir que votes por el PRIAN).
Para construir una sociedad inclusiva basada en derechos, más justa y dinámica, se requiere del concurso de múltiples y diversos actores que incidan en el proceso con sus causas y agendas, en contraste con la obediencia ciega que se somete a los designios de una sola y mesiánica voz (su única agenda dice “robar” y la voz mesiánica que ellos escuchan y se someten ciegamente, es la de la ambición).
Avanzar en ello será posible si se derrota al oficialismo en la mayoría de los cargos en disputa (el oficialismo se llama la mayoría de los mexicanos). El actual gobierno está usando recursos e instituciones del Estado para favorecer al partido del gobierno y el presidente viola la Constitución interviniendo en las campañas, difundiendo propaganda y haciendo escarnio y persecución de opositores (parece que no les gustó que el presidente balconeé en “las mañaneras” a los medios y políticos que mienten y cometen ilícitos). No solo los programas sociales, hasta la vacunación se ha subordinado a su estrategia electoral (o sea, que hasta vacunar a la gente es una mala acción).
Ante ello hacemos un llamado a los ciudadanos para que voten con sentido estratégico y opten por las candidaturas más competitivas, de tal manera que no se diluya la votación opositora (¿cuál candidatura competitiva? Están condenados a la derrota). Las posibilidades de triunfo crecen día con día ante el inocultable fracaso en todos los órdenes de la actual administración federal (claro, tan inocultable como sus malvadas intenciones).
En muchos estados, municipios, alcaldías y distritos se conformaron alianzas amplias que son muy competitivas (alianzas entre la derecha y el narco). Pero existen lugares en donde la oposición va por separado. Ahí debe prevalecer la responsabilidad y cerrar filas con quien tenga mayor probabilidad de vencer desde la oposición a Morena (el que tenga mayor probabilidad de vencer será en el Estado de su mente).
Esta elección no es el fin del camino
Es tiempo de unir fuerzas mostrando generosidad y altura de miras (esta cosa abstracta sí la redactó un poeta orgánico). Esta elección no es el fin del camino, pero es fundamental no solo para avanzar en el propósito común de construir una alternativa viable y atractiva frente al retroceso populista y autoritario, sino también para detener el deterioro político, económico e institucional del país (cámara con su deterioro).
Hoy el voto libre todavía puede determinar el resultado, pero si se desperdicia la oportunidad de este proceso quizá ya no será lo mismo en la siguiente elección.
Tú tienes el poder, ejércelo con inteligencia el próximo 6 de junio (o si no, todavía queda el fraude electoral para las elecciones presidenciales).
Ciudad de México, a 31 de mayo de 2021. (Quizá lo único cierto del manifiesto, aunque lo dudo).