Del Centro Virtual Cervantes he sacado ciertas palabras, bastante conocidas, de un libro fundamental publicado en 1605, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha: “De gente bien nacida es agradecer los beneficios que recibe, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud”.

En tal página de internet aparece una nota. En la misma se explica el origen de la frase “uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud”: procede de San Agustín. No lo sabía. Sí estaba enterado de que a San Agustín se le conoce como el doctor de la gracia. ¿La gracia?

El origen de las palabras es importante. En un diccionario etimológico de internet encontré lo siguiente: “Gratitudo es la cualidad del gratus (agradable, bien recibido, agradecido). De la misma raíz latina proceden las palabras gracia, agradar, agradecer, grato, ingrato, gratuito, gratis, congratular o congratularse, etc. Estas palabras latinas proceden de una raíz indoeuropea *gwerә-2 (alabar)”.

En otra parte leí que:

  • “La palabra gracias viene del latín gratia, que deriva de gratus (agradable, agradecido). Gratia significa la honra o alabanza que sin más se tributa a otro. Después significó el favor y reconocimiento de un favor”:
  • “La raíz indoeuropea indoeuropea *gwerә- (alabar en voz alta), dio origen a gratus y gratia que nos dieron agradar y congratular”.

Es decir, ser agradecido significa alabar en voz alta. ¿Y alabar? Según el Diccionario de la lengua española, “manifestar el aprecio o la admiración por algo o por alguien, poniendo de relieve sus cualidades o méritos”.

Las columnas más leídas de hoy

¿Por qué menciono todo eso? Por el artículo de hoy de Raymundo Riva Palacio en El Financiero, “El jefe y la candidata calca”. Es una crítica a AMLO y a Sheinbaum. No hay originalidad en lo que dice Raymundo: desde hace bastante tiempo la oposición ha pretendido insultar a Claudia llamándola “calca de AMLO”.

En julio del año pasado el empresario Claudio X. González escribió esto en Twitter: “Claudia es copia, Claudia es calca, Claudia es corcholata que acepta la connivencia como forma de gobernar y hacer campaña. Ya hemos visto su metamorfosis, ya hemos presenciado su mutación…Ofrece continuidad con cambio. En pocas palabras, promete un gobierno que seguirá mintiendo, engañando e improvisando. Ambición mata formación”.

Sheinbaum respondió en la red social llamada actualmente X:

  • “En respuesta al X tuit de Claudio X, el capitán de los conXervadoreX, en el que retuitea un artículo de Denise Dresser (no lo dice de frente), criticando que represento continuidad con sello propio, quisiera decir, claro que sí y con mucho orgullo”.
  • “Por cierto, no soy calca, soy Claudia. No soy improvisación, soy científica, doctora en ingeniería en energía y experta en cambio climático, primera mujer electa jefa de gobierno y con resultados, y si México y Morena lo quieren, seré la coordinadora de la defensa de la 4transformación”.
  • “Le digo a usted que da orgullo ver que enfilan sus ataques contra mí, porque saben que defendemos el proyecto de transformación, tenemos capacidad y además, por cierto, MORENA les lleva en las encuestas como 30 puntos”.
  • “Le recomiendo decir lo que piensa de forma directa y no a través de otros. Buen día”.

No creo que Claudia vaya ahora a responder a Riva Palacio. ¿O sí lo hará? Quizá valdría la pena que lo hiciera ya que, indudablemente, el columnista de El Financiero la ha cuestionado por algo que la candidata presidencial de Morena hizo el primero de marzo en el Zócalo: en más de un sentido dedicar su discurso de arranque de campaña a dar las gracias al presidente Andrés Manuel López Obrador:

  • “Tengo más que claro que soy parte de un movimiento social que viene de lejos”.
  • “Tengo claro que soy parte de ustedes. Que no llegué aquí sola y que el triunfo del 2 de junio, porque vamos a ganar el 2 de junio, es el triunfo del pueblo de México”.
  • “Tengo claro que nos tocará, juntos y juntas guardar el legado de un hombre que está hoy en Palacio Nacional, que ha cambiado para bien la historia de nuestro país”.
  • “Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado a no caernos frente a ninguna adversidad, a no arrodillarnos frente al poder del dinero, a confiar en el pueblo y su dignidad, y a que cuando hay revolución de las conciencias y un pueblo se empodera y reconoce su fuerza y su historia, no hay nada que lo detenga”.
  • “A ese hombre, Andrés Manuel López Obrador, le decimos: vamos a cuidar su legado y sepa, presidente, que el cierre de su gobierno será espectacular, porque una vez más con el pueblo de México, estaremos haciendo historia”.

Eso no es calcar. Eso es agradecer. Con eso Claudia demostró que es una mujer bien nacida. Está agradecida con Andrés Manuel porque toda su vida política la ha pasado al lado de tan extraordinario dirigente —nadie negará, ni sus enemigos, que AMLO es un político fuera de serie—.

Pero el agradecimiento de Claudia no tiene que ver solo con lo personal. Sí, ella todo se lo debe a Andrés Manuel. Pero hay algo todavía más importante: la doctora en ingeniera en energía y experta en cambio climático está agradecida con López Obrador porque sinceramente cree que lo realizado por el actual presidente es lo mejor que le ha pasado a la sociedad mexicana.

Claudia Sheinbaum sabe que si en su presidencia lograra estadísticas positivas nunca vistas en todos los temas —economía, seguridad, medio ambiente, cultura, ciencia—, al final de su gobierno tendría que reconocer que pudo llegar tan lejos porque, como dijo uno de los científicos más destacados de todos los tiempos, se montó en los hombros de un gigante.

Newton lo dijo así en una carta: “Si he podido ver más allá es porque me encaramé a hombros de gigantes”. No es una frase original de Newton. Jorge Alcalde escribió en un diario español que “muchos historiadores coinciden en atribuírsela al teólogo y filósofo Juan de Salisbury (1115-1180)”. Seguramente es la verdad.

Pero, como dice el citado Alcalde, “da igual”. Tanto en ciencia como en política —y en todas las actividades de la vida— las grandes obras no son creación de una sola persona. Bien entendida la expresión de Newton significa que todas las hazañas que transforman a la humanidad son trabajos colectivos. Andrés Manuel dirá —lo ha dicho con otras palabrfas— que pudo avanzar tanto porque se trepó a los hombros del más notable gigante, el pueblo de México.

De ahí que el libro reciente de AMLO se titule Gracias. Don Quijote pensaría que la sociedad mexicana tiene un presidente bien nacido porque sabe agradecer, esto es, porque sabe alabar en voz alta. Es también el caso de Claudia.

No hay calca, don Raymundo: hay agradecimiento, nada más. Profundo agradecimiento, y no tanto por haber llegado hasta lo más alto en la política —no es poca cosa lo que Claudia conseguirá: ser la primera presidenta de México—, sino por el convencimiento de que AMLO ha hecho lo mejor para nuestra nación. Es lo que ella piensa y es sincera. Habrá quienes piensen lo contrario, se vale en un país afortunadamente diverso en el que se respetan las libertades, sobre todo la de expresión.

Por lo demás, Raymundo Riva Palacio en su columna le da duro a Claudia Sheinbaum por supuestamente haber forcejeado en el Zócalo con Clara Brugada. Sorprende que un hombre perfectamente informado no haya visto el video de Epigmenio Ibarra en el que está clarísimo que no hubo tal forcejeo. ¿O Riva Palacio sí lo vio y lo ignoró porque su intención no era ser objetivo, sino sembrar división entre las dos candidatas más importantes de la izquierda? Con estos periodistas todo es posible, particularmente lo que no es ético.